Pablo Gavi
Pablo ya no podía huir.
—se que es algo de lo que no quieras hablar y lo comprendo, pero si no lo sueltas te va a estar reprimiendo y no es sano para ti— su hermana se acercó y el intento alejaste.
—está bien— acepto y se sentó en el sofá para comenzar a hablar. —pero necesito que me prometas que cuando te termine de contar ya no hablaremos del tema— a su hermana le costó aceptarlo pero asintió.
—esta bien Martín, te lo prometo— si hermana estaba enterada de todo, solo quería escuchar las palabras de su boca.
—fue unos días después del Año Nuevo, nos citaron a Pedri y a mi— incluso su nombre era difícil y duro de pronunciar. —y un directivo de las redes sociales nos ha advertido que si no terminábamos nuestro contracto podría terminar ahí mismo— hizo una pausa intentando calmarse, no quería llorar, mucho menos enfrente de su hermana la preocuparía más y era lo menos que quería.
—joder, lo siento mucho— "lo siento" lo que todos decían, sabía que lo hacían intentado de dar ánimos pero solo parecían deprimirlo más, no sabían lo que él sentía, no sabían cómo se sentía cada vez que recordaba que no podía estar con el chico del que estaba enamorado.
—yo estaba dispuesto a cerrar mi cláusula para poder estar con el pero no me ha dejado, ni ha querido, dijo que sería egoísta de su parte dejar mis sueños del lado por el— dejaría todo y a todos para estar con Pedri.
—no es lo justo, ni para ti ni para el, no puedes renunciar a tus sueños— intento animarlo su hermana, la odio un poco por tener razón pero asintió.
—lo haría por el, haría cualquier cosa por el, lo que fuera— su hermana lo miro con tristeza y una lágrima resbaló por su mejilla manchando un poco su maquillaje.
—tienes que seguir adelante Pablo, no puedes seguir así por el— Pablo negó con rapidez y limpio sus ojos de los que brotaban lágrimas de dolor.
—no Aurora, no puedo no estar triste, no puedo seguir adelante sin el, lo necesito— y por fin se permitió ser débil con su hermana, sabiendo que ella nunca lo juzgaría.
—que injusta es la vida con las personas que se quieren, nunca me había tocado verte tan feliz con alguien— Pablo suspiro recordando pocos de los muchos momentos que había vivido con su ex novio, hasta llamarlo así lo destruía.
—se que el me ama, pero no tanto como yo a él, no intento luchar por nosotros, me toca rendirme y aunque no quiera, aprender a vivir sin el— su hermana giró su cabeza para mirarlo y negó levemente.
—nunca debes de dejar de luchar Pablo, aunque sea mínima aun existe una posibilidad de que ustedes vuelvan y sean felices— Pablo ya no tenía esperanzas.
—no lo sé, parece todo muy poco probable en nuestra relación, y aunque sufra mucho tengo que rehacer mi vida, nunca voy a amar a nadie como lo ame a él, jamás. El era mi persona y nunca lo voy a olvidar, es mi todo, mi luz y mis ganas de vivir, mi mundo gira alrededor de él y por eso nunca lo voy a poder olvidar.
Sus palabras eran muy intensas, pero era lo que sentía, sentía todo por Pedri, menos odio, nunca podría llegar a odiar al canario.
—se que ahora todo parece muy oscuro, pero te prometo que todo va a mejorar, te lo juro— las palabras de su hermana le dieron consuelo el que había estado buscando y ni había encontrado.
—gracias— se acercó buscando contacto físico que su hermana rápidamente le otorgó.
Se abrazaron por largos minutos, Aurora consolando a Pablo mientras el lloraba e intentaba calmarse, todos sus intentos eran en vano.
—tranquilo— se balanceaba un poco en soca mientras intentaba calmarlo siendo en vano, ya que los ojos del sevillano parecían cataratas donde no paraban de salir lágrimas.
Aurora lo miraba con pena mientras intentaba reprimir sus lágrimas, tenía que ser fuerte para su hermano, era lo mínimo que podía hacer por el.
Su hermano parecía empezar a calmarse y eso la alivio un poco, seria llorando pero sus sollozos ya no eran igual de ruidosos.
—¿estás mejor?— el menor de los Páez asintió con lentitud y su hermana apartó con cariño algunos mechones que descansaban en la frente del sevillano.
—si Au, gracias por estar siempre para mi— su hermana lo miró con cariño y beso la frente de su hermano.
—claro que si Pablo, para eso estoy— vieron una película y la comentaron.
En la fila de reproducciones estaba la serie que habían visto Pedri y el en Qatar y luego en Barcelona otra vez.
Ya ni tenía sentido seguir viéndola si no estaba con Pedri, así que la paso de largo y escogió otra película que Netflix recomendaba.
Aurora se fue a dormir unas horas más tarde deseándole buenas noches a su hermano y Pablo se quedó en la sala pensando.
Luego decidió subir a su habitación y se tumbó en la cama obligándose a dormir pero, nada.
Daba vueltas y vueltas por la cama pero no lograba conciliar el sueño, últimamente no podía dormir nada y sabía que o más bien quien era el motivo.
Escucho unos pasos aproximándose a su puerta y dispuso que era su hermana para asegurarse de que estuviera bien.
Sintió unas rodillas apoyándose en la cama, y luego unas manos acariciaron su espalda, Pablo inspiró y supo quien era, su madre.
—cariño, se que estás despierto, habla conmigo por favor— rogó su madre y Pablo cerró los ojos con fuerza.
—mami, no quiero hablar de eso— se cubrió el rostro y su madre cedió y se acostó a su lado atrayendo al menor de sus hijos a su pecho.
—está bien, no prometo comprenderte pero si estar aquí contigo espero que sea suficiente para ti mi amor y si no confías en mi lo suficiente, cuando te sientas listo hablar de eso— Pablo se acercó con timidez y lo abrazo sintiendo el calor tan calido de el amor de su mamá.
—no es que no confíe en ti mami, es que es un tema que me duele mucho y nos fácil hablarlo para mi— su madre lo apretó una vez más contra ella y suspiro.
—se que debe de ser difícil cariño, pero mientras lo hables será mejor, no puedes estar guardándolo tanto tiempo— y Pablo después de estar aguanto se soltó a llorar, no le gustaba llorar enfrente de ella, le gustaba ser fuerte para ella pero esa vez se permitió no serlo.
—respira mi vida— su mamá lo jalo de los brazos para que se sentara y con la luz que entraba por la cortina la podía ver a la perfección.
Hicieron unos ejercicios de respiración que su madre guiaba en los intentos de calmar a su hijo y funcionaron.
Pablo parecía más calmado y su madre pasaba sus dedos por la espalda del menor de sus hijos y repartía besos por su cara.
—se lo qué pasó pero necesito saber cómo te sientes tu— Belen lo miro buscando respuestas en los ojos de su hijo donde solo se vía tristeza pura.
—no se ma, es todo súper difícil para mi, no quería terminar mi relación con Pedri porque estoy muy enamorado de él y lo amo mucho— su madre acaricio su mejilla y Pablo limpiaba sus lágrimas.
—mi amor...— susurro sintiéndose vulnerable al ver a su hijo en ese estado.
—es que fue el hecho de que me prohibieron estar con el— omitió la parte de que quería renunciar a su sueño por Pedri.
—la gente es injusta a veces, no saben lo que es el amor el verdad— finalizó su ladre y se recostó con su hijo mientras lo abrazaba.
Pablo le comentó cómo se sentía con cada cosa del tema, cómo se sentía al ver al canario y demás cosas.
No quería hablar con su madre porque tenia miedo de preocuparla, así que se callaba todo.
Notita de la autora: no saben lo MUCHO que me ha costado escribir esto, pero aquí estoy, muchas gracias por comentar me encanta leeros siempre os amo muchooo 💓💓
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Efímero
Fanfiction"Lo nuestro no es efímero" sollozo con ganas las lágrimas abandonaron sus ojos color miel. ¿Que pasaría si durante el mundial de Qatar 2022 Pedri se enamora de su mejor amigo? Pablo y Pedri, compañeros de equipo y selección, amigos inseparables con...