I Just Wanna Be Yours - James Potter

capítulo 4

   La fiesta ya había empezado en cuanto llegamos a la sala común. Estaba completamente a oscuras, salvo por las luces láser de color verde que apuntaban a todos lados. La música retumbaba contra las paredes y la gente cantaba y bailaba. En cuanto entramos el equipo nos recibe con la primera ronda de bebidas. Ya los conozco, la primera ronda es una mezcla horrible y fuerte que pudieron inventar. Y lo confirmo en cuanto tomo el shot y siento mi garganta arder en llamas con el amargo y áspero sabor que baja por mi garganta.

—¡VAMOS A BAILAR! —Me grita un ebrio Theo cómo si estuviera a diez metros de él, a pesar de estar junto a él.

Así comenzó el festejo. Entre rondas de bebidas que no paraban de llegar y bailando cada canción que el Dj ponía. Sin consideración al sufrimiento que nos dará esto por la mañana. A mí me espera una dosis de James insoportable Potter a las siete de la mañana.

   Pierdo de vista a Theo casi de inmediato, pero no me preocupo ya que seguro que está en alguna ventana fumando o ya encontró con quién divertirse en la fiesta. Es algo que siempre hace cuando salimos, va a aparecer a las dos o tres horas diciendo que está aburrido y se quiere ir, pero no antes sin otra ronda de shots. Lo voy a terminar ayudando a caminar hasta su cuarto, pero se molestará y empezará a darme un sermón de que no soy su madre, que él puede solo, hasta quizás llore diciendo que nadie cree que él puede solo. Caminará en ocho hasta su cama y caerá desmayado. Se despertará al mediodía-tarde jurando que él no estuvo tan mal y el alcohol no le hizo efecto. Negando todo lo que pudo haber hecho la noche anterior.
   Todo Slytherin se encontraba en la sala común bailando, incluso entraban personas de otras casas festejaban nuestra victoria, en especial los que ganaron la apuesta que organizaban los Hufflepuff. Salvo los Gryffindor, obviamente. Muchos pasan dándonos las felicitaciones por la gran victoria, tomando unos tragos con el equipo, alardeando la cantidad de dinero que ganaron y algunos agradeciendo, luego se van a seguir con la fiesta.    Angelina se acerca a bailar conmigo tomándome por la cintura y guiando mis caderas. <<¡Relájate!>> Grita sonriendo. Sus dientes perfectamente blancos realzan su belleza, sus labios que brillaban con el gloss color chocolate, el cuál me sorprende que siga en su lugar. Mueve sus puntiagudos hombros descubiertos y se lleva la mirada de todos. Me dejó llevar por su indiferencia. El ambiente se vuelve sofocante por la mezcla de sudor, humo de los cigarrillos y la máquina de humo en la caja del dj.
  
—¡Voy a buscar algo para beber! —Le aviso. Responde asintiendo con la cabeza mientras seca el sudor de su frente con su mano.

   El alcohol no se había terminado gracias a nosotros. Una tarde, todos los de último año nos pusimos de acuerdo para investigar el hechizo que convertía el agua en alcohol, fue una buena forma de comenzar el año. Esto se convirtió en tradición, los de último año investigan y organizan las fiestas, sin decirle nada a los de sexto año para que al siguiente año sigan el ritual.
   Busco entre los vasos medio vacíos alguno sin usar, pero fue imposible. Tiro el contenido en otro vaso y me sirvo un trago.

—Muy lindo acto el que hiciste en el partido —Escucho a mis espaldas. Me giro para ver a un chico que no conozco, pero es atractivo. Usaba camisa blanca arremangala hasta los codos, pantalón negro, su cabello rizado algo alborotado, pero no le quita lo elegante.

—Me alegra que te haya gustado, siempre me gusta sobresalir.

—Creeme, lo haces —Está coqueteando—. Eres lo único que puedo ver desde que entraste a la fiesta.

   Le sonrío antes de darle un sorbo a mi bebida.

—Y a vos, ¿Te gusta sobresalir vistiendo elegante para las fiestas?

—Solo cuando quiero llamar la atención de alguien como tú.

Encantador.

—"____" —Tiendo mi mano al presentarme.

—Andre —Me acepta el saludo y mantenemos el contacto visual.

   Lo próximo que sé es que me estoy besando con éste chico y subiendo las escaleras hacia mi dormitorio. No me juzguen. Para este punto de la fiesta ya estaba demasiado ebria, está es la celebración por nuestra victoria y no me había permitido ser así de espontánea en mucho tiempo. Y en este estado, si todo sale mal, simplemente no lo recordaré. Merlin bendiga el alcohol y sus síntomas.

                                              ๑

   Despierto con el sonido de mi alarma que suena como un taladro directo en mi cerebro. Me estiro hacia mi mesa de noche y siento el peso del brazo de alguien en mi cintura. Su cabello dorado cubría la mayor parte de su rostro, intentaba recordar quién era, pero solo habían lagunas. Llegamos a la fiesta, comenzamos a beber, Theo vomitó todo lo que bebió para tomar el doble. De todo lo que podía acordarme, recuerdo ese asqueroso momento. ¡Merlin! No tengo ni idea de cómo se llama este chico.
   Quito delicadamente su brazo y comienzo a cambiarme lo más silencioso que puedo, para no despertarlo. Si no recuerdo haberme acostado con él; si no recuerdo su nombre; mínimo puedo dejarlo descansar. Siento el frío suelo en cuanto me alejo de la oscura alfombra y mis pies tocan la piedra. Tomo mis cosas y abro la puerta para irme.

—Te escabulles —Habla con la voz ronca y se sienta en la cama para estirarse—. No crei que había estado tan mal como para que te escaparas a primera hora en la mañana.

—No. Lo siento —Rio con nerviosismo, sin saber que decir.

—Está bien, estábamos ebrios —Comienza a vestirse con su ropa que estaba en el suelo—. Lo entiendo.

   Sí, tengo buen gusto hasta cuándo estoy ebria. En cuanto se acerca para irse, lo detengo para besarlo. Algo que lo sorprende, pero no me aparta. No recordaba nada de lo que había pasado anoche, esto era para confirmar sí debo volver a hablarle o está es la última vez que lo veré en mi cuarto. No está nada mal. Tiene un agarre fuerte en mis caderas, como si fuera a escaparme o derretir . Y de pronto lo recuerdo, son las siete y James me espera en la biblioteca.

—Mm. James —¿Por qué comencé diciendo eso?

   Me suelta de inmediato y da un paso atrás.

—Tu novio, entiendo.

—No no no —Lo detengo—. No. No —Rio y él me mira confundido—. Es mi compañero de trabajo, me está esperando en la biblioteca.

   Aclaro rápidamente y su mirada de miedo y culpa se suaviza.

—Entonces... ¿No hay novio?

—No hay novio —muerdo mi labio y ahora me sonríe con interés.

   Insiste en no retrasarme y es el primero en irse. Algo me dice que nos volveremos a ver.

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Hola!!! Cómo les va? Cómo va su año?

Espero que les esté gustando la historia...

Y hablando de historias, cuando piden con Remus... Es un Remus de los merodeadores? O un Remus profesor de Harry Potter?

Los leo 👐