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No le había tocado ninguna muerte cercana hasta ahora, por suerte. Ninguna por asesinato, claro.
Pero sabía que quizás algún día le tocaría a ella. ¿Por qué? Porque los casos iban en aumento y ella ya se estaba haciendo medianamente conocida, siempre quitándole las detenciones a los cuerpos de policía. Se había enterado que ya hasta el FBI tenía un fichero con su nombre. Aunque no realmente su nombre, sino el que le habían adjudicado en los medios.

"Bichilante"

Una rara mezcla al llamarla bicho y vigilante. "Bicho" porque los cadáveres de los asesinos que ella fusilaba aparecían casi ya consumidos y "Vigilante" por su estilo de trabajar cómo justiciera por mano propia.

En realidad, su nombre era Delilah. Nació en Boston y a los 12 años se había mudado a California, dónde continuó hasta el día de hoy, donde tenía ya 42 añitos. Y aquel día era su cumpleaños. Lo saboreaba y no lo creía. Cuarenta y dos añitos.

Pff, "añitos", jodida milf que estaba hecha.~

Rió sola y una anciana que estaba delante la miró alzando una ceja, lo que generó que volviera a recomponer la compostura y revoleara los ojos ante la altanera señora. Llegado el momento en que la vieja de mierda terminó de pasar sus compras a una diminuta bolsa, Delilah le pasó las suyas propias al cajero, guiñándole un ojo al ver que se trataba del mismo de siempre. Él era un adolescente edgy del montón que se encontraban por esos días, y ella de todos modos no se quedaba muy atrás.

━ Serían 12 dólares, ¿Quiere una bolsa? ━ Aquel chico repitió la misma frase que tenía ya programada con todos los clientes y finalmente alzó la mirada algo desganado, duplicándose ésto al ver que la mujer no le prestaba atención.

Claro que, lo estaba haciendo a propósito en secreto, queriendo molestarlo y ver qué hacía.

━ Uhm, disculpe...

Delilah regresó su atención a él y ladeó la cabeza fingiendo apenarse. ━ Oh, perdona. ¿Podrías subirle a la televisión? Este caso parece interesante.

La cara del chico, a quién luego de que este se distrayera intentando recomponerse y forzarse de paciencia -cosa que se notaba de lejos que usualmente carecía- divisando el gafete a lo lejos del mostrador con el nombre 'Ethan' grabado en él, se transformó mil veces antes de finalmente tomar el fontrol remoto para subirle el volúmen.

━ Uh, ¿Podría... Solo... Subirle un punto más? ━ La mujer preguntó con falso nerviosismo, teniendo que evitar la sonrisa que le nacía al notar que lograba sacarlo de sus cabales. ━ Odio que quede en número impar.

MADNESS; Patrick Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora