Nunca fuí fan del contacto físico, pero ¿y si te dijera que muero por qué me sostengas en tu brazos? No creo que pueda pensar en ti como solo un amigo, no más.
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Está historia tiene como protagonista a un chico, así que si esto te incómoda, est...
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「Jasper Doherty」
Después del viaje más largo en carretera de mi vida, al fin habíamos llegado a la casa de Suzie. Argyle estacionó su camioneta y bajamos.
—No siento las nalgas, ¿Ustedes sienten las nalgas?— preguntó Argyle.
—Sí, si siento el trasero— Respondió Will con un tono de queja.
—Todos tienen que portarse muy bien, ¿okey?— dijo Jonathan mirando a Argyle específicamente.
—Bueno, pero ¿por qué me miras a mi?—
—No lo hice— negó Jonathan.
—Ellos son muy religiosos— nos advirtió Mike, bueno, más bien a Argyle.
—Y yo soy super espiritual, amigo— Respondió Argyle, haciendo dudar a Mike.
—Si... creo que ellos también son espirituales, solo que de otra manera— toco la puerta y nos abrió quien parecía ser uno de los hermanitos de Suzie, vestido de un cazador de la jungla—Oh, hola, ¿está Suzie?—No respondió, grito y le disparo una flecha de juguete a Mike, me hizo reír un poco.
—Esa es una linda bienvenida— dije, el niño volvió a gritar y se fue, así que entramos. Se escuchaban muchos gritos, en el comedor habían otros dos niños peleando con espadas.
—¡Fuera de aquí, tú piel de duende, lengua seca de buey!— eran los insultos que salían de la boca de la niña. Seguimos caminando por la casa y encontramos a otros dos niños que parecían estar filmando la muerte de una.
—¿Es eso sangre?— pregunté preocupado, Jonathan trato de llamar la atención del niño que filmaba.
—¡Disculpa! Estamos tratando de filmar aquí— exigió silencio el director, terminamos yendo por la cocina donde habían dos niños más. Suzie tiene una familia realmente numerosa, estoy un poco sorprendido.
—Hola, buscamos a Suzie— dijo Mike, interrumpiendo a la niña que picaba verduras.
—No sé y no me importa— Respondió dándose cuenta que su hermano estaba colocando mucho de cierto condimento—¡Eso es mucha sal, Peter! ¡Los riñones de papá!— repitió dos veces, tiene la actitud de un chef de la alta cocina para ser sincero.
Se apagaron las luces y se escucho la voz de una chica regañando al niño de las flechas.
—¡Cornelius! ¿Cuántas veces te he dicho que eso no es un juguete?— la chica parecía ser la hermana mayor, paso al lado de nosotros y nos miro confundida. Argyle parecía perdido, casi con una mirada muy parecida a cuando vi a Will en el baile de invierno. Seguimos a la chica al segundo piso.
