Solo Tú Eres Mi Omega ( Willy Wonka Y Charlie Bucket)

capitulo 9

-Charlie te tengo una sorpresa -Dijo Willy emocionado cual niño pequeño mientras sonría y a Charlie le pareció lo más adorablemente-follable que había visto en su vida, Willy tomó su mano para correr hacia la cascada donde había dejado el ascensor de cristal, con el cual inevitablemente choco, cayendo al suelo mientras Charlie se burlaba del y le respondió haciendo un puchero mirándolo desde abajo a su malditamente atractivo alfa.

Charlie agarro su mano para levantarlo y meterlo al ascensor pero no la soltó.
-A que sala vamos mi conejito de chocolate-
- Es una nueva habitación, la creé anoche como recompensa por lo del parque. Sé que la amaras Charlie-  Respondió demasiado emocionado, haciendo muchos gestos y moviéndose para el era imposible quedarse quieto ahora.  (Así como yo con esta parte de la historia es mucha emoción ni siquiera puedo escribir bien) Oh Por Dios quería mostrarle a Charlie, apretó el botón correcto después de varios intentos.
Y el tiempo paso demasiado lento dentro de ese ascensor de cristal,  el chocolatero está jugando con sus dedos mientras se balancia sobre sus pies acercando y alejando su rostro a Charlie.
  Charlie gruñó acercando el cuerpo del mayor al suyo inmóvil contra el.
El ascensor se detuvo mostrando un lugar de la fábrica que antes no estaba ahí. Un lago de leche congelado y nieve por todos lados pinos de caramelo decorados con bolas de chocolate y mermeladas de frutas.
- Dijiste que nunca habías patinado, así que hice una nueva adicción a la fábrica-
El alfa no pudo evitar dejar salir dos lágrimas de felicidad ya vería que había hecho bien en su otra vida para merecerse un omega tan perfecto como Wonka.
-Charlie, mi niño. ¿Estas bien? No te gusto- pregunto acariciando el rostro del menor pasando su pulgar para quitar las lagrimas.
-Es solo...- sollozo sonriendo -Estoy tan feliz de tenerlo conmigo y que seas mi omega.-
Willy sonrió.
-Entonces que esperamos-  tomo la mano de Charlie y corrió o más bien resbaló esta un banco frente al lago Charlie solo se dejó llevar entre divertido y confundido, sentándose a su lado mientras observaba el hermoso lago con una gran sonrisa en el rostro demasiado emocionado y con ganas de gritar de felicidad.
- Pontelos- le mostró unos lindos patines morados con detalles dorados, mientras se colocaba unos rojos. Charlie lo acepto quitarse los zapatos para colocarselos quedandole perfectos.

-Entonces mi dulce niño estas listo- se paro frente a Charlie extendiendo su mano.
-Para ti, siempre-  dijo aceptando la mano ofrecida. Su deslizándose torpe esta la pista.
-Será mejor que te agarres fuerte-

Entre resbalones, sonrisas, bailes pasaron la noche patinando hasta que Charlie fuera capaz de sostenerse solo, aún que nunca admitiría que tardo más en aprender para estar entre los brazos de su maestro. Un omega enseñando a un alfa otra regla de la sociedad había sido rota pero a quien le importa.

Ambos se tiraron sobre la nieve cansados por el ejercicio se miraron sonriendo.
- Tal vez te tenga una última sorpresa- Susurró suave el mayor mientras presionaba un botón y el techo se abría mostrando hermosas estrellas en un cielo nocturno.
Charlie solo respondió besándolo suavemente en los labios algo dulce y delicado como el mismo señor Wonka.
- Charlie...-
-Si conejito-
-Creo que estoy listo para dar el siguiente paso-