NUESTRAS MIRADAS

capitulo 12

Pasaron dos días de esa horrible noche, no eh podido hablar con milka ni con Zack, lo único a lo que me eh dedicado fue a salir de compras y pasear con maki, no quiera ni acercarme a ninguno de mis dos mejores amigo, senti que les falle, creía que iban a estar mejor sin mi a su lado, a lo contrario Maki me decía que deje de sonar tan sospechosa una mentira no le hacía mal a nadie según ella pero yo no soy así, yo sabía que tarde o temprano se iban a enterar pero iba a ser peor.
Estábamos en el centro comercial con Maki cuando derepente, empieza a sonar mi celular

–amiga nos podemos juntar a hablar hoy ? Me pone mal que estés distante con nosotros - dice la suave y delicada voz de milka

–lo siento pero no, estoy muy ocupada hoy – automáticamente cuelgo el teléfono

Estuvimos una hora más en el centro comercial con Maki, hasta que nos dirigimos a casa, cuando llegue lo único que hice fue agarrar un libro de la biblioteca de mi casa y dirigirme a mi cuarto,subí las escaleras y cuando entre me acoste en la larga y cómoda hamaca paraguaya color beige con unos preciosos almohadones violeta pastel con detalles en negro, terminé de leer mi novela y me quedé dormida.

Al despertarme veo dos preciosas caritas ,repetir mi nombre una y otra vez, eran Zack y Milka, un angel y un demonio para mi.

–Chicos que hacen acá y como entraron – pregunte con una voz dormilona

–milka hace un leve gesto con la cabeza apuntando a la puerta de mi cuarto – Afrodita nos dejó entrar

Ví su carita angelical, pero llena de maldad, apoyada en el marco de la puerta a la altura del picaporte, sacandome la lengua de forma bruzca.

–Afrodita te voy a matar –grite, mientras ella azotaba La puerta y se la escuchaba bajar las escaleras con una risa completamente malvada

– ¿por que se llevan tan bien? – pregunta irónicamente Zack, lanza una leve risa mientras se sienta en la punta de mi cama

– que quieren y para que vinieron aquí?–les digo con despreció mientras me tapo la cara con una almohada

– queremos que nos quieras otra vez, y estamos acá para tratar de entender por que nos dejaste de hablar – dijo milka sentandose al lado de Zack

– yo los quiero a los dos y no es que les deje de hablar es que quería estar sola

– deja de mentir estuviste todos Estos días paseando y saliendo con maki – dice Zack enfadado

– como saben eso? – me levanto bruscamente

– nos contó un pajarito – dice milka mientras larga una leve risa

– siento que nos estás ocultando algo y por eso te escondes de nosotros – dice mientras se acerca Ami acostándose en La hamaca

– chicos, ustedes me conocen muy bien es imposible mentir

– pone su largo y musculoso brazo bajo mi cabeza – por eso estamos acá, para que nos dejes De mentir y nos digas lo que pasa

– me recuesto en su pecho dejando caer lágrimas de mis ojos – Zack...

–dime que te pasa niña – me dice con ternura y delicadeza

– rompí la promesa...– automáticamente empecé a llorar desconsoladamente

Zack se levanta bruscamente dejando caer mi rostro a la suave almohada color violeta, mientras se dirige a la puerta, antes de abrir la puerta milka lo agarra de La muñeca impidiendo que se valla.

– de que promesa hablan? – pregunta Milka  confundido

– de algo que no te interesa, miqueas – trata de zafarse del agarre de milka

– milka déjalo ir, soy mala una amiga me lo merezco– digo mientras sigo llorando 

– Dalí, no digas eso eres La mejor persona del mundo, y sea lo que sea lo que pasó, estoy segura que se puede Arreglar – mira a Zack intimidante

– si tiene arreglo o no, no es algo que me importe – dice Zack oponiéndose a las mirada de milka

– Zack, podés razonar lo que estás por hacer ? No te importa verla llorar así ? – dice furioso

– si a ella no le importa romper promesas, Ami no me importa como ella esté – dice mientras me mira con desprecio

Milka se levanta rápidamente, y cierra la puerta con llave, Zack intenta sacarle la llave pero milka la tira por la ventana impidiendo que ninguno pueda salir

– yo sé que no es muy lógico lo que acabo de hacer, pero necesito que hablemos todos y que lleguemos a un acuerdo, vos no podés estar llorando toda tu vida otra vez pasando por lo mismo– me apunta con el dedo índice – y vos no podés ignorar a tu mejor amiga, La piba que te apoyo en todas, toda tu vida – mira a Zack intimidante

– nose de que queres que hablemos por qué es algo que a vos no te incumbe

– dijimos que entre mejores amigos no tiene que a ver secretos– me mira

– está bien – conteste secandome las lágrimas

Me senté en el piso apoyando mi espalda en la cama mirando al gran espejo que tenía al frente ellos hicieron lo mismo y  ahí es conté todo lo sucedido.

– y eso, espero que me sepas perdonar Zack – seguí llorando

– todavía sigo sin entender como mi mejor amiga me pudo traicionar así – dijo Zack – una sola cosa te pedí, ni una sola cosa podes hacer bien – elevo el volumen de su voz

– Zack cálmate – advirtió más mientras yo lloraba más fuerte – no tienes ningún tipo de derecho de gritarle así idiota

–¿el idiota soy yo? Y no ella que rompe promesas

–Zack porfavor – llore aún más – perdóname pero es algo que no pude evitar

– si lo podias evitar, nadie te apunto con un arma en la cabeza y te obligó a hacerlo– eso que dijo sonó muy personal pero no le di mucha importancia

– Zack porfavor entiéndeme no lo volveré a hacer

– Zack se levantó y se puso enfrente de mi y ví que sus ojos estaban más oscuros que lo normal – ya no se si las cosas que dicen son verdad o mentira Dalía, ya no te creo

Zack salió de enfrente mío y se fue a la puerta de mi habitación agarro una copia de las llaves que estaban arriba de mi mesita de luz y se fue dando un portaso.

Milka me acerco a su cuerpo y nos fundimos en un abrazo mientras yo lloraba cada vez más fuerte.

El se quedó conmigo un rato más para poder calmarme.