Naruto el héroe del cielo y el ladrón del rayo

Un paseo relajante hasta que conocí a G man

Era un día tranquilo y relajante en Central Park, dónde la gente parecía disfrutar del clima y las actividades que uno podria hacer en aquel tan conocido parque.

Pero nos centraremos en un personaje en particular; este era un joven de cabellera oscura y blanca que iba caminando por el lugar.

Está llevaba unos tennis converse y junto a estos unos pantalones de mezclilla, además, llevaba una simple playera de color blanco.

El joven, que parecía de 13 a 14 años, estaba disfrutando escuchar música desde unos audífonos conectados a su celular.

El día parecía perfecto estubo un rato más caminando por el parque, hasta que decidió irse de ahí. Ya en la salida se encontró a unos tipejos molestando y sujetando a un chico de más o menos su edad con un sombrero rasta y muletas a cada lado de sus brazos. El chico parecía bastante intimidado por sus brabucones y no lo culpaba, después de todo, ¿Quién no se sentiría intimidado por unos chicos de casi el metro ochenta y tatuajes en sus brazos?

De todos modos, el joven pelinegro decidió acercarse para hechar le una mano al chico, estás situaciones no parecía que le agradecen por la expresión de molestia en su rostro.

(Cambio de perspectiva a personaje)

-Eh tú, ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?- dije con molestia y seguridad. 

-¿Quién ha dicho eso?- dijo el gigante que estaba sujetando al chico empezando a olisquear en el aire hasta que cruzó miradas conmigo.-Pero que tenemos aquí- dijo con mucho júbilo mientras soltaba bruscamente al chico del sombrero rasta de su agarre asfixiante.  

-Heheh, tal parece que encontramos lo que queriamos sin tener que interrogar a esta pequeña cabra, ¿No es así Rompecraneos?- Dijo el otro tipo mientras seguía olisqueando el aire. 

-Tal parece que sí Tritura Tibias, ¿Por qué no nos haces un favor y te entregas de una vez diosecillo?- dijo mientras se lamía los labios. Yo al ver ese gesto me dió un escalofrío, pero no me eché para atras, es más, dí un paso más adelante. 

- Vaya, pero si nos salió valiente el muchacho, ¿Por qué no le enseñamos una lección antes de que lo devorémos?- decía el llamado Tritura Tibias mientras se tronaba los dedos de la mano. 

No sé si era solo yo, pero parecía que cada uno de ellos empezaba a aumentar su tamaño a cada segundo. En un instante parecía que pasaban los dos metros de alto, la verdad la valentía de hace un momento se me había escapado al ver sus apariencias renovadas, no fué hasta ese momento que el chico que estaba siendo intimidado reaccionó y corrió hacia mi a una velocidad sorprendente, ¿Cómo alguien que parecía tener una discapacidad podía correr tan rápido?. Se apresuró a tomarme de la mano y encaminarme a otra salida de Central Park, la verdad, de tan impresionado que me sentía no lo detuve para hacerle preguntas, solo lo seguí hasta que llegamos a la salida del lado extremo al que estábamos. 

Una vez fuera del parque le pregunté que era lo que sucedía. 

-Oye amigo, ¿Qué ha sucedido ahí atrás? de repente estabas tan muerto del miedo y de pronto me tomas de la mano para escapar de esos idiotas- dije mientras este parecía voltear a ver a la salida, tal parece que tenía miedo a que nos siguieran -Además, ¿Qué era todo ese teatrito que estaban haciendo sobre comerme  todo eso? digo sus nombres y apariencias me daban muy mala espina ¿sabes?- dije mientras empezabamos a andar por la acera sin ningún rumbo fijo. 

-No hay tiempo para explicar, ¿Tienes algún lugar seguro en donde poder escondernos?- dijo con angustia. 

-Ehh si, mi apartamento está relativamente cerca de aquí.-dije mientras nuestra caminata era encabezada por mí para guiar el camino a mi hogar.