A pesar de que los viernes ponían a Taehyung de buen humor, el dolor y la ansiedad del día anterior no habían desaparecido cuando se levantó de la cama. Sabía que no tenía derecho a actuar como lo hizo, y Jungkook tenía razón al decir que no era nadie para meterse en su vida privada. Pero ver lo rápido que había pasado página solo hizo que se demostrase que sus peores inseguridades eran ciertas: Que era fácilmente sustituible, que carecía del valor suficiente como para ser amado por alguien, y que a medida que sus amigos fuesen sentando cabeza, él se quedaría solo, con la única compañía de un gato callejero tuerto cuyo único interés en él fuese que le daba de comer, pero que ni siquiera le suministraba cariño.
Con la cabeza aun dando vueltas, llegó hasta la puerta del conservatorio, y viendo que aún quedaban diez minutos para el comienzo de las clases, decidió encenderse un cigarrillo para calmar sus nervios. Perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta de que alguien se detenía a su lado.
— Hola, guapo, no sabía que fumabas—dijo la voz a su lado.
— Si, bueno, he vuelto a un viejo vicio. ¿Cómo estás, Bogum? —respondió por educación Taehyung.
— Ahora mucho mejor, sabiendo que tengo una excusa para compartir un momento contigo. ¿Me das fuego? —respondió el chico con una media sonrisa.
A pesar de que estaban en el mismo año, Bogum y Taehyung no podían tener menos en común. Mientras Taehyung prefería mantener un perfil bajo y solo ser conocido por sus capacidades profesionales, Bogum era conocido por ser una mariposa social, además de tener una consolidada fama de rompecorazones. Y el chico nunca había ocultado su interés por hacer de Taehyung una de sus conquistas, pero él no podía estar menos interesado. Así que el otro siempre encontraba la manera de seducir a algún insensato de primer año, que desarrollaba sentimientos por él y terminaba llorando en los baños, mientras Bogum pasaba a su siguiente pasatiempo.
Cortésmente, Taehyung sacó su mechero para encender el cigarrillo que Bogum tenía entre los labios, momento que aprovechó el otro para agarrar su muñeca. Incómodo, Taehyung intentó liberarla con suavidad, provocando una suave risa juguetona en Bogum.
— ¿Por qué tienes tanta prisa? ¿Te pones nervioso al tenerme cerca?
— No, no es eso, es solo que... tengo que entrar ya —respondió evasivamente Taehyung.
Bogum soltó su muñeca con cara de autosuficiencia, y Taehyung se dispuso a huir. Pero en ese momento, vio por el rabillo del ojo a Jungkook, quien estaba observando la escena fijamente desde la verja de la entrada. Y recordando el dolor que sufrió al ver al estúpido e insoportable hombre de sus sueños en los brazos de otro, Taehyung vio la ocasión de oro para demostrarle que él tampoco era tan importante. Él también podía pasar página como si los momentos vividos entre ellos no hubiesen existido.
— Pero Bogum, si quieres puedes acompañarme a clase... No querría que pensases que te estaba evitando —dijo Taehyung con voz melosa, aun mirando de reojo a Jungkook, quien apretó la mandíbula al oírle.
— Por supuesto que te acompaño, precioso —respondió Bogum, con sus ojos iluminándose como los de un lobo avistando a unas despistadas ovejas.
Sin pensárselo, Bogum enlazó su brazo con el suyo mientras entraban al edificio. A pesar de que intentaba aparentar serenidad, Taehyung estaba incómodo con aquel contacto físico. Al menos, había conseguido su objetivo de molestar a Jungkook, que era lo único que le importaba en ese momento. En cuanto el pasillo hizo un recodo y estaban fuera de su vista, Taehyung se soltó del brazo de Bogum.
— Lo siento, olvidé que tengo que hacer algo antes de empezar mis clases. Nos vemos en otro momento, Bogum.
— ¡Espera, precioso! Te acompaño a donde vayas, no me importa.
ESTÁS LEYENDO
Entre notas [TERMINADA]
FanfictionTaehyung es un joven tranquilo, amante de la música clásica cuya única afición es su futura profesión: Tocar el violín. Pero después de dos años viviendo en su pequeño apartamento de Seoul, Taehyung tiene un problema, y es que su nuevo vecino de ar...