Waste It On Me

PIO vs 1K

Narra Asher

Caminaba en la oscuridad de aquel pasillo que durante estos dos últimos años me había intimidado como nunca pero ahora no era momento para eso, di unos pasos más hasta llegar a una puerta alta de madera de roble oscura, observe la perilla de aquella puerta por algunos segundos antes de tomarla pero al instante un dolor agudo invadió mi hombro derecho, cómo pude me gire para solamente mirar un sombra que me apuntaba con un arma.

–Sei arrivato fin qui, Salvatore.– Esa voz....
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–¡AH!– Desperté acelerado y bañado en sudor viendo a todas partes, temblando me levante de mi cama para ir hacia el baño.

Encendi la luz del baño y me vi al espejo antes de mojar mi cara, mi cabello largo estaba empapado en sudor y aquella cicatriz en mi hombro que parecía volver a doler, con rapidez abri la llamé y moje mi rostro.

Volví a verme al espejo después de mojar mi cara, mi vista quedó fija en aquella cicatriz, las yemas de mis dedos con delicadeza se posaron en aquella marca que era muy visible, en mi cuerpo había diferentes cicatrices, algunas más grandes y profudas que otras, en su mayoría estaban dispersas por mi torso, abdomen y espalda pero la del hombro siempre seria la que dejaría un marca mayor en mí.

Mi mayor error siempre sería haberme metido en aquel mundo en busca de respuestas pero jamás habría vuelta atrás, jamás dejaría de ser el monstruo en el que me había convertido en estos últimos años, negué con la cabeza buscando eliminar aquellos pensamientos que querían volver a atormertame, salí del baño en busca de mi celular para ver la hora, eran la 7:30, una hora perfecta para tomar una ducha y bajar a desayunar algo al restaurante del hotel.

Tome algo de ropa de mi maleta y volví a dirigirme al baño, mientras me duchaba podía sentir el agua caliente relajando cada uno de mis músculos, hacia que sentirá muchísima menos presión, las cosas con Samy había salido a la perfección pero el miedo irracional que había en mi por decirle que yo no regresaría a México era muy grande, temía que al decirle fuera ella ahora la que buscara alejarse de mi pero no podía mentirle, yo ya no estaba dispuesto a ponerla en riesgo y perderla para siempre .

[...]
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–¿A que hora es el partido?–

–Es a las 8 pero vamos a irnos a ver toda la jornada– Me dijo mi hermana.

Estábamos ella y yo desayunando en el restaurante del hotel, Juan y Ari no estarían con nosotros hasta la hora del partido así que pasaríamos un tiempo de calidad de hermanos.
–El primer partido es a las 4 y son las 12 ¿Tenemos tiempo de ir por una nieve?– Pregunte mirando a mi hermana con ojitos de cachorrito.

–Asher acabamos de comer–

–Pero siempre hay espacio para una nieve de platano–

–Eso si, vamos–

Ambos nos paramos de la mesa del restaurante, tome mi mochila del respaldo de mi silla mientras ella buscabama el lugar más cercano donde vendieran helado.

–Hay un lugar como a 5 minutos ¿Vamos caminando?– Samy me miró y yo asentí.

Los dos salimos del hotel y comenzamos a caminar, en el transcurso de nuestra caminata me contaba como era su trabajo, como iban sus entrenos, etcétera,  etcétera.

–¿Entonces la pelea será el 1 de julio?–

–Así es, serás mi esquina cabron– Samy me dijo a lo que yo sonrei.

–Va ¿Puedo llevar un cartel que diga "Vamos Marina Rivers"?–

–Claro que no pendejo– Sentí como golpeó mi hombro–Haces eso y te subo al ring a madrearte–