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Lauren se encontraba saliendo de la habitación de su hijo, después de darle el beso de las buenas noches, el pequeño había caído rendido después de la ducha.

L: no costó nada hacerlo dormir -la ojiverde decía volviendo a la sala de estar- lo dejaste sin energías.

C: ese hombresito es un encanto - dijo mirando una foto de el pequeño colgada en la pared- qué afortunada eres de tenerlo.

L: Lo sé, estoy muy agradecida con Dios por enviarlo a mi vida, es mi todo.

C: Te ves hermosa de mamá, Laur -la morena dijo sonriendo- tu y el son perfectos -desvió la mirada por haberla incluido a Lauren en el comentario-

La ojiverde sonrió con ternura, era la segunda vez en menos de 3 horas que escuchaba a Camila decirle que era perfecta.

Puso un poco de música para volver el momento más ameno, se preparó mentalmente para lo que venía y se sentó frente a Camila.

L: Camz? -la morena la miró y la ojiverde se frotó las piernas, estaba super nerviosa- sé que ya sabes el motivo por el que me fui pero quería pedirte perdón por lo que hice - bajó la mirada- me sentí mal en el momento y ahora por lo estúpida que fui, ya somos dos adultas de 28 y 29 años, no tenía que comportarme cómo una niñita asustada, podía explicarte pero... -Camila la tomó de la barbilla para que la mirara a los ojos nuevamente-

C: nunca bajes la mirada, Lo -dijo amablemente y la ojiverde asintió- continúa.

L: pero... salí huyendo y ni tú ni yo nos merecemos seguir sufriendo, yo sigo sintiendo muchas cosas por ti -se ruborizo- yo... yo te sigo amando.

C: Lo... -la ojiverde la interrumpió-

L: yo sé que necesito ir a terapia, sanar, por que ya no quiero herirte por mis inseguridades y mis miedos, pero yo voy a luchar por ti -Lauren hablaba tan rápido que Camila sonreía por verla tan nerviosa- y lo que más quisiera es que perdones la estupidez que hice ésta madrugada. -miró expectante la ojiverde a Camila-

C: creo que siempre voy amar que ante todos seas tan imponente, con aires de grandeza -hizo una pausa para tomar su mano- pero conmigo puedes mostrarte más frágil y siempre he amado eso -Lauren cerró los ojos ante el contacto- Y si, te perdono, vamos a empezar de nuevo, vale?

La ojiverde sonrió y se quedó mirando el rosto de Camila, movió la cabeza afirmando y dijo un casi inaudible "vale" quería todo con la morena y su corazón estaba tan contento por que la había perdonado y por que quería empezar de nuevo.

C: pero bien! y para eso... -Lauren la miró expectante- mañana te invito a almorzar a mi departamento a ti y al príncipe, que dices?

L: Si, Camz -sonrió mostrando sus dientes- me encantaría! mañana estaremos ahí.

C: perfecto! me alegra que aceptaras, te espero mañana a la una de la tarde, te parece? -la morena no podía con tanta felicidad-

L: Claro que si! -Camila miró el reloj de su teléfono- te vas?

C: sí, ya es un poco tarde, pediré un uber -lo pidió y se levantó del sofá- viene en pocos minutos.

La ojiverde la acompañó a la puerta a esperar el uber, cuando llegó... la morena camino hacia el, se dio la vuelta antes de entrar y se despidió de la ojiverde con la mano, Lauren hizo lo mismo y luego entró a su casa, cerró la puerta y se arrimó a ella sonriendo, se sentía en las nubes.

Saltó del susto al escuchar el timbre de la casa, abrió la puerta y vio que Camila estaba ahí parada con una sonrisa, confundida le preguntó:

L: Camz, pensé que te habías ido! -decia entre confundida y sonriendo- que haces aquí?

C: yo también te sigo amando, Lo!

La morena se acercó y le dio un beso, fue un tierno beso, sin abrir sus bocas, fue apenas un rose de labios, se fueron alejando del beso, unieron sus frentes y sonrieron.

C: Ahora si me voy, hasta mañana Lolo -la morena decía mientras caminaba de espaldas hacia el auto- no faltes!

No fue una sorpresa para la ojiverde ver como la morena caía por culpa de una pequeña piedra, sonrió al ver que Camila se levantó rápidamente y seguía sacudiendo su mano despidiéndose de ella, se trepó al auto y se fue.

L: Ay Camz, sigues siendo tan torpe como cuando te conocí -reia mientras cerraba la puerta- algunas cosas nunca cambian y la verdad espero que me sigas enamorando con tu torpeza.

Ambas se fueron a dormir con una sonrisa, querían que ya llegara el día de mañana para verse nuevamente.

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Por Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora