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O7: Complejidades de la mente.

Tinn se había sumergido profundamente en sus estudios de medicina, enfrentando cada día con determinación y dedicación. Sin embargo, a medida que avanzaban las semanas, una sombra de inseguridad comenzó a nublar su confianza.

Las complejidades de la anatomía y la fisiología se volvían cada vez más desafiantes. A pesar de su esfuerzo constante, algunas materias parecían resistirse a ser dominadas por completo. Dudas y preguntas comenzaron a asaltar su mente, sembrando semillas de incertidumbre sobre su desempeño académico.

En la biblioteca, donde solía sumergirse en sus apuntes, ahora encontraba su mente divagando hacia territorios de incertidumbre. Los cuestionamientos sobre su capacidad para sobresalir en la carrera que había elegido lo atormentaban, aunque intentara ahogar esas dudas con horas extras de estudio.

La presión académica comenzó a pesar más de lo habitual, creando una tormenta interna que oscurecía su confianza. Las noches se volvieron más largas, con Tinn absorto en la revisión de apuntes, repasando una y otra vez los mismos conceptos en un intento desesperado por dominarlos.

A pesar de sus esfuerzos por ocultar sus preocupaciones a Gun, la tensión en sus hombros y la fatiga constante no pasaron desapercibidas. La sonrisa que solía iluminar su rostro ahora se desvanecía en momentos de reflexión solitaria, mientras luchaba por encontrar la seguridad que alguna vez había tenido en su elección académica.

La idea de no estar a la altura, de no cumplir con sus propias expectativas y con las expectativas de quienes lo rodeaban, se convirtió en una carga pesada que Tinn intentaba llevar en silencio, sin querer preocupar a Gun ni a nadie más con sus inquietudes. Sin embargo, esa carga se reflejaba en su mirada y en sus gestos, revelando una batalla interna que se libraba en su interior.

Gun, atento a los cambios en Tinn, percibió la inquietud que comenzaba a minar la confianza de su compañero. Aunque Tinn intentara disimular su preocupación, los pequeños gestos y el brillo ausente en sus ojos no pasaron desapercibidos para Gun.

Una tarde, al regresar a casa después de un largo día de clases, Gun encontró a Tinn absorto en sus apuntes, con la mirada perdida en las páginas, pero con una expresión de inquietud que no lograba esconder.

"Tinn, ¿cómo estás?" preguntó Gun con voz suave, acercándose con cautela a su compañero.

Tinn levantó la mirada, tratando de sonreír para disimular su malestar. "Estoy bien, solo un poco cansado de tanto estudio, supongo".

La respuesta evasiva de Tinn dejó a Gun preocupado. Habían compartido suficientes momentos juntos para reconocer cuando algo inquietaba a su compañero. Se sentó a su lado, dejando espacio para la conversación.

"Sé que no estás bien, Tinn. Puedes hablar conmigo, ¿sabes?" dijo Gun, con una mezcla de preocupación y comprensión en su voz.

Tinn titubeó un momento, luchando internamente entre ocultar sus inseguridades y el deseo de confiar en Gun. La preocupación y el apoyo sincero en la mirada de Gun lo impulsaron a dejar de lado su reserva.

"Es solo que... las cosas están siendo más difíciles de lo que esperaba en la universidad" confesó Tinn, sus palabras llenas de frustración y un atisbo de decepción consigo mismo.

Gun escuchó atentamente, ofreciendo su silencioso apoyo mientras Tinn compartía sus temores y dudas sobre su desempeño académico. El peso de las expectativas, tanto personales como externas, se había convertido en una carga agobiante para Tinn, quien se sentía abrumado por la incertidumbre sobre su futuro.

"No te preocupes, Tinn. Estás haciendo un trabajo increíble. No tienes que ser perfecto en todo momento, ¿sabes? Estoy aquí para apoyarte, pase lo que pase" respondió Gun con un tono calmado y tranquilizador.