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"Tranquila, Benny es de mi entera confianza y es bilingüe, hará cualquier trámite por ti sin que tengas que volver a viajar"

"Gracias Sandy. ¿Cuántas veces me has salvado el trasero con temas legales?" Pregunte divertida revolviendo mi desayuno.

Había perdido el apetito en solo dos bocados así que solo me concentré en jugar con la comida.

"A este punto, varios cientos de veces" La escuché decir.

"Ugh, que exagerada. Bien, mándame su contacto para llamarle y poder reunirnos..."

"En un minuto te lo envío. ¿Te veo en la noche?" Deje el tenedor de lado.

"¡Si! Nos vemos Sandy, te amo, un beso"

Terminando la llamada, opté por comenzar mi día. Sky ya estaba en su colegio. Luke fue quien la dejó. Estábamos teniendo demasiado suerte al ver que Sky se había adaptado perfectamente a ese lugar y sus compañeros.

Sus educadoras constantemente me informaban sobre los comportamientos de Sky dentro de los salones y ella parecía contenta. Jugaba todo el tiempo y era obediente.

Para el final del día, quizás ella estaba algo irritable por tanta actividad que la mantenía ocupada que ni siquiera la hora de la siesta era suficiente para relajarla. De todas formas una vez la recogíamos, Sky trataba de detallarnos su día con la misma energía que la caracterizaba.

Tirando la comida que no comí, recogí la cocina y escapé a mi habitación para arreglarme. Tenía cosas que hacer en la galería pero primero, debía de ir a la tienda de arte por varios materiales que necesitaba.

Mick y Ozzy me acompañaron mientras me colocaba unos jeans cómodos. Preferí ignorar el hecho de que me sentía terriblemente inflamada del abdomen e hice una nota mental de tomar un té más tarde.

Optando por usar una sudadera para ocultar mis jeans ajustados de la cintura, trencé mi cabello y me maquille de manera natural. Algo de máscara de pestañas, bálsamo labial y poco de rubor en mi piel sin color.

Este año no me bronceé lo suficiente y ahora que comenzaba el otoño, no tenía más remedio que usar rubor.

Asegurándome que Mick tuviera su pequeña puerta de entrada y salida al jardín desbloqueada, me despedí de mis dos amores antes de salir de casa con velocidad.

El tiempo era oro. Sabía que si no aprovechaba estas horas sin Sky para hacer las cosas que necesitaba hacer, una vez que ella regresé a mi, realmente no podía hacer mucho por estar concentrada en ella.

Mi vida privada teniendo una pequeña de dos años era básicamente inexistente. Mi atención solo era para ella y ella solamente. Supongo que esto era ser mamá.

Aparcando en la tienda de arte más cercana a la galería, me sentí feliz porque era de mis sitios favoritos. Desde pequeña amaba venir a estos lugares repletos de cosas que deseaba con locura tener.

Cada que entraba me sentía como pez en el agua. Era increíble saber que ahora podía comprar cualquier cosa que quisiera, no como antes que tenía que rogarle a mis padres que me compraran un set de colores de madera porque quería dibujar.

Tomando un carrito de lado, comencé a pasear entre los pasillos. Lancé en el varios tubos de pintura en óleo, muchos pinceles que necesitaba, cubetas de texturizante, espátulas, disolventes y pinturas en spray.

Me detuve en un pasillo donde había crayones jumbo y opté por agregar un paquete al carrito para Sky. Siempre le daba crayones y hojas de papel en blanco para que perdiera el tiempo dibujando lo que quisiera.

COMEDOWN | L.R.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora