Otra vez la misma sensación en mi pecho.El oxígeno empieza a faltarme y lágrimas brotan de mis ojos sin darme cuenta.
Recuerdos vienen a mi mente.
Mi madre muriéndose delante de mis ojos, mi hermana diciéndome que es mi culpa, insultos, gritos...
Agarro las sábanas de mi cama e intento calmarme respirando. Dale Nora tranquilízate.
El llanto se hace menos intenso y me revuelvo en la cama.
Miro el reloj de mi mesilla y marca las cuatro y media de la mañana. Voy a la cocina a por un vaso de zumo. Miro mi celular y tengo varios mensajes de mi primo.
TOMI 👽
-Mañana a las doce salgo a por ti
-Te quiero preciosa ❤️-No voy a salir no rompas las bolas
Cierro WhatsApp y me meto en Instagram. Veo algunas historias y algunos memes y me salgo de ahí.
Cojo una pastilla y me la pongo debajo de la lengua. Vuelvo a ir a mi habitación e intento dormirme por enésima vez en la noche.
Escucho mi nombre pero no le doy bola y sigo durmiendo. Alguien me jala y caigo al suelo.
Abro uno de mis ojos mientras que me rasco el otro. Es Tomas.
—Te dije que te preparases Nora. —me dice, tiene sus brazos en la cintura en forma de jarra y el ceño fruncido.
—Y yo te dije que no iba a ir.
-Me chupa un huevo, ve a desayunar y después te duchas, yo te saco la ropa.
Hago lo que el me dice sin rechistar, sé que no va a parar hasta conseguirlo. Cuando salgo de la ducha el no está, supongo que está en la cocina o en la sala. Miro encima de la cama y hay varias prendas de ropa que ni en pedo me pongo.
—Tomas no me voy a poner esto. —grito y espero que me haya escuchado porque no tengo ganas de repetirlo.
—Dale que llegamos tarde.
Cambio la playera por una sudadera, jamas me puse eso tan corto. Me saco una foto en el espejo y la subo a las historias de Instagram. Solo la subo porque no me sale la cara y porque me gusta muchísimo los colores.
No me maquillo porque alta paja y salgo de la habitación.
—Menos mal, venga vamos. —cierro la puerta y cogemos el ascensor.
Su teléfono suena y lo atiende rápidamente.
—Ya estamos llegando, si voy con mi prima.
Nunca he visto en persona a los amigos de mi primo, se quienes son pero tampoco estoy tan metida en su mundo.
—Vaya caliente.
Sin decir nada más salimos del portal y nos montamos en su coche. Por el camino tampoco hablamos mucho, su música suena de fondo y el canta de vez en cuando. Llegamos al sitio donde creo que van hacer un concierto. Está a reventar ¿Tanta gente los escucha? Pasamos por una puerta que hay en la parte trasera, un hombre bastante musculoso nos guía hasta una salita. Abrimos la puerta y me sorprendo al ver que tan solo hay cinco personas.