El viento de esa mañana golpeaba mi rostro. Aquel día había sido un tanto ventoso. El olor a tabaco inundaba mi nariz; sin embargo, no podía dejar de fumar aquella cosa adictiva que afortunadamente, aún podía conseguir fácilmente; eso llamado cigarrillo.
Yo siempre había estado en contra de las personas que consumían cigarros, o de estos en sí, o de fumar en sí, pero... Por alguna razón sentía que no podía dejar de hacerlo estos últimos días.
Ese recurrente sentimiento de indiferencia, soledad, frustración o... ¡Lo que sea!; recorría mi cabeza constantemente, pero, ¿de dónde provenía aquel sentimiento?, ¿qué me hacía falta?, ¿por qué me sentía así?, ¿qué es lo que va mal conmigo?... Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, desafortunadamente. Se supone que debería de estar bien, ¿no?, últimamente no se habían perdido vidas, mucho menos de uno de mis amigos o personas cercanas. Todos gozaban de buena salud, nadie está herido gravemente; pero, yo sigo aquí, sintiendo como ese punzante sentimiento horrendo me atormenta cada día más y más.
Bueno, no todo es tan malo, creo. Hace unos días me he percatado de que Tobin se ha comportado de una manera más... Cercana a mí.
Parece siempre intentar coquetearme o algo por el estilo, aunque tal vez puede que sea obra de mi imaginación, o tal vez no, pero definitivamente me doy cuenta ahora de que no es algo bueno ni malo. No es como si me fuera a servir de consuelo o algo así, pero me gustaría que así fuera.
Claro, no con él.
Y ahora vuelvo al punto de inicio, fumar. ¿Por qué siempre pienso o sobrepienso mucho cuando fumo?, es raro la verdad, pero creo que, el cigarrillo es el alivio que me gustaría tener en vez de tener a Tobin detrás mío. El cigarro aparte de ser un desahogo, también es un incentivante, pero... ¿De qué?.
Yo que sé.
Mi mirada se queda estancada en lo que parece ser la nada, en un punto inexistente, irreal o que no existe. Sentí como alguien se aproximaba a mí, pero no le di importancia, más solo me limité a darle otra calada al cigarrillo que tenía en mano, hasta que aquella persona me había sacado de mis pensamientos.
—Carol... ¡Hey! —eso último que me dijo Daryl me sacó de mis pensamientos— ¿Qué pasa contigo?, ¿estás bien? —al decir esto lo noté bastante serio, ¿por qué habrá sido?
—Ah, Daryl. Hola, ¿qué pasó? ¿Por qué la pregunta? —no entendía muy bien su seriedad, así que me tocó preguntar por ello.
—Eh, has estado fumando demasiado y el olor que desprende tu cigarro está incomodando al resto. —al escuchar eso, intenté ocultar disimuladamente el pequeño recipiente en el que había estado apagando mis cigarrillos y dejandolos al terminarlos, algo así como un cenicero. Mis esfuerzos fueron en vano porque al parecer él se dio cuenta de lo que estaba haciendo, oh no.
Al percatarse de lo que estaba haciendo, no intentó arrebatarme lo que ocultaba para que él pudiera verlo con detalle, pero si que puso una cara aún más áspera y algo enojada al ver por unos instantes aquello que no quería que viera.
—¿Qué?... Carol, mira cuanto has estado fumando. Con razón las personas están que se incomodan.
No les presté mucha atención a lo que había dicho, pero el tono en el que lo había expresado, me dejó pensando. Se escuchaba como decepcionado o enojado.
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The Smoke [Carol & Daryl] TWD
FanfictionEl cigarrillo, su mortificación; él, su adoración. Cuanto más asesine, más ética perderá. Tonto, ¿verdad? Para ella no. Era su cruda realidad.