Capítulo 5

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Jennie salía del pequeño hospital de aquel pueblo, los demás sobrevivientes al accidente aún estaban siendo atendidos y ella pudo retirarse al tener solo un corte.

Llegó al hotel que había reservado, solo era una pequeña choza y así habían seis más para turistas. Se sentó en la cama y dejó su mochila a un lado, lo había recuperado después de horas, tenía que pasar la inspección.

Observó la hora y eran las cuatro de la mañana, decidió dormir y tratar de olvidar lo del accidente, aún le afectaba lo que había pasado con ese muchacho. Lisa la veía sentada en el escritorio y lamentaba ver aquella pequeña lágrimas resbalar por su mejilla.

_Ese muchacho está bien...- pronunció en un murmullo - te afecta aunque solo lo conociste unas horas...- Jennie comenzó a sollozar en silencio, no le gustaba ser tan sensible - él está agradecido...por tratar de ayudarlo. No fue tu culpa, Jennie.

Rosé se mantenía en silencio, también lamentaba verla así, desde niña es alguien muy sensible, y eso solo la lastimaba a ella.

_Otra vez la ayudaste...- Rosé no quitaba la mirada de Jennie - la protegiste de que cayera.

_No fuí yo, solo fue suerte.

_¿Esperas que te crea?

_Cree lo que desees, hermanita - sonrió - tú solo encárgate de cuidar muy bien de ella - desapareció.

_Siempre tan sarcástica - Rosé desapareció también, rodeando la casa en forma de viento para vigilar.

***

Lisa aparecía en medio de un bosque, los árboles eran altos, dejando pasar poca luz de la luna. Los pasos de Lisa eran tan suaves, que parecía estar flotando. A la distancia, una pequeña niña de seis años corría entre llanto, su labio sangraba y su pómulo se mostraba de un color morado.

Sus pasos frenaron al ver una figura entre la oscuridad, de pie en medio del bosque. La niña retrocedió asustada y cayó sentada sin dejar de sollozar. La figura tenía traje y un sombrero, sus ojos eran rojizos, mirándola.

Era Lisa, se acercó a pasos tranquilos y se inclinó frente a ella, su mano fue a su mejilla, mirando con detenimiento los golpes en su pequeño rostro.

Los ojos de Lisa se conectaron con los de la niña y observó toda su vida de manera rápida, como flashes. Lisa cortó la conexión y dejó su mejilla, la niña estaba temblando, temía incluso llorar.

_No huyas de casa - pronunció en una tranquila voz - regresa.

_No - negó - mi mamá me pega - la sangre de su labio seguía goteando - no cociné bien.

_¿Sabes qué es lo que más detesto en el mundo? - la pequeña negó - que alguien se aproveche de su poder.

_Yo también lo odio - Lisa sonrió de lado ante su respuesta.

_Regresa, niña. Tu vida va a mejorar, te doy mi palabra.

_N-no...mi mamá...

_Tu mamá ya no está - esto dejó confundida a la niña. En la cabaña dónde vive la pequeña, su madre se había convertido en polvo y Jisoo limpiaba con una escoba y un pañuelo en la cabeza - ya no te pegará.

_¿Voy a vivir sola?

_No, te daré algo valioso - sonrió, a su lado un ángel de armadura negra apareció, la niña se asustó por un momento pero aquella sonrisa del ángel le dió tranquilidad.

Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora