Aún me importas

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Pequeño dato que no es muy importante pero me gustaría aclararlo, en su mayoría la sociedad arácnida sabía de la relación de Miguel con el matrimonio Parker/Watson, solo unos cuantos no estaban enterados, por eso gran parte de la sociedad arácnida vio feo a Peter cuando lo atacó y le dijo todo eso sobre su hija.

...

Estaba al borde del ataque cardíaco. La explosión había sido hace mas de veinte minutos y aún no tenía noticias de Miguel. Todo había transcurrido muy rápido para poder distinguir con claridad el estado de Miguel y la mancha, solo sabía que ambos estaban heridos, gravemente heridos.

Su pecho latía con fuerza cuando bajó del colisionador para ver a Jessica en busca de consuelo, tal vez ella ya tenía noticias de Miguel ¿Verdad?

- ¡Lyla! ¡Lyla, responde! - gritaba Jess a su reloj que intentaba localizar a un spiderman que Peter rogaba no fuera Miguel.
- Él no puede estar muerto... Sólo debe estar inconsciente, ¡Sí, eso debe ser! - se dijo a sí misma frotando su abultado vientre en un intento de tranquilizarse al sentir a su bebé moverse. Peter por su paz mental decidió no escuchar eso último.

- ¡Jess! ¿Miguel está bien? ¡¿Sabes dónde está?! - preguntó a nada de empezar a llorar de la pura preocupación.

Notó como Jessica intentó o pensó darle un comentario sarcástico pero rápidamente su expresión la delató, ella también estaba a punto de llorar.

- No lo sé. Su reloj no responde cuando intento localizarlo, Lyla tampoco me dice nada. - respondió la mujer embarazada pasándose las manos por su frondoso cabello y jalando con más fuerza de la que le gustaría admitir.

No, no, no. Miguel siempre responde cuando lo intentan localizar por el reloj sin importar lo estúpido que sea, Lyla igualmente. La explosión debió de dañarlo... ¡Pero eso era peor, si el reloj estaba dañado significa que nada lo podría proteger de la fragmentación que sufriría al estar en una dimensión diferente a la suya!

- Miguel está herido... - balbuceó a lo bajo antes de comenzar a correr desesperado en busca de su terco spiderman futurista.

- ¡Peter, espera! ¡Tenemos que ir en grupo para encontrarlo más rápido! - le gritó la mujer de tez negra siendo ignorada en lo absoluto por el hombre mayor.
- ¡Ben! ¡Ayúdame a buscar a Miguel! - pidió llamando la atención del rubio que de inmediato se lanzó a su lado en lo que ella prendía su motocicleta.

Tan pronto como los tres héroes arácnidos emprendieron la búsqueda los jóvenes amigos de Miles se permitieron bajar del colisionador para tirarse al piso con una expresión de cansancio, dolor en cada articulación del cuerpo y posiblemente cuatro huesos rotos.

- Miles... ¿Qué dijeron ellos? ¿Encontraron a la mancha? - preguntó Gwen con un suspiro cansado sin dignarse a abrir los ojos.

Antes de que el joven pudiera hablar su contraparte respondió por él.

- Creo que Miguel se murió. - respondió el Miles merodeador con tono indiferente del otro lado de Gwen.

- ¡Miles, no llames a la mala suerte! - le gritó con voz quebrada el chico hindú lanzándole una piedra al Miles de la dimensión 42 con toda la fuerza que le quedaba.
- Miguel estará bien... Creo. - añadió mordiéndose los labios con preocupación.

El propio Miles no podía pensar en nada. Se sentía mal porque no quería que el mexicano resultara herido, pero tampoco podía lamentarse demasiado cuando pensaba que aquel hombre quería que su padre muriera así que el sentimiento de culpa desapareció rápidamente.

- El "jefe" estará bien Gwen, y si no... Nos enteraremos rápidamente por el spider-humilde, no todos los días se pierde a tu pareja. - mencionó a lo bajo el punk intentando encontrar una posición cómoda en el duro y abollado concreto en su espalda.

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