01.01 Wolf Moon

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Bill se había acostumbrado a que León se colara en su habitación, generalmente sin ser invitado y casi siempre de noche.

Los candados habían demostrado ser inútiles y las pequeñas trampas de legos debajo de la ventana habían funcionado solo la primera vez, por lo que finalmente Bill se terminó resignando a ello.

Si León quisiera entrar, entraría. Bill no podía hacer nada al respecto.

Una ligera brisa procedente de la ventana de su dormitorio, que se suponía estaba cerrada y trabada, alertó a Bill sobre la habitual visita nocturna de su mejor amigo.

Se giró en su silla, listo para decirle a León que tal vez podría llamarlo cada vez que necesitaba comentarle algo pero no hubo tiempo para ello.

León entró, esquivando los legos y con una computadora en su mano y un rostro que sin palabras decía prepárate para ver esto.

Bill suspiró y asintió, caminando hasta su cama en donde León ya se había acomodado contra el respaldo mientras tecleaba velozmente en la computadora que a Bill le resultaba curioso cómo había logrado trepar con ella hasta su ventana.

—Hey, León. —saludó Bill aburrido, tirándose en la cama sobre su costado y observando de reojo qué estaba buscando su amigo.

Esperó pacientemente tres minutos, y entonces, el bombardeo de información marca registrada de Deaton llegó.

—¿Recuerdas la semana pasada, cuando me dijiste que estaba completamente loco por poner cámaras en el bosque a lo random? —preguntó León, y Bill, sí, por supuesto que recordaba ese día.

Fue el día en que había caído trágicamente sobre un charco de lodo y no solo León lo había presenciado, si no que también el escalofriante Derek Hale.

—Ajá, lo recuerdo. —murmuró Bill, un poco fastidiado y avergonzado de ese preciso recuerdo.

—Pero yo te había dicho que era necesario si queríamos descubrir que es lo que está sucediendo en Beacon Hills ya que todo lo sobrenatural podría estar sucediendo en el bosque mientras nosotros estamos tan tranquilos en la parte iluminada y poblada en dónde estos entes no estarían. —siguió explicando León, con su misma perorata de siempre, Bill tarareó de acuerdo solo para que León pueda seguir hablando—. Bueno, ¿Recuerdas que te dije que encontraría algo y tú me dijiste que no? También me dijiste que si lograba encontrar algo comprarías mi almuerzo por un mes.

Bill bufó, sabiendo ya de antemano lo que se venía.

Por supuesto que cuando él quiera hacer una apuesta contra León aparecería un puto unicornio en el bosque para darle la razón a su amigo y demostrar que siempre Bill podría estar un poco más equivocado, debería haberlo imaginado.

Bill Jecksen jamás tuvo la mejor de las suertes—. ¿Entonces, encontraste algo?

—Oh sí bebé, comienza a preparar el dinero para nuestros próximos almuerzos y mira esto. —León le dedicó una sonrisa siniestra y finalmente dejó de teclear sobre el computador para mostrarle la pantalla a Bill.

Al principio era solo el simple y aburrido bosque que Bill ya conocía, puesto que León siempre los obligaba a salir los fines de semana a buscar seres fantasiosos.

Ambos daban excusa de salir a ejercitarse y para ese entonces, Bill no podía decir que era del todo una mentira ya que León siempre lo tendría corriendo de aquí para allá.

Bill no sabe que espera León encontrar en la reserva de Beacon Hills, tal vez un duende o una cosa así, pero nada parece salir por las tardes a plena luz del sol, fue por eso que un día León se decidió a instalar las cámaras de seguridad.

IRIS ★ Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora