O3: Refugio en el agotamiento.

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Tinn regresó exhausto después de un día agotador en la universidad. Sus hombros caídos y su paso lento reflejaban el peso de las horas de estudio y prácticas. Entró en el departamento con un suspiro, cerrando la puerta suavemente tras de sí.

Gun, quien se encontraba en la sala con su guitarra en mano, notó de inmediato la fatiga en el rostro de Tinn. Sin decir palabra, se levantó y se acercó a él, dejando la guitarra a un lado para recibirlo con los brazos abiertos.

"Te ves realmente agotado" Murmuró Gun, envolviendo a Tinn en un abrazo reconfortante.

"Tuvimos una sesión de laboratorio extra larga hoy" Explicó Tinn, dejando que la tensión abandonara su cuerpo al sentir el apoyo reconfortante de Gun.

"Ven, siéntate" Sugirió Gun, guiándolo hacia el sofá y haciéndolo acomodarse con cuidado.

Sin necesidad de que Tinn dijera nada más, Gun se ocupó de mimarlo. Se apresuró a traer una manta suave y esponjosa, cubriendo a Tinn con ella con ternura. Luego, se dirigió a la cocina, preparando una taza de té caliente con un toque de miel, conocido por sus propiedades relajantes.

"Gracias" Murmuró Tinn, tomando la taza con gratitud cuando Gun se la entregó.

"Descansa un poco, ¿sí? Te lo has ganado, estoy orgulloso de ti" Dijo Gun con una sonrisa cariñosa, antes de sentarse junto a Tinn en el sofá, ofreciéndole su compañía sin palabras.

El silencio cómodo llenó la habitación mientras Tinn se relajaba, tomando sorbos de té y permitiendo que la calidez del ambiente y la compañía reconfortante de Gun aliviara la tensión acumulada.

El gesto amable y atento de Gun llenó a Tinn de gratitud y ternura. En ese momento, sin palabras, su corazón se llenó de amor por su compañero, apreciando el cuidado y la preocupación que siempre estaba dispuesto a ofrecer.

Tinn cerró los ojos, permitiendo que el cálido abrazo del sofá y la presencia tranquilizadora de Gun lo envolvieran como un manto protector. Cada gesto de cuidado y cada palabra no dicha resonaban en su corazón, creando un vínculo que iba más allá de las palabras.

El suave tintineo de la guitarra de Gun, apoyada en el rincón de la sala, añadía una melodía suave al ambiente, una sinfonía de calma que complementaba la ternura del momento. Tinn se sintió reconfortado, sabiendo que en ese espacio compartido, siempre encontraría consuelo en los brazos de Gun, incluso en los días más agotadores.

Entre sorbos de té y la cercanía reconfortante, Tinn se permitió relajarse, liberando la tensión acumulada a lo largo del día. El apoyo silencioso de Gun actuaba como un bálsamo para su alma cansada, recordándole que, sin importar lo desafiante que fuera la jornada, siempre tendría un refugio en el calor y la complicidad de su compañero.

Con cada instante compartido en aquel acogedor rincón del departamento, Tinn se sentía agradecido por la conexión única que compartían, una unión que trascendía las adversidades y se fortalecía con cada gesto de cuidado y amor que se profesaban el uno al otro. Luego de unos minutos de silencio sereno, Gun dejó escapar un suspiro contenido, rompiendo la tranquilidad con su voz suave y reconfortante.

"¿Qué te parece si te cuento algunas de las nuevas ideas que tengo para una canción?" Propuso, queriendo desviar la atención de Tinn hacia algo más ligero y creativo.

Tinn asintió con una sonrisa cansada pero reconfortada. La música siempre había sido un puente entre ellos, una forma de comunicación que iba más allá de las palabras, y escuchar las nuevas composiciones de Gun era algo que siempre lo animaba.

Entonces, Gun se sentó más erguido, tomando su guitarra entre las manos. Comenzó a entonar suavemente, creando una melodía que se deslizaba con gracia por el aire. Sus dedos se movían con destreza sobre las cuerdas, generando acordes y ritmos que parecían nacer en el momento mismo en que eran tocados.

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