White Margot / Blue Eye Samurai (Mizu Fanfic)

Renji

Capítulo 6 parte 2.

Perspectiva de "?"

En la mañana tenemos más clientes, pero supuse que nos llegaría una visita especial. A la panadería llegó este extraño hombre, otra vez ocupaba un perfil bajo. Esta vez yo me encargaría de estudiarlo a él.

—Buen día. ¿En qué puedo servirle?—Amablemente saludé al hombre ojiazul— este es el recién horneado — comencé a señalar algunos panes en la vitrina.

—Quiero hablar con tu jefe— dijo con firmeza.

—¿Mi padre?, él no está aquí, de cualquier forma yo o mi hermana podemos ayudarle
—señalé a mi hermanastra, Amelia, quien acababa de cruzar la puerta de atrás.

—¡Mizu!, hace rato no te veía —Amelia fue rápidamente a saludarlo colocándose enfrente de él— el es Renji, ¡es mi hermanastro!, ambos son japoneses —refiriéndose a mí.

Creo que en lo único que ambos coincidíamos es que a ninguno de los dos nos caía en gracia sus comentarios, lo sé por su expresión.

No solía coquetear con clientes, más allá de los documentos que robó y todo lo que este hombre podría perjudicarnos, parece que este
tipo le cae realmente bien.

No me sorpende, cuando me conoció lamentó el hecho de que fuéramos hermanastros porque dijo que yo era completamente "su tipo ideal"
Ella tiene muchos pretendientes en la zona, incluso Amelia ha ocasionado peleas callejeras.

Si este tipo: "Mizu" la rechaza, sería el primero en hacerlo.
El me miró por el rabillo del ojo con mucha determinación. Sé que está buscando a la chica.
Justo cuando iba a sacarle más plática, él la interrumpió:

—Amelia, quisiera hablar un minuto con tu hermano —en todo este tiempo, Mizu ni siquiera la miró ha pesar de que ella movió sus caderas de la emoción al verlo.

—¡Está bien!, si necesitas algo estaré por aquí, tal vez un día de estos puedas finalmente entrenarme —usó un tono coqueto, y le dio una palmadita antes de irse.

Cuando ella cruzó la puerta, Mizu rápidamente se dirigió hacia la puerta para cerrarla, colocó el seguro de la puerta y una mesa enfrente, así evitaba el paso de cualquier otro cliente.
Sacó su brillante espada, su espada claramente no fue fabricada aquí. Londres era un importante centro de producción de armas y tenía numerosos artesanos dedicados a la fabricación de espadas pero a simple vista no se veía como una espada convencional.
No fue hecha en ningún taller que abastecía fuerzas militares como a la nobleza, civiles comunes no tenían acceso. Pocos ciudadanos comunes podían permitirse realmente armas de calidad.

Este hombre era un samurai entrenado.

—Sé que la tienes —me apuntó con su espada. Hasta eso, se veía tranquilo, ¿realmente sabe pelear?

—No sé de qué hablas.
Me hice el loco.

¿Estuvo mal?

Estaba claramente refiriéndose a la chica que básicamente secuestré.
Margot.
Esa mujer era el mismo diablo, se resignó y no comió durante un día y medio como forma de reproche y me pidió que la llevara de vuelta con su prometido. Lo que menos quiero es un muerto en mi negocio.

¿Cómo podría deshacerme de su cuerpo?
No soy esa clase de hombre.
Más allá de mis quejas, era bella, recuerdo que intentó seducirme para que la desatara y cuando estaba a punto de lograrlo que pidió que no la tocara.

No entiendo a las mujeres.

Volví a la realidad cuando vi al ojiazul enfurecerse.

—Tienes miedo de que delate tu pequeño problema de evasión de impuestos, no lo haría a cambio de cierta información —su tono de voz me dio un escalofrío

—Margot está bien, ¡pero no te la regresaré hasta que me des tu palabra de hombre! —sentí en mi garganta el filo frío de su espada.

Mizu analizó todo a su alrededor, trató de guiarse por la intuición al ver mi poca participación. Esa chica le importaba más que matarme, no sé si agradecerlo.
Vio la puerta que va al sótano.
Le dije a Amelia que era un pésimo lugar para esconderla pero ella insistió.

Mierda.

Guardó su espada nuevamente.

No perdió ni un segundo más conmigo, corrí para evitar que abriera la puerta, apoyé mi brazo encima para evitarlo.

Empujé la puerta con toda mi fuerza.

El de forma hábil y alerta desenvainó su espada nuevamente, no alcancé a reaccionar.
En ese momento no sentí nada más que frío y vi con mis propios ojos como su espada separó parte de mi brazo derecho.
Delante de mí. Era un corte perfecto, cortó mi antebrazo con una precisión milimétrica. Separó mi extremidad.

Sentí como me apuñalo en el estómago.

Tras asimilarlo unos segundos, gruñí de dolor viendo como el hueso de mi brazo era visible. no le impedí entrar al sótano y él no perdió el tiempo.
Sentía que me desvanecía.

—¡Amelia!, ¡maldita sea! —grité llamándola como un intento desesperado de ayuda, pero ella no apareció.

Hubiera preferido que me matara aquí a que me arruinara la vida.

Me levanté como pude, me faltaba el aire, tambaleaba, no podía dar pasos firmes. Haría lo que mi hermanastra hizo.

Huir.
Claramente Amelia huyó antes de que el ojiazul pudiera matarla, me dejó a cargo de todo. Vi una ventana rota del despacho de atrás, ella debió romperla.
Sabía que no tenía mucho tiempo, me impulsé con mi brazo izquierdo el cual gracias a Dios si estaba completo.

Esto no se quedaría así, mi vida nunca más volvería a ser igual después de hoy, este maldito no seguirá su vida con normalidad arruinando la mía.
No tenía pensado nada, pero ahora sabía que debía ir con mamá, necesitaba protegerla. Mi vida sería un infierno si Mizu consigue encontrarla para su maldita búsqueda de delincuentes.
No me importa mi padrastro, no me importa Amelia. El único que lograría hacer su vida miserable, era yo.

La gente, extrañada, solo me veía y seguía su camino mientras que yo rogaba por ayuda.

—Por favor, estoy herido —imploré sin mucho éxito. Parecían tenerme miedo a mí.

Me senté en cuclillas recargado en la pared.

Estoy seguro que mi rostro estaba tornándose pálido o morado, sentía que se me saldrían las vísceras en cualquier momento. Escuché una voz que me hizo volver a mis cinco sentidos por un momento:

—Renji.

(...)

Historia en edición.

Perdónenme por la tardanza, no tenía idea de cómo ejecutar este capítulo para darle sentido a la ira de Renji y el asuntó con su madre, les mando un beso, espero hayan pasado un buen inicio de año. ❤️

Renji pidiendo ayuda a la gente de la ciudad es un paralelismo a cuando Mizu estaba gravemente herida y pedía ayuda, después se encuentra a su "madre"
¿A quien encontrará  Renji?

—Zsolss