35 - Sí

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911 | S5 - E17/18






Eddie se apartó de la fiesta y yo fui tras de él, se sentó en una silla que había en el porche, me senté a su lado.

—Lamento eso —dijo él, sonreí.

—No importa, valió la pena. Imaginarme un Eddie chiquito tras un volante es algo que atesoraré siempre —él río, entonces me miró.

—No vine a obligarte a ir con tu padre y reconciliarte, pero si vine hasta aquí para darte un consejo —él alzó sus cejas y sonreí—. Mi mamá y yo peleábamos mucho, tanto que siempre sentí que yo no era suficiente para sus expectativas.

—Fuiste catalogada una chica genio en la secundaria, ¿qué esperaba de ti?

—Lo sé, ahora que me doy cuenta, sí fue muy exigente... En fin, estuve resentida por muchos años, tantos que incluso cuando ella venía a ayudarme, no podía olvidar cómo me hizo sentir, y me sentí peor al creer que si ella no recordaba mis cicatrices, es porque nunca le importé.

—¿Cómo superas eso? —me preguntó.

—Le pedí perdón, porque no fui una hija fácil, solo entonces noté que ese "perdón" era más para mí misma que para ella, y entonces la perdoné.

—¿Quieres que le pida perdón a mi papá por ser un padre ausente?

—Quiero que te des cuenta de que cuando perdoné a mi mamá fue en su funeral... Todo el tiempo que pudimos disfrutar lo había perdido con resentimientos de mi niñez. Por lo que me cunetas tú papá no fue el mejor padre del mundo, pero a diferencia de mi madre, él vive y puedes hablar con él. No dejes que llegue el momento en que estes frente a un cajón en el cementerio para poder decir: "te perdono".

Eddie tomó mi mano y la besó, me abrazó y cuando se hizo de noche yo estaba en la habitación y él bajó a hablar con su padre.

Cuando volvió se acostó junto a mí y me abrazó.

—¿Cómo estás? —le pregunté.

—Bien —dijo al llorar y abrazarme, correspondí el abrazo y él me contó lo sucedido.

Al otro día nuevamente comenzaron a hacer ruidos a eso de las 6 am, me quejé y oí una risilla, miré y era Eddie quien me miraba.

—Buenos días —dijo al besar mi sien—. Hay que ir a desayunar.

—¿Cuál es la manía de levantarse tan temprano si nadie trabaja? —dije al levantarme y cambiarme de ropa, Eddie también se vistió.

—Bueno, es el campo —dijo, me llevó escaleras abajo y nuevamente la abuela junto a Chris hacían el desayuno.

Esta vez todos ayudamos y desayunamos juntos, y en medio del desayuno Chris les contó a todos que estaba embarazada. La abuela parecía llorar, la tía Pepa me felicitaba y Helena insistía en una boda, al final de eso se trató ese día.

Cuando se hizo las 4 de la tarde nos fuimos de El Paso de regreso a Los Ángeles, volví a trabajar al otro día y Eddie también.

Solo entonces me enteré de que Jonah Greenway, el nuevo paramédico de la 118 resultó ser un asesino en serie, quien atacó a Chim y Hen, por suerte pudieron atraparlo. Cuando llamé a Eddie para contarle Buck se me adelantó, estaba en la casa ayudando a rehacer la pared de la habitación, la pared que destruyó Eddie.

—Bueno, dile a Buck que parece una señora chismosa —Eddie río.

—Se lo diré. Nos vemos esta noche, te amo.

—También te amo —dije al colgar, suspiré al ver el papeleo en mi mesa, dos días bastaron para que se acumularan.

Unos días pasaron y recibimos una llamada de la mamá de Hen, nos invitaba a una boda, la boda de Hen y Karen, claro que todo era sorpresa.

Cuando llegó el día, me puse un vestido beige con tirantes, me llegaba un poco más arriba de la rodilla, me puse unos tacones y sujeté mi cabello por los lados, formando una corona.

—Vamos Eddie, o llegaremos tarde —dije, entonces Eddie salió de la habitación y vestía un pantalón de tela azul marino, una camisa igualmente azul, pero más oscura y un blazer un azul más grisáceo, le quedaba muy bien.

—Ya estoy listo y guau —dijo al acercarse a mí y rodear mi cintura con su mano, con la otra tomó mi mano y la entrelazamos, comenzó a moverse un poco simulando un baile.

—Gracioso. Vamos —dije al besarlo, él sonrió y ambos nos fuimos al lugar. Cuando llegamos vimos a Chim y Buck.

—Hay que ver si necesitan ayuda en algo —dijo Chim, asentí y cuando entramos al jardín estaba todo muy bellamente decorado.

—Pensé que necesitarían una mano —dijo Chim cuando llegamos detrás de Hen y Karen.

—¿O muchas? —dijo Eddie al verlas.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Hen sorprendida, apreté los labios al recordar que era secreto lo de la boda.

—Vamos Hen. Sabes que no nos perderíamos esto —dijo Buck.

—¿Perderse qué? —preguntó Hen, entonces todos nos miramos.

—Pregúntale a tu mamá. No recuerdo —dijo Chim al huir.

—Voy por un trago —dijo Eddie.

—Yo vine con él —dije al seguir a Eddie, todos nos alejamos y a la distancia vimos a Hen y Karen hablando con su madre.

Las sillas estaban puestas frente a un altar, había llegado el pastel y las flores, Hen y Karen desaparecieron y al volver ambas estaban vestidas de blanco, Hen con un traje hermoso y Karen con un vestido.

Estábamos todos sentados cuando comenzaron a pasar por el pasillo hasta llegar al altar, donde la madre de Hen haría la ceremonia. Eddie entrelazó su mano con la mía.

Después de la ceremonia vino la cena, nos sentamos en una mesa junto a Buck, Ravi y Chim. Cuando llegó la noche pusieron música y prendieron las luces amarillas que recorrían todo el alrededor. Nos pusimos a bailar Eddie y yo.

—Bobby me habló —dijo Eddie—. Dijo que necesita un nuevo bombero.

—¿Vuelves a tu casa? —le dije.

—Sí, vuelvo a casa —dijo feliz, me dio un beso—. Y tengo otra cosa que decirte.

Dijo al susurrarme en el oído, sonreí.

—¿Qué sucede? 

—Le pregunté a Karen y Hen si podía hacer esto, lo bueno es que me apoyaron, lo malo es que estoy nervioso —dijo él, me distancié un poco de Eddie.

En ese momento Eddie saca una caja pequeña de su bolsillo, se arrodilla y me muestra el anillo, me quedé quieta unos instantes hasta que lo miré a los ojos, sonreí emocionada.

—Teresa Joy Strand, me di cuenta de que no puedo imaginarme una vida sin ti, por ello quiero que seas mi esposa.

Asentí aturdida.

—Es un: ¿sí?

—Es un: ¡claro que sí! —dije, él me puso el anillo y se levantó, lo besé y solo entonces recordé que estábamos rodeados de personas, lo bueno es que no eran extraños, eran familia.

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐊𝐘 - 911 [Eddie Díaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora