𝐒𝐓𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐊𝐘 - 911 [Eddie Díaz]

36 - Capitán interino

911 | S6 – E1/2

Cuatro meses han pasado desde la propuesta, y como estoy con 7 meses de embarazo, solo puedo permanecer en la oficina haciendo informes y rellenando papeles, lo bueno es que salgo antes y puedo ir a buscar a Chris a la escuela, después llegar a casa y descansar, al menos hasta que toca hacer la cena, aunque Carla ha venido a ayudarme mucho.

Sobre la boda, nos pasamos eso de hacer una cosa a lo grande, no lo quiero así, pero la familia de Eddie insiste en que nos casemos allá, en El Paso, mi papá insiste en que sea en Austin y yo hasta he pensado en ir a las vegas, casarme y volver en un solo día, ya tengo mucho estrés con las patadas que me da el bebé en las noches.

—Un globo aerostático cayó en el estadio de Los Ángeles —dijo una reportera, estaba en la oficina mirando la televisión cuándo justo estaban grabando a Buck y Eddie salvando a los pilotos, en instantes parecía que el globo se iba a caer, pero lograron salir sanos y salvos.

—Fuera estrés —me dije intentando relajarme. El día pasó y Buck nos invitó a comer a su casa, fuimos Chris, Eddie y yo, y estando ahí aprovechamos de jugar un juego de mesa con tiempo, lamentablemente Eddie era el que ganaba siempre.

—¿No te molesta que Bobby no nos haya considerado para capitanes interinos? —le preguntó Buck a Eddie después de contarme de que Bobby iba a dejar a Lucy como capitana interina en su ausencia.

—No. Acabo de volver al 118. Pero claramente te molesta a ti —dijo Eddie al ver a Buck.

—No me malentiendas. Lucy es genial, pero está incapacitada. Es raro que batalle con elegir a un suplente cuando tiene enfrente tantas otras opciones excelentes.

—Como tú —dijo Eddie.

—Parece que elige no verlos ni todo lo que tienen para ofrecer.

—Tiempo —dijo Eddie al girar el reloj de arena del juego, suspiré. Él miró mi dibujo y el de Chris—. Oh, ganaran la próxima.

—Buck, el ser capitán no es un juego —dije al verlo.

—Vamos, tengo mucha experiencia y cosas que ofrecer —dijo al mirarnos.

—¿Qué es lo que ofreces? —le preguntó Eddie.

—En este momento, la famosa lasaña de Bobby —dijo al ir al horno y sacarla—. Tiene seis quesos diferentes y está horneada a la perfección —Buck trajo la lasaña a la mesa y la puso en el centro—. Está muy caliente, no usen las manos.

—Se ve rico —dijo Eddie.

—También huele rico —dijo Chris.

—Tenemos hambre —le dije a Buck, este sonrió.

—Después de tres intentos me quedó bien —dijo él.

—El trabajo no te da tres oportunidades. Al menos no sin muertos —dijo Eddie.

—Quiero saber qué tienen los otros candidatos que yo no tenga —dijo Buck.

—Buck, ni siquiera tienes sofá —dijo Chris, reí. Eddie y Chris chocaron puño.

—¿Y qué tiene que ver con ser capitán? —dijo Buck.

—Es raro —dijo Chris.

—Mis últimos dos sofás venían con novias —dijo Buck al sentarse en su asiento.

—Más bien tus últimas dos novias venían con sofás —dijo Eddie, Buck entrecerró los ojos al verlo.

—¿Significa que si te compras un sofá te pones de novio contigo mismo? —dije al ver a Buck.

—Sí, después de todo, Taylor se fue hace cuatro meses. Pudiste reemplazar el sofá —dijo Eddie, Chris reía.

—Quizás haga lo que dice Tess, no quiero equivocarme de sofá.

—Quizá eso siente Bobby sobre el capitán —le dijo Eddie.

—Auch, comamos antes de que empiecen a pelear par de novios —dije, Chris reía y le serví un trozo de lasaña.

Dos días después supimos que Hen se volvió el capitán interino de la 118, hasta que Bobby regrese de sus 2 semanas de vacaciones junto a Athena.

Tengo que ver eso.

—¿Saldrá al campo sargento? —me preguntó un oficial, sonreí al verlo.

—Estoy embarazada, no lisiada, estaré bien, debo ver como lo están llevando los oficiales —dije tras salir al auto patrulla, el problema es que mi abdomen había crecido unos centímetros, así que retrocedí un poco el asiento.

Vestía una camisa azul marino y sobre esta una chaqueta unas tallas más grandes, dado que es mejor para tapar mi panza. Mi placa estaba en el pecho de la chaqueta y estaba con el cabello suelto, ya que espero no meterme en alguna pelea y que alguien lo agarre para lastimarme.

—Necesitan una unidad de policía, hubo una explosión, se cree que el esposo está con algún explosivo —dijo Maddie desde la central.

—Yo iré —respondí, conduje hasta la casa y al bajar vi a los camiones de la 118 —. Genial, justo para ver al capitán Wilson —Pasé junto a la casa, por un camino hasta llegar al jardín donde había un gran agujero en el piso, las plantaciones estaban deshechas y la mujer no dejaba de estar angustiada por un hombre que tenía clavos en el hombro.

—¿Qué sucedió? —pregunté. Eddie se me quedó mirando, sin embargo, miré a Hen.

—La mujer tenía una aventura, el vecino pasaba por un túnel subterráneo... Y creo que usted lo sabía —dijo Hen al mirar al hombre, quien deduje que era el esposo.

—Lo sospechaba —dijo el hombre al ver a Hen—. No estaba seguro hasta que ella llamó al 911

—¿Es suficiente? —me dijo Hen al verme.

—Claro que sí —dije al sacar las esposas de mi cinturón.

—Espera, ¿Qué? —el hombre intentó resistirse, pero Eddie en un movimiento rápido le sostuvo las manos y yo lo esposé.

—Señor, tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga podrá y será usado en su contra. Tiene derecho a consultar con un abogado y tenerlo consigo durante el interrogatorio. Si no puede pagar uno, el gobierno se lo asignará —dije, entonces Eddie lo tomó del brazo y lo llevó hasta la parte trasera de la patrulla.

—Gracias —dijo Hen, sonreí al verla.

—Mírate, capitán —ella sonrió—. Lo harás excelente, ya lo aseguro. Y si de casualidad tienes complicaciones, te paso el número de mi papá, aun te recuerda.

—Dile que soy casada —dijo al reír.

—Oye —dije, ambas sonreímos y yo caminé a la patrulla, Eddie estaba ahí.

—Creí que harías papeleo —dijo al verme.

—Sí, lo hago, pero recuerda que estoy a cargo de ciertos oficiales y debo de ver que trabajen, si no ¿para qué el puesto?

—Sabes que no es eso a lo que me refiero.

—Estas preocupado, lo sé, pero estoy bien. Solo patrullo y hoy vine por capricho de ver a Hen —él asintió al ver que los bomberos subían a la 118—. Oye, ya solo viene el papeleo y en un mes más estaré con vacaciones, tendremos al bebé en el hospital y esto será un divertido recuerdo ¿bien? —él asintió.

—Te amo —dijo, sonreí cuando se alejó.

—También te amo —le dije cuando se fue. Miré al hombre detrás de la patrulla —. Ya llegaremos a su destino —dije al subir a la patrulla y conducir hasta el departamento.