Pequeña Casualidad || PEDRI|| Part III.

Parte 25-Debilidad

Recordad dejar estrellita 

NARRA ALEX

Martín me despertó dando un salto sobre mi cama, y por poco me lanzó a mi fuera. 

-¡Mami!- gritó sobre mi.

-Martín.. aun es muy pronto-me puse la almohada en la cabeza. Había pasado solo una noche sin Pedri a mi lado y a penas pude pegar ojo. Lo echaba de menos. Aunque estos meses tampoco habíamos hablado mucho compartiendo cama, tenerlo a mi lado siempre era una seguridad y me daba paz.

-Pero Mami.. mañana voy a jugar a futbol..tengo las pruebas, tengo que practicar-se excusó el pequeño dando saltitos en la cama y obligándome a mirarlo.

Martín tenía las pruebas para entrar en la Masia. Con casi 7 añitos de edad, ya empezaba a demostrar mucha destreza con el balón y su padre quería que siguiera sus mismos pasos.La idea es que si pasaba las pruebas de mañana, ingresaría a tiempo completo en La Masia. Yo no estaba del todo de acuerdo, porque eso implicaría que ya no viviera con nosotros.. pero era decisión de Gavi y tampoco me podía meter.

-Lo se cariño.. pero para eso ve a buscar a tu padre.. yo poco puedo practicar- admití peinándole un poco el pelo con cariño.

-Pero quiero que me veas jugar..

-Te veré jugar prometido, y te voy a animar, pero ahora..ve a despertar a tu padre- oía a Gavi roncar desde mi cuarto y ya era hora que se encargara un poco de su hijo. 

-Papaaaa- Martín salió gritando del cuarto y escuché a lo lejos como maldecía Gavi.

-3...2...1...- conté en voz alta. 

-Mamamaama- me llamó Pedro desde la cuna- Mama mama

-Ya voy mi amor- me puse en pie para acercarme a la cuna de Pedro. Estaba de pie con sus manitas cogidas a los barrotes y los ojos muy abiertos. No me cansaba de mirarlo.Era la cosita más perfecta que había hecho, y por desgracia.. se parecía tanto a su padre que era como tenerlo delante. 

-Mama, hambre- balbuceó. 

-¿Tienes hambre mi amor?

-Sí, quiero plátano- empezó a mover las piernecitas de arriba a bajo inquieto para que lo cogiera en brazos. 

-Plátanos.. no puedes negar que eres hijo de tu padre- dejé besitos en su cara haciendo que riera. 

-¿Papa?- miró de un lado a otro buscando a Pedri... y es que aunque Pedri hubiera pasado de el estos meses, Pedro seguía queriendo a su padre igual.

Tragué grueso y suspiré. 

-Papa no está cielo, pero vamos a desayunar ¿vale?-lo dejé en el suelo mientras yo me ponía una sudadera por encima. 

-Pero yo quiero papa- se quejó Pedro con cara triste.

Me puse a su altura para mirarlo a los ojos.

-Papa vendrá luego con el tío Fer a verte-acaricié su mejilla- y el tío Fer seguro que te trae un regalo, siempre te trae regalos...

-¿Papa no me quiere?

Me dio mucha pena escucharlo.. parecía que ya iba entendiendo un poco.. lo que pasaba.

-Sí cielo, papa te quiere mucho- lo cogí en brazos de nuevo y lo abracé.Me daba mucha penita verlo así de triste, pero irme de casa.. había sido la decisión correcta justo por Pedro. Me negaba a ver como su padre le seguía haciendo desplantes.