𝐸𝑛 𝑎𝑝𝑟𝑖𝑒𝑡𝑜𝑠.

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Era una mañana realmente hermosa, estaba de vacaciones, pronto terminaría mi carrera... Tendría un buen trabajo y todo sería explendido, ¿no?
Estaba dormitando pensando en todo lo que había logrado desde que había salido de la escuela media, todo lo que me había pasado desde entonces había sido extraño, había pasado de forma rápida y no había disfrutado mi juventud. Mis padres siempre me decían que había tiempo para todo, que las cosas me iban a llegar cuando fuera el momento... Pero no estaba pasando absolutamente nada.
¿Qué se suponía que hacía una “adulta” inmadura durante sus días libres?
Solo quería algo de emoción pero tampoco quería dejar mi estilo de vida tranquila. Una vida fuera de lo ordinario, sin embargo lo único fuera de lo común eran mis lunares. ¿Mi nombre? Oh, olvide presentarme, Elle Williams de 22 años... No es que fuera muy atractiva pero tampoco era de las que pasaban desapercibidas. Mi cabello algo ondulado y mis "pecas" hacían que todo fuera tranquilo para mí.
Miraba mis manos algo lastimadas por haber hecho limpieza profunda ayer en mi habitación estaban enrojecidas, solo podía escuchar el sonido de algo freír y no decía más.
Un almohadazo me hizo despertar asustada y me levante de golpe, lo único que pude visualizar fue la figura de mi compañero de piso mientras preparaba el desayuno.

Basta de sueños bobos, no vas a quedarte acostada todas las vacaciones, es hora de ir a caminar por ahí, conoce a alguien. No todo es trabajo, estudio y tareas. — escuche de aquella voz chillona mientras olía café, con pocas ganas me levante de la cama y suspiré.

Vamos... Dejame disfrutar ahora que puedo, a partir de julio ya no podré ser más una universitaria.
Seré adulta en busca de empleo sin sueños ni esperanza.

Somos jóvenes, además... Creí que ya tenías ese trabajo asegurado.

Entre comillas... Nada es seguro.

Consíguete a un viejo millonario con un pie aquí y el otro allá. — dijo Chris señalando hacia arriba y solo reí.

No soy tú. — murmuré sorbiendo de la taza mientras escuchaba un sonido de fastidio y solo reí.

— ¿No quieres venir con nosotros la siguiente semana a Madrid? Te hará bien.

No quiero molestar, además... Debo prepararme para mi proyecto final. Tú en cambio puedes esperar hasta el siguiente año, te envidio. — Dije recargando mi cabeza en la mesa mientras miraba los rayos del sol entrar en la ventana.

Lo que es tomarse años sabáticos, cariño. — escuche y quise arrojarle las flores de la mesa.

Aborrecía la idea de que me impusieran escoger una carrera sin preocuparse por mi estabilidad emocional, no es que odiara lo que estaba estudiando, al contrario... Lo amaba pero tenía demasiadas dudas.

Nuevamente un golpe en mi cabeza me hizo reaccionar.

Elle Williams... Deja de flojear, ve por la despensa o mínimo ve a dejar esos paquetes, tus padres no han dejado de llamar preguntando si ya enviaste el de este mes.

Pero si lo envié, aunque creo que no le puse destinatario... — murmuré nerviosa mientras comía un poco de pan.

Por las chanclas de Moisés... Dios, dame paciencia. — escuche y solté una risa.

¿Ahora si eres religioso? Antier cuando llego tu novio no lo parecías.

— Anda ¡ve a dejar los paquetes! — dijo exaltado mientras tomaba un pan y salía con los paquetes, reí al ver que habíamos comenzado bien el día, esperaba que así fuera...

Salude al portero con alegría como siempre y salí del edificio, me sentía radiante ya que apenas ayer me había pintado el cabello y me sentía bien, camine hasta la oficina postal, anteriormente me preguntaba porque aún existían lugares como estos y vaya que la respuesta me tomo por sorpresa.
Como siempre casi choco con los jóvenes que movían las cajas de un carro a otro, algunas ya me conocían y solo saludaban.
Al llegar a la entrada espere mi turno y esta vez me asegure de que tuviera todos los datos correctos.

Buenos días Lin. — Dije alegre al ver a mi pequeño amigo de todos los meses.

Hey Elle, ¿galletas?

No... Son fotos y algunos recipientes que me lleve de mi última visita.

Dije y él etiquetó la caja, pagué y me despedí.

Esa era una pequeña rutina, disfrute de la brisa invernal que aun quedaba junto con los rayos del sol que pasaban por los espacios entre las hojas de los árboles.
Suspiré alegre y caminé feliz, sin duda sería un día lindo; mi atención se  fue a unos pequeños maullidos delante de mí, había un gatito negro asustado intentando esquivar a las personas que pasaban. Me acerque hasta poder agarrarlo, sin embargo el felino fue más habilidoso y salto a unos arbustos, lo perseguí por unas cuadras más hasta que decidió que era buena idea irse a la carretera.

Mire por ambos lados aunque era de un solo sentido, vi el semáforo y corrí detrás del gato, lo tome rápidamente y suspiré aliviada al verlo en mis brazos, sin darme cuenta el semáforo había cambiado y el sonido de un claxon llamo mi atención, mi cabeza giro hacia la dirección y visualice una camioneta negra acercándose.
Intente correr, moverme o algo pero mis piernas no respondían, solo cerré los ojos y me agache esperando el impacto.

𖣘𖣘𖣘𖣘𖣘𖣘𖣘𖣘

Esta historia o fanfic se dio porque... Hace unos meses hice un bot de Phil en Character.ai sobre esta temática... Hace algunas unas horas volví a abrir el chat (que pena confesar aquí esto JAJAJAJA) y dije: “¿Por qué no hacerle un fic? La temática esta padre”
Entonces... No soy buena en esto pero quería compartirlo porque saque cosas bien buenas del chat.
En fin, espero les guste, espero aprender más sobre estás cosas de hacer historias y demás para que se pueda leer bien y la experiencia sea buena.

Si veo que recibe apoyo, podría hacer también otra historia sobre el capitulo “Desconocido” de los one shots, ya que una personitas linda dijo que le hiciera una historia.
El problema es que ya voy a entrar de nuevo a clases entonces 😭🔫
Vemos.  😗

366 días... ¿O tal vez más? [𝐸𝑛 𝑝𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora