Mi Mejor Amiga... 🎶

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—No sabes cuánto te agradezco que me hayas acompañado a hacer mis compras— dije mientras me dejaba caer en la silla, estaba exhausta, habíamos pasado toda la mañana de tienda en tienda comprando ropa y zapatos.
—No tienes nada qué agradecer, tenía que comprar algunas cosas yo también...— dijo Akiho mientras se sentaba enfrente —Pensé que Sakura nos acompañaría, después de todo son mejores amigas y casi a todos lados van juntas.
—La invité, pero me dijo que no podría venir— di un sorbo a mi café —¿Qué te parece si vamos a hacernos skincare facial cuando terminemos nuestras bebidas?
—Me encanta la idea, pero ya no quiero estar cargando con tantas bolsas.
—Y aún falta el maquillaje— mencioné riendo un poco —Pero tienes razón, hay que ir a dejarlas al auto.
—Espera, hay que descansar aunque sea solo 5 minutos.
—Claro— saqué mi celular para distraerme un poco en las redes sociales.
—¿Y cómo va tu relación con Eriol?— soltó repentinamente mi acompañante, casi podía sentir como se me atoraba el café en mi garganta.
—Ja, ¿Cuál relación?
—¿Acaso no son novios?
—No, él no me lo ha pedido y yo no tengo prisa, ¿Por qué preguntas? ¿Acaso te interesa?
—No, de ninguna manera, es solo que, acabo de ver cómo se sentó Eriol en la misma mesa que Sakura...

Volteé de inmediato, ¿Cómo podía haber aceptado una salida con Eriol en vez de conmigo? Miré atentamente y con ellos también se encontraba su prima, la fastidiosa Nakuru, era muy posible que no estuvieran en una especie de cita pero entonces, ¿Qué hacía Sakura ahí?
—Vamos a saludarlos— dijo Akiho.
—¡No!— le lancé una mirada fulminante —Hay que esperar para ver qué sucede y si es necesario, hay que seguirlos.
—¡Estás loca Tomoyo!
—No será todo el día, solo un rato...— volteé de nuevo para espiarlos, toda esta situación estaba siendo confusa e incomoda, ella era mi mejor amiga en el mundo y no se atrevería a traicionarme, solo tenía que esperar un poco para saber que todo estaba siendo un malentendido y yo estaba exagerando, ¿o no?

Las cosas comenzaron a ponerse peor cuando se unió una cuarta persona a la mesa de Sakura, era el chico que habíamos visto en el restaurante aquella vez, al que le pedí que le diera mi número, al que despertó un interés genuino en mí, al que estuve esperando por un mensaje suyo, estaba justo frente a mí sentándose en la misma mesa que mi mejor amiga, —¿Sakura me había traicionado?— me pregunté a mí misma por primera vez, de hecho ni siquiera tenía sentido la cuestión, no es como si fuera a perder mi amistad con ella por un simple chico, pero tampoco quería a mi lado a una amiga que decidía mentirme. Quise irme inmediatamente, mis piernas no me respondían hasta el momento que los vi ponerse de pie a todos, me levanté mecánicamente y caminé muy detrás de ellos, ni siquiera me fijé si Akiho venía conmigo o no.

Los seguí a través de las tiendas de ropa que ya habíamos visitado ese mismo día, también los seguí hasta la tienda de autoservicio y cuando entraron a la tienda de videojuegos llegué a mi punto máximo, estaba totalmente enfadada, ninguna de mis ideas tenían ni pies ni cabeza, no sabía por cual de todos los motivos estaba enojada, ¿Por Sakura? ¿por Eriol? ¿Shaoran? Dejé de darle importancia y me di media vuelta para regresar al auto en el cuál estaba Akiho esperando distraída en su celular.
—¿Cómo te fue?— preguntó sin apartar su mirada del teléfono.
—Mal— suspiré sin fuerza colocando ambas manos sobre el volante y recargando mi cara sobre estas.
—¿Quieres contarme?
—No— puse en marcha el auto, me encontraba decepcionada, enojada, confundida entre otras emociones más que no sabía en qué orden de prioridad poner.

Conduje hacia la casa de Shinomoto con la mirada perdida, me demoré cerca de 30 minutos en llegar hasta allá, ninguna de las dos hizo el intento por hablar, una vez que llegamos a su casa, me puse en marcha a la mía, la cuál seguramente estaría vacía ya que me habían comentado mis padres que saldrían a cenar. Subí a mi habitación y boté las bolsas de las compras, me tiré en mi cama y miré el celular, realmente no sabía qué quería hacer con él, tal vez distraerme o escribirle un mensaje a Sakura, pero simplemente me quedé observándolo, en ese momento lo entendí, estaba triste.

A la mañana siguiente la sensación fue peor ya que cada vez que me pasaba algo triste o algo feliz corría a contárselo a ella pero esta ocasión no era posible, mantenía mi celular en las manos con el chat de Sakura abierto, escribía cualquier cosa y la borraba, intentaba aunque sea iniciar una conversación normal pues no encontraba el valor de decirle nada sobre lo que había pasado el día anterior. Azoté el teléfono en mi cama y me metí a bañar, después tomé mi ropa que me habia comprado el día anterior y me maquillé un poco, tomé las llaves del auto y salí de mi casa, tenía claro a dónde tenía que ir.

Seguí de cerca el tren que llevaba hasta la estación de Yokohama, pude encontrar rápidamente el restaurante gracias a los puntos guardados de mi maps, me estacioné y antes de darme el lujo de titubear me bajé y entré al establecimiento, si no era ahora, no lo haría nunca.
—Buenas tardes, bienvenida— me dijo la host.
—Buenas tardes, solo vengo a ver a una persona— sonreí.
—¿Gustas que le llame?
—No hace falta, allá está— señalé —Con permiso.

Me libré de la chica de inmediato, ni siquiera volteé a ver si intentó detenerme o algo parecido, por lo que caminé con paso decidido hacia donde él estaba, llegué tan pronto que no terminé de elegir correctamente mis palabras —¡Hola!— le dije casi gritando, ¡Qué horror! —No creo que te acuerdes de mí, vine un día después de navidad con mi familia y le pedí a Sakura que te diera mi número...— comencé a divagar y sin darme cuenta había metido la pata, la mencioné a ella, ¡Demonios! —En fin, me llamo Tomoyo y estoy aquí porque me pareces muy atractivo y quiero invitarte a salir— quedó atónito ante mis palabras, por lo que decidí continuar —¿Qué te parece si espero a que termines tu turno y vamos por un café?
—Lo que pasa es que mi compañero Yamazaki tomó la tarde libre y debo cubrir su turno.
—Ya veo, ¿entonces qué te parece mañana? ¿O el fin de semana? Prometo que será muy divertido.
—Estoy seguro de que sí pero realmente no puedo, la próxima semana comienzan las clases así que tengo que terminar los proyectos y tareas que me hacen falta.
—No hay nada que pueda hacer para convencerte, ¿Verdad?— lo miré con un poco de tristeza, él simplemente me sonrió —¿Al menos puedo tener tu número para platicar de vez en cuando?

Lo vi un poco dudoso e incómodo, justo como yo me sentía de saber que mi mejor amiga y el chico que me gusta estaban saliendo, así que si uno estaba incómodo, lo estaríamos todos.
—045-0713— comenzó a dictar, velozmente saqué mi cel para anotarlo —3097— finalizó.
—Genial— marqué para asegurarme de que fuera el número correcto, en efecto sonó el teléfono —Entonces, quedamos de acuerdo para salir en alguna ocasión.
—Amm... si, debo seguir trabajando.
—Cuídate— despedí agitando mi mano mientras se alejaba, una enorme sonrisa se me dibujó en el rostro y una sensación de satisfacción invadió mi ser, haré lo que sea para que se fije en mí.

Strawberry ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora