fuck ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

Patas arriba

Llevo las manos a mi cabeza al ver por la ventana, hay una fuerte lluvia que estoy segura que traerá muchos problemas, tal vez se tengan que suspender las clases por dos días, está tan peligroso que solo puedo pensar en las chicas, les he escrito pero ninguna me ha contestado, quisiera poder salir corriendo y hablar con Mina pero no está en su casa, ahora se encuentra en la de Chaeyoung, al parecer en algunas partes de la ciudad se fue la luz lo que significa aud será más difícil la comunicación entre nosotras.

Todavía hay electricidad en esta zona y lo agradezco, no quiero estar sola sin poder ir a alguna parte y de paso a oscuras, veo la puerta principal y suspiro, me encantaría poder tener a alguien que esperar pero no lo tengo así que lo mejor que puedo hacer es descargar algunas películas en el teléfono y esperar a que todo pase deseando que no se vaya la luz, lo bueno es que el teléfono esta completamente cargado y puedo alumbrar con el.

Soy una mujer de una edad bastante avanzada como para que me dé miedo la oscuridad, sin embargo eso no quita que cada vez que estoy en una zona oscura o pienso en estarlo mi piel se ponga de gallina, me da escalofríos pensar en estar sola en casa.

Con cuidado me siento y enciendo el televisor, tengo que esperar a que la comida que he puesto en la cocina este lista, por ahora vere las noticias, no entiendo el por qué en Corea son tan malos dando el tiempo, no creo que sea tan difícil pronosticar una lluvia, dijeron que seria una noche tranquila y algo fria, ahora solo hay una tormenta y humedad, tanta que de seguro mañana me despierto resfriada.

Agarro el cojín y lo coloco sobre mis piernas, llevo las manos a mi mentón intentando estar lo más concentrada posible con lo que estaba hablando, muchos dicen que lo mejor es que todos permanezcan en casa porque la tormenta apenas está comenzando.

"Carajo". Murmuro y lanzó el control al sillón, si hicieran bien su trabajo no estarían pasando tantas cosas y las personas no estarían como volantín sin rabo, menos mal que no salí a comprar algo porque me hubiera quedado encerrada en alguno de esos centros comerciales. "¿Qué mierda?". Suena de fondo un gran trueno que me hace gritar.

Aprieto los labios frustrada y escondo el rostro entre mis manos, ¿por qué mis padres siempre me metieron el miedo de las tormentas y oscuridad? Yo podría haberme comido la sopa sin que me crearán algún tipo de trauma.

Pataleo y acuesto en el sofá, al cerrar los ojos siento un poco más de tranquilidad pero los pensamientos siempre vuelven a mí cuando me siento tan relajada, Sana, la misma que besé para que no viera a mi mejor amiga con su pareja y la que me besó sin dar ninguna explicación solo lo hizo, alguien o algo tuvo que haberme prevenido de que sería una persona que pondría mi vida patas arriba.

Chasqueo la lengua para hacer ruido y que se me quite todo lo que tengo en la cabeza, escuchar música me haría bien pero la verdad es que prefiero estar en silencio en vez de poner la radio o alguna canción por internet, cada vez que lo hago pasa alguna que me recuerda todo por lo que estoy intentando no pensar.

"Sana...". Instintivamente subo una de mis manos y me rozo los labios, eso en mi pecho que parece que se me va a salir es el corazón, tal vez sea debido a la emoción de que conseguí a alguien, que no esperaba, que de seguro me hará feliz en algún momento de nuestras vidas o porque lo que siento me está dando miedo y produce esa sensación de adrenalina que pocos conocen.

Me gustaría controlar mejor mis sentimientos y emociones, antes lo haces y ahora me es imposible por culpa de Sana, le echaré toda la culpa de ahora en adelante hasta de la tormenta que hay ahora mismo, aunque tuve que haber sido un poco más fuerte o quedarme con esa personalidad de alguien que no se dejaba tan fácil y rápido, a las semanas de que ambas mostramos el pañuelo blanco parece que todo lo que sentimos en ese momento se transformó en otra cosa.

Decir que es amor es demasiado precipitado, tengo que pensar más en lo que siento para poder dar una buena versión de mi ya que no soy alguien que ha sentido o experimentado lo que es el amor de la mejor manera posible además de que solo lo hice una sola vez y fue tan desastroso que me prometí que no volvería a pasar, ya sé que es lo que debo mejorar este año.

"Hacer mejores promesas". Digo por lo bajo y de pronto suena el timbre, inclino la cabeza confundida y acerco a esta, al asomarme lo primero que veo son unas patas de color negro y grito, una cosa pequeña con un impermeable aparece de la nada junto con un ser gigante a quien no puedo ver la cabeza. "¡La muerte!". Chillo.

"¡No Tzuyu soy yo Sana!". Abro los ojos y la dejo pasar junto con la criatura que trae en los brazos. "¿No que muy valiente?". Bufo y hago a pegarle, cuando se da la vuelta disimulo rascándome la cabeza. "Encontré a este pequeñín dentro de una caja bajo la lluvia". Le quita lo que lo estaba tapando y es un pequeño perrito de unos tres meses. "No sé cómo pudo estar vivo hasta ahora pero lo está". Sonríe y le acaricia la cabeza.

"Si que es adorable". Me uno a la dosis de amor hacia el canino.

"Decidí traerlo porque no sabía a dónde llevarlo". La miro a los ojos. "Se ve que es raza pequeña y me encantaría llevarlo a mi casa pero no se permiten mascotas". Niega con la cabeza y se toca el pecho. "Son unos hijos de...". La miro sin decir nada pero a la vez diciéndole todo. "Su madre a los cuales quiero golpear porque no aman a las mascotas". Termina de decir y asiento, no muy convencida de que era eso a lo que se refería.

"Déjalo conmigo". Yo creo que es hora de tener una nueva mascota. "Sana".

"Dime". Contesta y toma un poco del agua que tenía justo a mi lado.

"¡¿Por qué estabas en la calle si hay una tormenta?!". Se ahoga con el agua y le doy palmadas en la espalda. "¡Es demasiado peligroso ¿Acaso no piensas en las consecuencias de tus acciones?!". Le pego en el hombro con fuerza. "¡Te pudo haber pasado algo muy malo!". Aprieto los dientes para no volver a pegarle, tengo que aprender a controlarme de mejor manera no vaya a ser que la mate.

"¿Tanto te preocupas por mi?". Está intentando coquetear ahora que estoy tan enojada.

"Minatozaki Sana no estoy para juegos". Toco mi mejilla interna con la lengua. "Estaba tan preocupada ¡Por todas!". Aclaro al ver una sonrisa orgullosa dibujada en su rostro. "Y tú estabas por ahí danzando".

"Tienes razón en que debo tener cuidado pero agradezco haber salido, conseguí a este pequeño ser". Mira al perrito que está plácidamente dormido a un costado de mis pies. "Y tuve una excusa para pasar a verte". Nuestras miradas se cruzan y la suya me mira con intensidad, enseguida desvío la mia con vergüenza, dice unas cosas sin pensar que pueden matar a cualquiera.

"No necesitas una excusa solo debes llamarme o mandarme un mensaje". Sigo regañandola porque se lo merece. "¡Te pudo pasar algo malo!". Me vuelvo a pegar y de fondo suena la cocina. "Ya está lista la comida".

"Una lastima tener que quedarme...". Ruedo los ojos y abro la olla.

"Estás cordialmente invitada".