CAPÍTULO CINCO

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¡Qué Demonios!

Habían conducido como locos casi hasta el otro lado de la ciudad sólo para estar estacionados frente una lavandería de ropa 24/7. Seguramente Jin se equivocó con la dirección.

-Kook ¿estás seguro que esta es la dirección? -preguntó Jin perplejo y todavía muy asustado. Las imágenes se reproducían una y otra vez en su cabeza y el miedo hacía que la bilis subiera por su garganta. Agradecía hasta cierto punto haberse saltado el desayuno, pero ahora su estómago dolía en verdad.

-Sí, esta es la dirección. No puedo creer que nos tomaran el pelo y nos enviaran hasta aquí. ¿Qué carajo sucede con esta gente? -chilló el pelinegro exasperado. -¿Qué vamos a hacer ahora? Salvatore va a matarnos. ¡Pronto seremos dos bonitos idiotas muertos por ver algo que no deberíamos haber visto! -exclamó furioso para luego romper en llanto.

Jin soltó su cinturón de seguridad y abrazó a Jungkook, el modelo pelinegro hundió su rostro en el pecho de su ex amante y lloró. Tenía miedo, realmente estaba aterrado. No había otra forma de describir cómo se sentía ahora y no podía creer que los brazos que ahora le consolaban eran del mismo hombre con quién tenía una relación de amor/odio. Incluso en el estacionamiento, Jin lo había cubierto con sus brazos y cuando los perseguían se había asegurado en que Jungkook subiera primero al auto, poniéndolo a salvo. Pero mentiría si dijera que no estaba enojado todavía con él.

Seguía molesto y herido con Jin, se soltó de sus brazos y se disponía a bajar del auto cuando la ventana del conductor fue golpeada. Gritaron aterrorizados pero una identificación del FBI fue puesta contra el cristal para que pudieran leerla. Cuando bajaron del auto por fin, dos agentes los estaban esperando. El primer agente era con quien habían hablado, Nikholas Archer y el agente Samuel Lennox.

Los resguardaron hasta la lavandería que terminó siendo sólo una fachada, les informaron que ahí les tomarían sus declaraciones y luego serían puestos en protección a testigos, su testimonio al parecer era increíblemente importante y estaba en enlazado con otros cuatro asesinatos. Según el agente Archer les explicó, la muerte del Senador Harrison era la quinta muerte de un político del partido democráta que estaba buscando la aprobación de la ley "White Whale" una ley anticorrupción que estipulaba la revisión de todos los antecedentes y conexiones de quienes querían un espacio en la política del país. Patrick Harrison era la quinta víctima, con él habían desaparecido otros tres senadores y un diputado. Aunque en realidad eran seis asesinatos, ya que el esposo del diputado Max Johnson, Leo Johnson también había sido ejecutado. El artista plástico había sido el único testigo de lo que había pasado con su esposo y quienes habían estado ahí.

Después de saber todo esto Kook quería vomitar, tremendo problema que tenían entre manos. Él tendría que mudarse, pero a Taquito eso lo haría infeliz, él estaba acostumbrado al tío Gi, al tío Jimin, a los tíos Nam y Hobi, ellos eran quien llevaban a Taquito a visitar a su otro padre. Custodia compartida lo llamaban ellos. Además el piso donde vivía era muy amplio y cómodo, sin contar con que estaba en un sector exclusivo.

Fue sacado de sus pensamientos cuando les dijeron que tomarían sus declaraciones.

Habían pasado las últimas cuatro horas recordando hasta de qué color eran las medias de Genovese, si había dicho algo, quiénes estaban con él, etc. En este punto Jungkook estaba cansado, con hambre, preocupado por Taquito, pegajoso y lo único que quería era una ducha y una cama.

Con el resguardo de los detectives y fuerza policial fueron llevados al hotel Beverly Marriot, pasarían allí la noche y luego serían puestos en diferentes lugares sin que nadie, ni siquiera ellos mismos, supieran donde estaba el otro testigo. Era adecuado, quizás su Time Out lejos verdaderamente de Jin serviría para curar al fin su corazón.

-Nosotros tenemos la custodia compartida de nuestra mascota -les informó Jin, haciendo que Jungkook girara para verle tan rápido que parecía que repitió la escena icónica de El Exorcista.

-Pues lamentablemente tendrán que decirnos donde pueden dejar a su mascota, un custodio ya que no puede ir con ustedes. En caso de presentarse una emergencia ustedes serán desplazados inmediatamente, no podemos cuidar de ustedes dos y un tercer involucrado que podría ponerlos en peligro si necesitaran escapar.

-No. Yo no voy a dejar a Taquito con nadie, él tiene una rutina sabe y no se quedará sin ella -refutó Jungkook enseguida.

-Cariño...

-No, ya lo dije. Además, no me llames así Seokjin, no tienes derecho a hacerlo más -le gritó y se puso de pie dirigiéndose a la mesa donde había una cafetera justo en el momento que el oficial Lennox entraba con Subways para todos.

Jin bajó los hombros derrotado, Jungkook jamás le perdonaría. Él todavía amaba muchísimo al pelinegro y sabía que Kook aún lo amaba, pero él mismo Jin había defecado sobre su relación y eso le mataba cada día. Había intentado seguir adelante y salir en una cita, el lugar había sido muy bueno y el hombre en cuestión muy divertido pero no era Kook. Quedaron como simples amigos después de eso y no lo volvió a intentar.

-Es hora -dijo Samuel Lennox y ellos fueron escoltado a autos blindados con dirección al hotel. Mientras el Porsche de Jin estaba siendo plantado en un barrio de alta peligrosidad y desaparecía tras un gran incendio que entretendría a la gente de Genovese, dándoles unos minutos extras.

Entiéndanle al Kookie, está con hambre 🤭🤭🤭
Más tarde subo otro capítulo, nos leemos después💜

MAL DÍA PARA VERTE (JINKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora