ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 45

Capítulo 45

Minutos después del compromiso, Donghae y Tiffany se encontraban conversando en un lugar tranquilo y apartado del bullicio del reino.

—Tiffany, mi amor, hay algo más que debes saber. Tu aceptación para ser mi esposa trae consigo cambios significativos. Ahora que eres mi prometida, te corresponde ser la Reina de los Draigmen —explicó Donghae, mirándola con seriedad.

Tiffany, no estaba sorprendida, pero realmente no quería aquello. Mantuvo la mirada fija en él, procesando la magnitud de esa noticia. La idea de ser la reina le resultaba abrumadora.

—¿Reina? No estoy segura de estar preparada para ese rol, Donghae. Es demasiada responsabilidad —comentó con sinceridad, expresando sus dudas ante la nueva realidad que se presentaba.

—Tiffany, sé que esto puede parecer abrumador al principio, pero confío en ti y sé que posees las cualidades necesarias para ser una excelente reina. Además, no estarás sola, te apoyaré en cada paso —aseguró Donghae, buscando tranquilizarla.

Tiffany escuchó atentamente las palabras de Donghae sobre su papel como futura reina, pero no pudo evitar manifestar sus preocupaciones.

—Donghae, entiendo lo que dices, pero ¿qué sucederá con los Draigmen? No soy de su misma raza, tal vez me rechacen. —expresó Tiffany, revelando sus inquietudes más profundas.

Donghae colocó su mano sobre la de Tiffany, transmitiéndole seguridad con su gesto.

—Entiendo tus temores, pero ellos respetarán tu posición y se acostumbrarán a ti. Eres fuerte y posees las cualidades que necesitamos en una reina. Con el tiempo, verán eso en ti. No te preocupes, juntos superaremos cualquier obstáculo que se presente —aseguró con convicción el rey Donghae.

Tiffany asintió, aunque sus pensamientos seguían llenos de dudas.

—Realmente no soy fuerte, Donghae. Jessica es fuerte y poderosa, y a pesar de ser mi hermana y ser de la misma raza, tiene una habilidad superior a la mía en muchos aspectos. Me siento insegura de si podré estar a la altura de las circunstancias —confesó Tiffany, mostrando su vulnerabilidad ante su futuro rol.

Donghae, con gesto tranquilizador, respondió:

—Tiffany, cada uno tiene su propia fortaleza. La fuerza no solo radica en habilidades, sino en el coraje y la determinación para afrontar los desafíos. Tienes cualidades únicas que te hacen excepcional, y estoy seguro de que con el tiempo encontrarás tu propio camino y te adaptarás a este nuevo rol. Además, que no se te olvide que tú me salvaste de Sunny, con esa mujer y su poder, ni siquiera yo había podido controlarla, y tú la derrotaste sin mayores problemas.

Tiffany sonrió, agradecida por las palabras de Donghae, y asintió. Sin embargo, mientras su preocupación por su capacidad para asumir el nuevo papel disminuía, otro temor surgía en su mente.

—Donghae tienes razón en todo lo que dices —respondió Tiffany con aprecio—. Aunque ahora me preocupa Jimin. ¿Qué pensará él de todo esto? ¿Estará de acuerdo? —expresó con incertidumbre, pues el pensamiento del príncipe aun la inquietaba pese a que ahora se llevaban bien en cierto sentido.

—Mi amor, Jimin estará de acuerdo, y aunque no lo esté, no me importa, tú serás mi esposa y madre de mis futuros hijos.

—¿Y el trono? —Preguntó ella.

—¿El trono? —Respondió él sin entender.

—Donghae, si tenemos hijos, no quiero que Jimin se lleve mal con ellos por el trono, o que los haga menos, yo sé que por derecho el trono pertenece a Jimin y por supuesto que no me opongo, pero no quiero que haya diferencias con mis hijos, claro en el caso de que tengamos.