𝓟iloto 🕷️

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Monday, July 31th of 2012 , 2:00 P

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Monday, July 31th of 2012 , 2:00 P.M

📍 Añasco, Puerto Rico

Miraba el ala del avión por la pequeña ventana de cristal, divisando las nubes y algunas aves que de ves en cuando pasaban por allí. Apoyé mi rostro sobre mi mano, suspiré y me dediqué a cerrar los ojos, esperando sin una gota de paciencia el aterrizaje.

No sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado, pero al sentir una mano tocando mi hombro, me desperté de inmediato y volteé encontrándome con el rostro de mi padre.

- Cariño, ya llegamos. - Me dijo él en un tono de voz casi inaudible.

Asentí levemente con la cabeza, tomé mi equipaje de mano y me dispuse a salir junto a él del avión, quien me abrazaba por los hombros con una leve sonrisa.

El viaje había sido tranquilo, por lo menos puertas afuera, pues yo no paraba de sentirme nostálgica, frustrada y bastante extraña respecto a mi repentina mudanza a Puerto Rico por el divorcio de mis padres.

Toda mi infancia la había pasado en Colombia, pero al momento de la separación, tomé la decisión de irme con mi padre, quien por motivos de trabajo, tuvo que mudarse a la isla.
Yo no quería irme de mi país, pero tampoco quería quedarme con mi madre, y la verdad es que tener lejos a mi padre no era una opción ni de lejos.

Ya estando fuera del avión, caminamos rumbo a la sala de espera, me senté en una silla cerca de las cintas transportadoras para así esperar nuestras maletas, en lo que mi padre iba a pedir el taxi que nos llevaría a nuestro nuevo hogar.

Luego de un rato, vi que nuestras maletas se acercaban, me levanté y me acerqué a la máquina que las traía, pero parece ser que no coordine el tiempo en el que llegarían, y acabé corriendo al rededor de la cinta en busca de ellas.

Al llevar varios segundos corriendo, logré atrapar la maleta, pero al voltear, logré hacer contacto con unos ojos azules que no me quitaban la mirada de encima.
Dichos ojos le pertenecían a una chica que no estaba a más de un metro de mí, era alta, cabello castaño y lacio, piel blanca, muy blanca, y unos ojos que matarían a cualquiera.

Me miraba de una forma, como si fuera algún tipo de objeto extraordinario ¿Acaso tenía algo en la cara y no me había enterado?

Tragué en seco al notar su mirada, y con una expresión bastante seria caminé hacia mi asiento, pero para mi mala suerte debía pasar al lado suyo para poder llegar.

- ¡Ey, chula! - Escuché una voz a mis espaldas.

¿Chula? ¿Acaso me hablaba a mí?

𝓘diot |  𝓨oung Miko.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora