Capitulo 4

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Sentada en la fría silla de metal, el corazón me latía a punto de salirseme del pecho. Las lágrimas corrían por mis mejillas mientras intentaba en vano, que el dolor de cabeza no me atacara.

Después de seis horas de intenso interrogatorio, aún no sabía que pensaba la policía sobre mi, o si tenían alguna pista de sobre dónde podría estar mi madre. Rose estaba sentada frente a mí con una expresión de preocupación extrema.

Me habían dicho que podía llamar a quien quisiera, pero no podía salir aún, al parecer la muestra de cabello que guardaba en mi mochila estaba "interfiriendo con su investigación", investigación que habían iniciado el día anterior y de la cual aún no tenían respuestas.

-Ire por algo de comer- suspiro Rose - ¿Se te antoja algo?

La mire y pude ver en su rostro la preocupación, seguramente desde qué se dio cuenta que salí de la casa no había dormido más.

-Agua- respondí en voz baja.

Rose salió de la sala y me miró por última vez antes de cerrar la puerta. Sabía que le dolía verme así, pero me prometí que encontraría a mi madre y eso es lo que estaba haciendo.

No pude evitar sentir una presión en el pecho al recordar el interrogatorio que me habían hecho hace algunos minutos.

David: Casey Blake ¿Sabes por qué estás aquí?
Casey: ¿Por qué estás grabando?
David: Todo lo que digas puede ser usado para esclarecer el caso.
Casey: ¿Necesito un abogado?
David: No, no lo creo. Es un procedimiento de rutina.
Casey: Ok. ¿Podemos hacer esto rápido?
David: Bien. ¿Cuándo fue la última vez que viste a tu madre?
Casey: Ayer por la mañana.
David: ¿A qué hora exactamente?
Casey: No lo sé con exactitud, 8:00am.
David: ¿Que hiciste el resto del día?
Casey: Estuve en clases. Luego espere a que ella fuera a recogerme.
David: ¿Pero no apareció?
Casey: Creo que ya sabes la respuesta.
David: Solo intento ayudarte. ¿Que hiciste cuando tu madre no fue por ti?
Casey: Ya te lo dije. Llame a su oficina y luego a su secretaria.
David: ¿Cuál fue la respuesta de la secretaria?
Casey: Que mi madre había salido temprano para sorprenderme. ¿Por qué me preguntas todo esto de nuevo?
David: Sé lo difícil que debe ser esto para ti, pero...
Casey: ¿Lo sabes? ¿Es tu madre la que desapareció?
David: Casey, necesitas calmarte.
Casey: Y ustedes necesitan salir y encontrar a mi madre y no sentarse aquí a hacerme preguntas estúpidas una y otra vez.
David: ¿Por qué tenías un mechón de cabello negro en tu mochila y que pretendías hacer con él?
Silencio.
David: ¿Estoy haciendo preguntas estúpidas ahora?
Silencio.
David: Eso pensé. Tu amiga Rose está aquí. Tomaremos un descanso.

Cuando Rose volvió a la sala me encontró pensativa, mi rostro debía tener una especia de mueca porque ella apartó la vista y colocó la botella de agua frente a mí.

-¿En qué piensas?- pregunto mientras daba un sorbo a su té.

Suspiré.

-En que tu padre tiene razón. Quizás deba aceptar que no veré a mi madre de nuevo. Viva.

La última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora