"A través de mis entrañas..."

🎐Cap. 1🎐

-¡Yuichiro! ¡Muichiro! La cena está lista mis amores, entren ya. - se escucharon esas palabras por toda la casa, los pequeños niños corrieron hasta dónde estaba su madre, Muichiro de 6 años y Yuichiro de 8,gemelos de una familia humilde.
Y claro, unos padres amorosos, que sin importar que, estaban juntos con su padre,aunque este no se encontrará en casa en esos momentos, ya que debía de ir a un pequeño pueblo algo lejos para poder llevar suministros a la casa, cómo lo es comida, semillas, etc.

Los dos pequeños niños se sentaron en una pequeña mesa junto con su madre, disfrutando cada bocado, aunque extrañaran a papá, sabían que llegaba hasta tarde, su madre comía algo angustiada, pero si eres un niño de 6 años, no te preocupa mucho, tal vez la comida sabía mal o algo así pensó.
-Mamá, Muichiro no deja de verte ¿Estás bien?- sus palabras parecieron sacar de ese trance a la mujer, que por un pequeño momento dejó de comer.
-S-si cariño, Mui, ¿Qué te eh dicho de mirar a los demás fijamente? -pareciera que sería el mismo problema de siempre, Muichiro por alguna extraña razón, miraba fijamente a los ojos de las personas, cómo si buscara algo, aunque su madre lo había reprendido varias veces por eso, Muichiro lo seguía haciendo, ya no tan recurrentemente pero sí un poco.
-Lo siento mamá...no lo volveré a hacer- susurró levemente, con unas pequeñas lágrimas en sus ojos color menta. Su madre se acercó a limpiarlas con cuidado, devolviéndole una pequeña sonrisa.

-Mamá ya es tarde, ¿dónde está papá?- preguntó Yuichiro con confusión, aunque eran las 9 de la noche, y ya debían de estar dormidos, su madre les dió permiso de esperarlo;así que recogió los platos de la cena y los besó a cada uno en la frente. -niños, ya saben cómo se deben de cuidar, iré a buscar a papá ¿sí? En la mañana nos verán de nuevo, así que vayan a dormir, Yuichiro asegúrate de que Mui duerma.-

Los dos gemelos asintieron con la cabeza, su madre fué a la cocina de nueva cuenta, tomando un cuchillo y escondiendolo en una de las mangas de su kimono desgastado, tomó una pañoleta y cruzó la puerta, su silueta iba desapareciendo mientras avanzaba, dejando a los pequeños niños solos.Estos ya estaban cada uno en su futón, mirando al techo y con las luces apagadas, lo único que iluminaba la pequeña residencia era la luz de la luna, una luna que jamás sería igual a partir de ese momento.
-Yui...mamá estaba mal...- escondió un poco su rostro en las cobijas esperando la respuesta del contrario. -Mui, cállate y duerme, si no el coco va a venir por ti,además,mamá fué por papá,seguro los vemos en la mañana-

Dijo para finalmente poder calmarlo, el estaba preocupado también, pero confiaba en que nada les pasaría a sus padres, ellos eran fuertes, tanto física cómo mentalmente.Pero a lo lejos, se encontraban tres personas aparentemente "conversando".

-¿Así que se llaman Muichiro y Yuichiro eh? Mis pequeños... -habló un a voz fuerte y seca, con un tono amenazante.
-¡Por favor déjelos,se lo ruego,ellos al igual que nosotros ni siquiera saben que existen demo-! Fué callada por una mano que sostenía su boca de forma brusca. -Nunca eh matado a una mujer, y nunca lo haría, pero tú...tú me estás agotando la paciencia, así que no tendré otra opción más que... Hacerte sufrir en vida...-

Cortó profundamente su brazo, dejando caer gotas de sangre, las cuáles fueron cayendo directo en la boca de la mujer, liberando gritos de horror y dolor, su cuerpo se iba deformando lenta y dolorosamente sin matarla, solo convirtiéndola en una de ellos ahora.