9

58 4 0
                                    

- ¿¡Pero cómo vas a dormir con Logan!? Eso... eso está mal...

Nada más llegar Peter, después de una conversación demasiado arraigada con su padre, solo quería desahogarse un poco con el Omega. Necesitaba algo de apoyo tras las sandeces que decía su padre. Así que, nada más llegar fue directamente a su cuarto, donde el otro estaba recién aseado y dispuesto a ir a dormir.

Al Omega le dio pena dejar solo al Alfa, pero ya le había prometido a Logan ir con él. No había otra opción, tarde o temprano se enteraría. Y al ver la carita de pena que le ponía el Peter Alfa, no tuvo más opción.

- ¿Por qué estaría mal?

- No es justo...

- ¿Tú también me dices que no es justo? Lo que no es justo es que haya tenido que conocer a todos mis Alfas destinados en condiciones deplorables en donde literalmente casi me matan. Eso es injusto, no que duerma con un Alfa random que me seguirá haciendo de comer.

El Alfa calló y le siguió mirando con cara de cachorro. Peter Omega estaba sentado en el filo de la cama mientras que el otro se sentaba en el suelo y se apoyaba en la cama. Este le acarició la cabeza al Alfa, haciéndolo sonreír.

- ¿Tus Alfas no se enfadaran cuando se enteren?- preguntó mirando al otro desde abajo.

- Si se enfadan pues que se aguanten. Es natural que yo tenga más Alfas, así que si no quieren entenderlo pues que se busquen a otro Omega que los acepte.

- Tienes razón. Que les follen, a ti ya te follarán otros.

El Omega se rio mientras se echaba la mano a la frente, haciendo que el Alfa también sonriera.

- Pero enserio, ten cuidado y que Logan no haga nada que no quieras... por favor. Grita e iré a ayudarte. Aunque no creo que pase nada, parece muy rudo pero es muy tímido.

El Omega agradeció sonriendo y le revolvió el pelo. Para seguidamente levantarse y salir de la habitación. Por alguna razón, el Alfa se quedó mirándolo hasta que cerró la puerta y su expresión pasó a ser triste. Si que le parecía injusto.


Peter entró a la habitación de Logan, el cual ya estaba dentro. Llamó sin avisar, no fue extraño verlo justo poniéndose la camiseta. Fueron unos segundos los que el Omega pudo ver algo de su espalda y abdomen. No le extrañó ver uno músculos perfectamente definidos y tonificados. Él era el único que se levantaba por la mañana temprano y se iba a correr sabe Dios cuantos kilómetros. Además de una rutina de ejercicios muy bien seleccionados. Eso no cambia que la sorpresa fue grata.

- ¿Qué?- preguntó Logan sacando a Peter del trance.

- Vengo a dormir.

- Pensé que no vendrías. Ya que te encerraste en la habitación que Peter...

- ¿Celoso?- Peter preguntó después de una risilla.

Se iba acercando poco a poco a la cama. Logan ya se había tumbado, así que no tardó Peter no tardó en gatear hacia él y colocarse a su lado. Ante la nula contestación de Logan volvió a reír.

- ¿Quieres hacer algo antes de dormir?

La usual vergüenza de Peter hervía en su pecho, pero poco a poco se fue consumiendo viendo la timidez del Alfa. El cual solo se tumbó de lado, mirando a Peter y negando con la cabeza con los ojos cerrados.

- ¿Solo dormir?

- Tú dijiste que sería dormir, respetaré eso. ¿O acaso era otra cosa?

Peter sonrió viendo que Logan lo miraba. Se dio la vuelta para tumbarse de espaldas a Logan.

- Buenas noches.~

- Oye. No me dejes con la pregunta sin contestar.

Sin respuesta. Logan frunció el ceño. Cogió de la camiseta a Peter y lo arrastró hacia si mismo, dejando la espalda del Omega justamente pegada a su propio pecho. Esto sobresaltó a Peter, pero lo que más lo sorprendió fue el como rodeó su cintura con uno de sus brazos. Para que el otro lo pasara por debajo de su cabeza y así abrazando su cuello y pecho.

- ¿Acaso era otra cosa?- preguntó Logan de nuevo, esta vez en un tono más bajo y directamente en su oreja.

El aire caliente de la boca del Alfa hizo que la piel de Peter se erizara por todo su cuerpo. Quedó mudo ante la acción de Logan pero no iba a decir que no lo disfrutó. Mordió su labio inferior con una sonrisa de pillo, estaba entusiasmado con la idea de poder tener a Logan también para él.

- No dije nada específico.

Peter notó una risa nasal detrás suya seguida de una presión en la almohada, dando a entender que Logan había apoyado su cabeza en la almohada. Logan hundió su cara en el hueco del hombro de Peter, estando entre su cuello y la almohada.

- Prefiero quedarme así.

Palabras que sorprendieron a Peter. La sorpresa brotó en él como una flor en primavera, desplegando pétalos de incredulidad y admiración ante la revelación, que se alzaba como un sol inesperado en el horizonte del silencio.

- ¿Quieres dormir así? ¿O prefieres que me dé la vuelta?

Tras un pequeño momento de reflexión, Logan abrió ligeramente los brazos, dándole a entender a Peter que prefería tenerlo de frente. A lo que el Omega cumplió los deseos del mayor y se dio la vuelta.

Logan, con sus hombros anchos y marcados como la roca tallada por el tiempo, envolvió a Peter en un abrazo que desafiaba la realidad misma. La firmeza de sus brazos era como una muralla protectora, una promesa de que, al menos en ese instante, no había amenaza que pudiera traspasar la fortaleza de aquel abrazo. Cada músculo de Logan parecía empeñado en sostener el peso del mundo, y en ese abrazo, Peter sentía la seguridad de quien abraza una verdad incuestionable.

A pesar de la tensión que aún se aferraba a sus pensamientos, la delicadeza de Logan se filtraba entre las grietas de la incredulidad. Sus dedos, grandes y cálidos, acariciaban la espalda de Peter con la suavidad de un viento que acaricia la superficie de un río tranquilo. Era una caricia que desafiaba la lógica, como si el mismo secuestrador que había oscurecido su mundo estuviera tejiendo hilos de consuelo en su alma.

Peter, estaba enredado en la dualidad de sensaciones, no podía negar la sorpresa que lo invadía. ¿Cómo podía sentirse tan seguro en los brazos de quien, hasta hace poco, había sido su captor? Pero a medida que el abrazo persistía, la resistencia de Peter se desvanecía como las sombras ante la luz del amanecer.

En ese rincón inesperado de conexión, el pulso de Logan resonaba en el pecho, un latido constante que se convertía en un arrullo tranquilizador. A pesar de la confusión, Peter se permitió cerrar los ojos, sumergiéndose en la seguridad relativa de aquel abrazo. El cansancio que había llevado como una carga desapareció gradualmente, como si las batallas internas se disolvieran en el bálsamo de aquel abrazo fuerte y delicado.

Y así, entre la firmeza de los brazos de Logan y la dulzura que emanaba de sus gestos, la resistencia de Peter se desmoronó. A medida que se dejaba llevar por la calidez que solo aquel abrazo le ofrecía, el peso de la desconfianza se desvaneció. Peter, finalmente, se rindió al agotamiento, quedando dormido con el sonido constante y reconfortante de los latidos del corazón de Logan como la melodía que lo arrullaba en su sueño reparador. En ese abrazo inesperado, Peter encontró un refugio improbable, una paradoja que desafió las expectativas y le mostró que, a veces, la seguridad puede surgir de los lugares más impredecibles.

Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora