En un pequeño planeta de toda la existencia, una vida se había esfumado, mas su alma indecisa habría de encontrarse con el creador de todo, allí, con su poder absoluto, una segunda oportunidad le fue otorgada para ser quien quisiera y como quisiera...
La nave empezó a elevarse por los aires, antes de que esta se viera envuelta en una gran luz, marchándose de la Tierra.
Aquella nave iba a velocidades muy similares a la de la luz, aunque sin llegar a estas, además, tenía una resistencia bastante grande al calor que recibía al moverse tan rápido, lo que hasta cierto punto dejó algo sorprendido a Ymindrov, el cual en su tiempo nunca había visto aquello.
En todo caso, el camino hacia el primer planeta estaba siendo llevado a cabo, mientras Ymindrov conocía más a fondo la nave, observando que dentro de esta habían cientos de cápsulas dentro de las cuales al parecer habían viviendas en las que se podría asentar cada que llegara a un planeta.
El primer planeta que él había escogido para viajar se conocía en la máquina como Kobar-001, un planeta el cual lamentablemente ya estaba en las ruinas con pocos supervivientes a causa de que este había sido atacado hace ya unas décadas por Freezer y su imperio, por lo que estos no se consiguieron reestablecer de los daños causados. Sin embargo, aún habían zonas del planeta en las que podría habitar y preguntar, claro, si es que esos seres hablaban su idioma.
Gracias a las masivas velocidades a las que se desplazaba la nave, dentro de una hora estaría en aquel planeta, lo que le ahorraba bastante tiempo al híbrido, el cual mientras llegaba a aquel planeta se puso en posición de loto para meditar los sucesos ocurridos hace dos años juntamente con la llegada de Zaiko.
Había algo que le interesaba bastante y que no le dejaba de carcomer la cabeza, y es el hecho de que Zaiko le dijera que él había sido mandado a través de órdenes a aquel planeta para acabar con él, lo más probable es que la causante de esto haya sido su madre, quien tenía bastantes problemas en querer acabar con Goku y por ende, usando sangre del saiyajín criado en la Tierra juntamente con su sangre kaio, consiguió crear a la bestia llamada Zaiko.
Solo había algo que no le cuadraba, ¿Qué necesidad tendría la madre de Zaiko como para mandar a matarlo a él? ¿Por qué no a Goku? ¿O simplemente buscaba incrementar sus poderes? Todas estas posibilidades le llamaban la atención, excepto la última, puesto que Zaiko aumentaba su poder naturalmente con la explosión de sus sentimientos, por lo que el pelear por pelear no lo veía convincente, y ahí es que entra esa aura de familiaridad que sintió con Zaiko, como si lo conociera.
Zaiko desprendía un ki muy similar al suyo, solo que el de Zaiko no caminaba en una cuerda floja como sí lo hacía el de él, que en cualquier momento por un descontrol podría simplemente perderse en su propio poder, cosa la cual no le convenía en lo absoluto.
En todo caso solo podría seguir investigando el paradero del planeta de los Kaio-Shins, para que estos le dieran una respuesta a Ymindrov lo más pronto posible, no podía darse simplemente el lujo de esperar los 5 años faltantes a que llegaran tanto Shin como Kibito a la Tierra para pedir información, no era algo que le interesara en lo más mínimo.
Entonces, algo aburrido decidió abrir el sistema para ver sus cualidades actuales, y a decir verdad, la diferencia se notaba totalmente.
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