Un sonido y sintió como su cama se fue levantando lentamente, poniéndote en pie, pero inmóvil ya que estaba atada con cuerdas, atontado miras a tu alrededor sintiendo como tu rostro estaba tapado con vendas, dejando al aire tus ojos y tus labios.
Tus ojos comenzaron vagamente a mirar a su alrededor y se pararon en tus manos que también estaban vendadas, también esas enormes masas de carne que tenía en tu pecho estaban vendadas, que al ponerte en pie con la cama cayeron con su propio peso. Intentabas sentir tus dedos y te distes cuenta que eran más finos y frágiles, que tenías las uñas más largas, intentabas mover tus piernas que las sentías más débiles y finas.
La mujer que te estaba tratando entro en la sala y sonrió al ver que estabas animado, cogió una Jeringuilla y se acercó a ti, con sus guantes de látex, comenzó a tocar tus labios, apretándolos, estirándolos, hasta que en el labio superior le inyecto una extraña sustancia, después tu labio superior comenzó a hincharse lentamente. La doctora sonrió y al ver que estaba tan hinchado como un Frankfurt, perforo con la jeringuilla el labio inferior y nuevamente comenzó a hincharse, haciendo que tus labios fueran mas complicados de moverlos.
La mujer sonrió y llevo sus manos a las bolas que colgaban de tu pecho y las presiono moviéndolas, levantándolo para dejar que cayeran por su propio peso, haciendo que sintieras como se estiraba la piel de tu pecho, lo hacía para saber si estaban bien, que no tuvieran ninguna tara:
-Estupendo la silicona ha entrado perfectamente, que buenas sandias tienes amiguita....
Se quedo pensativa por unos segundos la doctora y observo tus nuevos pezones y los pellizco, los retorció hasta que se pusieron muy duros, miro tus ojos y sonrió al ver como se reflejaban la sensibilidad.
-La silicona tiene por dentro litros de lecha materna, que siempre esta generando litros y litros, para que los tengas cargados, los tenga hinchados.