Había mucho bullicio en una enorme sala de la cual resonaba el eco de todas y cada una de las personas que hablaban en total confusión.
No era para menos, después de todo, cada uno de ellos estaban en sus respectivos puestos, ya sea en misiones, holgazaneando por algún lugar mientras miraban las nubes o simplemente devorando toda la comida de un restaurante e incluso algunos estaban bebiendo hasta perder la conciencia en lugar de trabajar y perdiendo su dinero en apuestas.
Sin embargo, dejando de lado todo su desorden, estos se callarían repentinamente cuando la sala libero un fuerte brillo que los obligo a todos a cerrar sus ojos.
Pasados un par de minutos todos lograron recobrar la visión, notando que la habitación había cambiado completamente.
Lo que antes era una habitación completamente vacía, ahora estaba repleta de asientos con una enorme mesa en el centro junto a un extraño "muro" totalmente negro enfrente suyo, por supuesto que ellos no sabían que era una enorme pantalla que cubría en su totalidad la pared.
Además del cambio en la sala, también habían notado que había más personas nuevas que aparecieron junto con el destello y el cambio de habitación.
Cuando los vieron la mayoría estaban atónitos ya que estas personas deberían estar muertas y no de pie aquí, además de que se veían extraños por así decirlo, estaban de pie en la habitación sin ningún signo de haber sido resucitados con aquella técnica, se veían normales.
—¿Abuelo? ¿Realmente eres tu abuelo? —pregunto una mujer rubia con unas montañas en lugar de pechos, saliendo de entre la multitud para dirigirse hacia un hombre vistiendo una armadura samurái de largo cabello castaño.
El hombre se dio la vuelta viendo a la mujer rubia, al hacerlo este esbozo una gran sonrisa.
—Tsuna, tiempo sin verte, la ultima vez que nos vimos fue en la guerra y no tuvimos tiempo de charlar —dijo el hombre con una gran sonrisa.
La mujer camino hasta estar frente de su abuelo, tenia una pequeña sonrisa, pero decidió dejar esto de lado y cuestionarse toda la extraña situación que estaba pasando.
—Dejemos eso para después abuelo, ¿Cómo es que estas aquí? ¿te revivieron de nuevo con Edo Tensei? —cuestiono la rubia de nombre Tsunade.
El hombre comenzó a cuestionarse ante las palabras de su nieta, no tenia forma de explicar la situación ya que el simplemente apareció aquí de la nada, justo como ellos lo hicieron, aun estando muerto.
—No lo se, yo realmente no me siento reanimado, no siento nada relacionado a Edo Tensei, es como si... como si simplemente hubiera vuelto a la vida —dijo Hashirama, se sentía completamente renovado y revitalizado, justo como en su época dorada.
—Eso es porque no fuimos revividos por edo tensei hermano, fuimos traídos a la vida por otros medios desconocidos y no sabemos con que propósito —dijo un hombre de aspecto mas serio y frio, tenia la misma armadura que Hashirama pero de color azul y su cabello era totalmente blanco.
Ambos Senju voltearon a ver a la persona, tratándose de Tobirama Senju, el segundo Hokage, al girar para verlo también vieron a su lado a Hiruzen Sarutobi el tercer Hokage.
—También trajeron a Lord Segundo y Lord Tercero —dijo una chica de cabello rosa.
—No solo a ellos, también esta el cuarto y... ¿Quién es esa mujer pelirroja a su lado? —dijo una hermosa chica de largo cabello amarillo.
Ante las palabras de la rubia, la pelirosa miro a la pareja notando a la pelirroja quien parecía super emocionada y estando demasiado empalagosa con el rubio, de cierto modo, verla a ella le recuerda mucho a Naruto.