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una vez más no habían dormido obsolutamente nada, o eso parecía luego de que habían dejado su plan perfectamente acomodado, la chica castaña yacia encerrada en el sótano de algún lugar lejos de la ciudad, la tenían amarrada a una viga y sentada sobre un colchón, mientras que ahora Stu y Billy se encontraban en el piso de arriba exhaustos por todo lo logrado aquella noche.

Se habían ido de esa casa, ahora tenían que tener más cuidado que nunca por la enorme pista que resultaba ser Tatum muerta en la casa de Billy, pero no se arrepentía, nada le impediría lograr lo que quería.

En ese instante Loomis estaba estirado en la cama con Stu al costado de su pecho éste lo abrazaba por la cintura descansando plácidamente, sintiendo esa respiración calmada chocar contra su piel como nunca antes, parecía tan calmado y pasivo, que si lo viese así sin conocerlo ni adivinaría que era alguien que cometía tales crimenes.

Igual, de todas maneras, Billy había cambiado la mente del alto para que pudiese entenderlo y ser como él, puede ser manipulación, o simplemente pasó porque pasó, pero no había duda de que nadie más lo entendía como él, ni nadie más lo iba a querer de esa manera, tan pasional criminal y obsesiva.

– Quizás mañana ya no estemos solo corriendo.— susurró Billy acariciando la frente del chico dormido.

Se veía lindo, y como había dicho, ansiaba dejar esa vida movida, para poder aunque sea llevar unos días de paz con él.

No sabía cómo, quizá podrían pasar los días como cualquier amante normal, paseando, besándose, viendo películas, cocinando juntos, pero no tenía idea como llevar una vida así.

Es más le sorprendia pensar tales cosas con Stu a su lado.

Será que me gustas más de lo que pensaba o sólo es porque me entiendes..— decía ahora delineando la cabellera del chico haciéndole mimos.— No sé por qué me vuelves así de cursi en mi cabeza. — finalizó suspirando.

Nunca había pensado bien los sentimientos que comenzaban a crecer de forma violenta en su interior, no le importaba si realmente habian pasado el tiempo debido para ser algo oficial, lo único que sabía era que quería estar con él y que él fuese suyo, sin él no hubiese podido hacer nada, ni siquiera sentirse feliz en ese instante.

Antes de Stu todo era caótico en el sentido de no encontrar paz en ningún momento o espacio pequeño, pero gracias a él ya tenía paz, paz en cada beso que se daban, paz en cada mirada sea coqueta o dulce, paz en cada toque sea violento, apasionado o cariñoso.

Estaban apenas dándose el tiempo para estar, pero sentía que ya habían organizado hasta su propio lugar donde nadie los molestara.

Bonnie y Clyde podrían ser, pero en realidad ellos eran como Hannibal Lecter y Will Graham, quitándole lo canibal de Hannibal, obviamente.

Hannibal quería que Will se adentrase a su mundo, que fuera suyo, estaba enamorado y cegado, dejaba pistas en cada crimen que cometía para él, en forma de coqueteo le entregaba su corazón en cada pieza que cortaba, y así Billy lo hacía con Stu.

Es una manera bastante rara de demostrar amor, pero por eso mismo son tan únicas las personas que podrían entender y amar una mente así, una poesía extraña.

Stu pronto se re acomodó en la cama sacando de sus pensamientos a Billy, suspiró y le dió un beso en el hombro antes de levantarse, tapó un poco más a Stu para que no pasase frío y se levantó de la cama  en busca de su víctima que estaba escondida en la casa.

Se acomodó los pantalones abrochándolos y se cambió de camiseta a una color café pálido yendo en dirección hacia el sótano.

Era una casa no muy grande, cómoda y hogareña, le parecía casi irreal estar en algo así luego de la noche anterior donde le habia quitado la vida a alguien, la casa limpia de ahora no tenía nada que ver con lo que era la casa donde habia estado ayer.

BORN TO DIE (billy x stu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora