Tras tomar los apuntes de lo que para él había sido el viaje más importante, regresó a su meditación, teniendo entre sus planes el entrenar con Goku el cual ahora era extremadamente más poderoso que antes y seguramente le ayudaría a explotar su poder de adaptación al máximo.
El híbrido de un momento para otro empezó a escuchar voces extrañas, gritos, súplicas entre otros muchos lamentos de almas que parecían salir del mismísimo infierno, lo que le dejó absolutamente confuso; el problema se intensificó cuando aquellos gritos en su cabeza sonaban con más potencia provocando un extremo dolor de cabeza al híbrido el cual se tiró de rodillas al piso mientras gritaba del dolor.
Aquel tormento parecía eterno hasta que de un momento para otro, una voz de potencia mayor que las demás gritó:
— ¡Silencio! — Tras el grito de aquella demoníaca voz todos los gritos en la mente del chico cesaron completamente, lo que lo dejó en extremo confuso, por lo que, puesto de pie, se dirigió tambaleante a la sala de control de la nave para tratar de sentarse, estando este en extremo agitado.
Ya sentado, Ymindrov observó al infinito espacio por el cual se desplazaba a velocidades masivas, quedando así poco a poco dormido.
De un momento para otro Ymindrov despertó bruscamente observando hacia todos lados al parecer buscando algo, hasta que tras mirar detrás de él notó la nave partida a la mitad, lo que indicaba que Ymindrov se estaba quedando sin oxígeno, ante lo cual este activó su aura de atmósfera.
El híbrido estaba confuso, bastante de hecho, pero su sorpresa fue enorme cuando de un momento para otro un portal de dimensiones galácticas empezó a abrirse de la nada, portal del cual empezaron a salir eones y eones de seres de apariencia demoníaca de poder titánico y masivo. Ymindrov a su vez notó como cadenas salieron de aquel portal atándolo de pies a cabeza.
De rodillas e increíblemente shockeado, miró como una silueta ennegrecida completamente se posaba de pie frente a él; solo podía verle los ojos, aquellos profundos ojos blancos y amenazantes que le miraban acompañados de una tétrica sonrisa. El híbrido conocía esa silueta, no cabe duda, era él, Zaiko.
Esta vez la realidad misma empezaba a distorsionarse, creándose un segundo portal por encima de todos; aquel portal emanaba una luz sencillamente tenebrosa y un poder de dimensiones cataclísmicas hacía presencia destruyendo toda la existencia a su paso. Ymindrov por su parte no entendía nada, por lo que cerró sus ojos esperando su inminente fin en una situación como aquella, hasta que volvió a abrir sus ojos.
Ymindrov sorprendido se levantó de su asiento sudando a mares y su corazón a mil por segundo, al parecer todo aquello que había visto no era más que un sueño, pero ¿Qué clase de sueño era ese? Más parecía como una pesadilla pura.
No sabía cómo tomarse aquello, podría ser una premonición o simplemente podría ser una vil pesadilla, aunque para ser sincero se sintió demasiado real como para simplemente entrar en la categoría de sueño normal o pesadilla.
Desde que entró en aquella dimensión muchísimas cosas extrañas le han estado pasando, tantas que incluso mejor ni decir, pues en cada instante con tan solamente respirar se sentía observado desde muy lejos por presencias las cuales él ni de broma podría detener su inminente llegada, es más, dudaba que seres con poderes absolutos siquiera fueran capaces de colocarse a una dimensión de distancia sin terminar aplastados por su poder.
¿Qué era lo que le estaba pasando? No sabía en lo más mínimo, él solo buscaba auto descubrirse, pero al parecer las cosas no iban conforme a sus planes puesto que todo lo que estaba sucediendo no estaba ubicado en ninguna parte de la obra original y ni siquiera había sido mencionado en ningún momento.
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El Saiyajin Prodigio - Yo en Dragon Ball
FanfictionEn un pequeño planeta de toda la existencia, una vida se había esfumado, mas su alma indecisa habría de encontrarse con el creador de todo, allí, con su poder absoluto, una segunda oportunidad le fue otorgada para ser quien quisiera y como quisiera...