Cuando el amor es amor no se mira el color o el sabor...
El amor es amor, eso es lo que es.
A veces vemos cosas que son y cosas que no son.
Pero el amor es esa persona que ve tus cicatrices y aún así se queda a besarlas....
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Ambos continuaron abrazadados en pleno silencio, eran solo ellos dos, la luna y las estrellas.
— ¿De qué hablasteis con Rix? —interrogo el menor pasados unos minutos.
— De muchas cosas —apoyo el mentón sobre la cabeza del castaño — De ti, de Tenerife...de qu...
— ¿Habéis hablado de mi? —cuestionó sorprendido.
— Pues si —soltó una risa floja.
— ¿No me ha avergonzado o si?
— A parte de contarme que le diste un balonazo cuando os conocisteis...—vaciló — Nada más.
— Dudaste.
— ¿Yo? No lo he hecho.
— A que si...anda desembucha.
El canario dudo un poco, le podía preguntar lo Oliver o no.
— ¿Has salido con un chaval alguna vez? —preguntó y pudo sentir a Pablo tensarse bajo sus brazos, el menor se separo de él y lo miro a los ojos.
— ¿A qué viene esa pregunta? —levantó una ceja y curvo los labios en una mueca de disgusto.
— Es que...que visto la forma en la que te mira ese tal Oli —se cruzo de brazos — Joe que te comía con la mirada —bufó girandose para apoyar su peso en el barandal con los brazos en jarras sobre este.
Pablo se mordió una sonrisa ¿Acaso Pedri estaba celoso?
— Fuimos novios un tiempo...—las palabras de su boca salían de forma lenta mirando al canario que le daba la espalda — Desde la Masía hasta dos semanas después de mi debut en el primer equipo...—explico caminando hasta quedar cerca del mayor apoyado de la misma forma que él rozando sus hombros.
—¿Y qué os paso? —preguntó con el ceño levemente fruncido.
— Me monto los cachos con una modelo catalana en un hotel en Madrid durante un viaje con su antiguo equipo —titubeo — Aún así tiempo después en el fiesta de cumpleaños de Biel nos besamos y...—aparto la mirada — ...se la chupe en el baño, lo mismo fue en Ibiza por eso no me gusta hablar de ese viaje.
La sangre en las venas del canario ardieron.
— ¿Vosotros foll...?
—¡No! ¡Que va! —lo interrumpió exaltado — Nunca...digo no dejaba que me tocase...así...ni...ahí...—explico sintiendo su rostro arder.
El canario dejó salir el aire que había retenido en sus pulmones y las ganas de golpear al chaval ese sin embargo aumentaron en su ser.
