TRES MESES

XXXVIII

Emma

Aguardaba las ultimas cosas que me iba a llevar a la casa de mi tío Robert, era 31 de diciembre, el reloj marcaba las siete de la mañana, una noche antes había decidido irme temprano a la casa de mi tío para descansar un poco y poder ir a visitar a Sophie.

Al igual que mis abuelos maternos, mis tíos y mi abuela paterna decidieron no celebrar noche buena como la cena de fin de año un año antes por la muerte de mi padre, como una forma de guardar luto, pero esta vez decidieron solo hacer una cena a comparación de los otros años que se hacía una gran fiesta, hasta invitaban a personas que solo los llegaba a ver una vez.

Volteé a ver el calendario que tenía colgado en la pared, donde estaba marcado ese día, lo que significaba que tenía que tomar una decisión de lo que quería hacer, ¿Había algo a lo que me podía mantener aferrándome a la vida?

Recordé aquel día que contacté con alguien para que me matara, yo no tenía la valentía en hacerlo, y lo vi como una buena opción en que alguien más lo hiciera por mí. Él me había dicho que lo pensara y que en tres meses tuviera una respuesta, exactamente ese era el día.

Me quedé pensando en las cosas que me habían sucedido durante esos meses, había iniciado la universidad, conocí a más personas y, sobre todo, conocí a Adam, aunque de una forma un poco curiosa. Admito que hubo algunas situaciones que pusieron tensa durante esos meses, pero hubo más días que él me hizo sentir feliz.

Después de pensarlo por unos minutos decidí mandarle un mensaje a aquella persona:

"Lo he pensado mejor, creo que la vida no es tan mala al final de todo."

Sabía que él no iba a contestar, ni siquiera sabría si lo viera. Me volví a acostar en la cama, estaba esperando a Adam, él se había ofrecido en llevarme, para evitar tomar un autobús, lo más probable era que se encontraria lleno, por ser un día festivo muchas personas viajaban provocando un caos.

Mi celular vibro, cuando veo que era un mensaje de Adam, que me avisa que ya se encuentra en la entrada. Agarro mi maleta y bajo, escribí una nota y la deje en la mesa del comedor, no quería levantar a nadie para decirles que ya me había ido.

Al salir de la casa Adam se acercó a mi para ayudarme en llevar la maleta, la puso en los asientos de atrás de su auto, posterior me abrió la puerta del copiloto, cuando él entro me dio un beso en forma de saludo.

—¿Llevas todo? —Preguntó Adam.

—Sí, mañana me voy a regresar, por lo que no llevo muchas cosas —contesté.

Adam puso en marcha el vehículo y puso la radio, él no dijo nada, lo más probable era porque estaba viendo que me estaba quedando dormida, aunque intentaba mantenerme despierta el sueño siempre me vencía y al final terminé durmiendo en varias ocasiones.

Cuando íbamos a la mitad del camino decidí no dormir, porque cada vez me sentía más cansada.

—¿Qué vas a hacer hoy? —Le pregunté a Adam, intentando mantener una conversación.

—Nick va a hacer una pequeña fiesta en su casa, así que me ha invitado, voy a ir.

—¿Solo va a estar la familia de Nick?

—Por lo que sé, solo van a ir algunos de los hermanos de su padrastro, si te preocupa que vaya alguien más y que me enamore, eso no va a suceder —Adam sonrió de lado.

—No es eso, ¿Te llevas bien con su familia?

—Sí, lo conozco desde hace tiempo como ya lo sabes, ¿Hoy andas muy preguntona? —Preguntó Adam al voltearme a ver con el ceño fruncido.