⁵Alicia y la Orden del Fénix [LRYEA]

29¬VANILLA & CHOCOLATE

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↻Vainilla & chocolate

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━━━━━━━ «¡FELICES HARRY-NAVIDADES!».

Alicia tenía una sonrisa plasmada en la cara mientras leía el cartel que Dobby había colgado en la sala de menesteres una vez llegado diciembre. Habían decidido decorar la sala entre todos para darle un ambiente navideño y que no fuese tan triste, así que por eso Ali estaba subida en una escalera, colgando una guirnalda. Había desistido hacerlo con magia porque era demasiado perfeccionista y quería hacerlo ella misma para cerciorarse de que se hacía bien.

Se puso de puntillas sobre el escalón y puso el adorno como Hermione le iba indicando desde abajo. Ron estaba colgando otro adorno similar en el lado opuesto de la sala, pero con ayuda de su varita, y Harry... bueno, Harry tenía las manos pegadas a las caderas de Alicia para que no se cayera. No le hacía mucho gracia que se pudiera de puntillas a esa distancia del suelo. 

—Un poco más arriba —anunció Hermione. 

Ali subió un escalón más y se volvió a poner de puntillas, recolectando el adorno. Harry no tardó mucho en subirse al primer escalón de la escalera para estar más cerca de ella, sin soltarla. 

—Harry, no me voy a caer —dijo Alicia rodando los ojos.

—Eso no lo sabes —se limitó a responder el azabache.

—Muévelo a la derecha, Ali —siguió indicando Hermione y la rubia hizo lo que le dijo—. Vale, así está perfecto, ¡me encanta! 

Alicia volvió a sonreír al escucharla tan feliz y es que ella también lo estaba, las navidades la ponían muy contenta. Sobre todo porque este año las iba a pasar con Sirius y Remus. Harry bajó de la escalera, pero no soltó a Alicia mientras bajaba por si acaso. Oyó a Hermione riéndose detrás de él y no pudo evitar ruborizarse un poco. 

—Podrías haber puesto cojines en el suelo por si me caía —dijo Alicia una vez estuvo con los pies en el suelo.

—Qué graciosa —respondió Harry sarcásticamente y su novia se limitó a encogerse de hombros y darle un beso en la mejilla. 

Cuando Ron terminó de colocar el último adorno, la puerta se abrió con un chirrido y entró Luna Lovegood con su aire soñador de siempre.

—¡Hola! —dijo distraídamente, y echó una ojeada a la decoración—. Qué adornos tan bonitos. ¿Los has puesto tú?

—No realmente —contestó Harry, con su brazo por encima de los hombros de Alicia—, la mayoría ha sido Dobby, el elfo doméstico.

—Muérdago —comentó Luna en el mismo tono soñador, señalando un ramito lleno de bayas blancas que Harry tenía casi encima de la cabeza. 

El azabache sonrió al instante y mirando a su novia, quien no pudo evitar soltar una carcajada.

—Nunca me has dado un beso bajo un muérdago —se quejó Harry. 

—Mentiroso, te di uno en segundo —terció Ali.

—¡Fue en la mejilla! Eso no cuenta.

Antes de poder decir nada más, Harry se encontró con los labios de Alicia sobre los suyos. Sonriendo en el beso, la agarró suavemente de la mejilla y lo correspondió. Unos segundos más tarde, se separaron.