The One

CAPÍTULO 24

El rugido ensordecedor de la multitud llenaba el aire del estadio, una mezcla de emoción, asombro y expectativa que hacía vibrar el ambiente. El Festival Deportivo de la U.A. estaba en pleno apogeo, y todos los ojos estaban fijos en Tn, el inesperado ganador de la primera prueba. La incredulidad aún flotaba en el aire, como un eco persistente de la sorpresa inicial. Tn, sin embargo, parecía imperturbable, su mirada fija en la siguiente prueba: la carrera de caballería humana.

Present Mic, con su energía característica, explicaba las reglas desde su puesto de comentarista. -¡Escuchen bien, héroes en formación! ¡La próxima prueba requiere que formen equipos de cuatro! ¡Mantengan sus banderas a toda costa! ¡El equipo con más banderas, incluyendo la suya, ganará! ¡Pero cuidado, porque aquellos que se queden sin ninguna bandera serán eliminados!-

Entre susurros y movimientos apresurados, los equipos comenzaban a formarse. Izumi, Ochaco, Suzuki y Tn se reunieron, formando una alianza que prometía ser tan formidable como inesperada. Tn, con su sonrisa encantadora y una chispa de picardía en los ojos, se acercó a Suzuki, que fingía una indiferencia que apenas lograba ocultar su interés. -¿Qué dices, Suzuki? Podríamos usar tu talento para asegurar la victoria-, dijo Tn con un tono seductor, sabiéndose atractivo y carismático.

Suzuki, aunque haciéndose la difícil, no pudo evitar el rubor que asomaba en sus mejillas. -No sé, Tn. Tal vez necesite una mejor oferta-, replicó con una sonrisa sutil, mientras sus ojos brillaban con diversión. Tn, sin perder el ritmo, lanzó una mirada coqueta tanto a ella como a Izumi y Ochaco, quienes también estaban encantadas con su presencia. -Vamos, chicas. Conmigo, la victoria está asegurada-, añadió, su voz teñida de una confianza que parecía inquebrantable.

La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación cuando Present Mic exclamó: -¡Prepárense, porque la prueba está a punto de comenzar!- El público estalló en vítores, ansioso por el espectáculo que estaba por desarrollarse. Con Tn en el centro de atención, el escenario estaba listo para una competencia llena de estrategia, habilidades y, sin duda, momentos inolvidables.

En la penumbra de su guarida, Shigaraki y Kurogiri observaban el Festival Deportivo a través de la pantalla de un televisor. La luz azulada del aparato iluminaba tenuemente el rostro de Shigaraki, cuyos ojos estaban fijos en Tn, el centro de atención del evento. La imagen de Tn, rodeado de aplausos y admiración, provocaba en Shigaraki una reacción visceral de desprecio y aversión.

-Ese maldito... tiene a todos comiendo de la palma de su mano -gruñó Shigaraki, su voz cargada de veneno. Sus dedos se movían nerviosamente, como si estuvieran ansiosos por desintegrar algo. La frustración y el odio emanaban de él en oleadas palpables, llenando la habitación con una tensión casi eléctrica.

Kurogiri, siempre el observador, notó el profundo resentimiento que ardía en su joven líder. -Parece que Tn ha capturado la atención de más personas de las que esperábamos -comentó con su tono calmado, aunque sabiendo que sus palabras solo alimentarían la furia de Shigaraki.

-No es más que un farsante, un estúpido títere que se cree invencible porque puede hacer sonreír a unos cuantos idiotas. Pero ya verás, Kurogiri, yo mismo me encargaré de él. Lo destruiré con mis propias manos -espetó Shigaraki, su voz temblando de rabia contenida mientras sus ojos seguían fijos en la pantalla, como si quisiera atravesarla para llegar hasta Tn.

Kurogiri, con su habitual compostura, observó la escena en silencio, consciente de que el odio de Shigaraki hacia Tn no era algo pasajero. Sabía que este resentimiento podría ser usado a su favor, una chispa que podría encender futuros planes en su lucha contra la U.A. y sus héroes. La imagen de Tn en el festival seguía brillando en la pantalla, ajena al peligroso odio que había despertado en las sombras.