Capitulo XX

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— Gracias señora Lee, estuvo delicioso.- dije y ella me sonrió.

— No es nada querida, lo hago con gusto.- dijo y comenzó a recoger la mesa.

— La ayudó.- tomé los platos faltantes y le ayudé a lavarlos.

— Eres una chica increíble EunJi y estoy feliz que estés con mi hijo.- dijo, yo estaba tomando un vaso de agua con la cuál me atoré y comencé a toser.

— Él y yo no estamos...

— Lo sé, espero que algún día suceda.- dijo saliendo de la cocina.

Después de unos minutos la seguí y observé a Félix sentado en el sofá solo, la señora Lee se perdió en las escaleras y yo me acerque a su hijo.

— ¿Ya casi te vas?- preguntó girando su rostro para mirarme.

— En un rato más.- dije y recosté mi cabeza en su hombro.- Quiero decirte algo..

— ¿Y qué es?- preguntó curioso.

— Los chicos... Me dijeron, no... Me convencieron de ir... Pero no sé y pues...

— Solo ve al grano.- dijo riéndose de mi enredo.

— Quiero ir a la fiesta de Halloween pero no quiero dejarte solo porque ya me había comprometido a estar contigo.- dije y observé sus lindos ojos.

— ¿Era eso?- inquirió y asentí.- ¿Por qué tanto problema? Me hubieras dicho y ya.- dijo llevando un mechón de cabello detrás de mí oreja.

— ¿No te molesta?- pregunté y él negó.

— ¿Por qué lo haría?- preguntó frunciendo su ceño.

— Porque pensé que querías que pasará esa noche contigo, pero veo que te da igual.- dije alejándome de él y cruzando mis brazos fingiendo molestia.

Sonreí internamente cuando el con cuidado se acercó más a mí, intenté levantarme pero su mano alrededor de mi brazo lo impidió, hizo que me sentara de nuevo.

— EunJi yo solo quiero que la pases bien y eso no quiere decir que no me gustaba la idea de pasar una noche entera contigo, pero eso podría pasar en otra ocasión ¿Ok?- dijo y asentí se había acercado lo suficiente a mí como para sentir su aliento.

— ¿Y tú qué harás?- pregunté sin alejarme y observando de vez en cuando sus labios.

— Lo más seguro encerrarme en mi habitación y ver pelis.- dijo acariciando mi mentón.

— Prometo que vendré después de la fiesta y pasaremos el resto de la noche juntos.- dije y él sonrió.

Pasó su pulgar sobre mi labio inferior y mordió los suyos.

— Bésame ya.- pedí manteniendo su sonrisa.

— ¿Tanto quieres que te bese?- preguntó burlón y yo asentí.- Bien, pero quiero que estés sobre mí.- pidió serio.

— Podría lastimarte...

— El yeso comienza a la mitad de mi muslo no me harás nada.- dijo y con su mano tirando de mí subí ahorcadas sobre él.- Como extrañaba ésto.- dijo y con su mano en mi nuca me acercó más a su rostro.

Yo enrolle mis brazos en su cuello y lo besé, él hizo más presión eliminando toda distancia entre nosotros.

El beso se hizo tan intenso que llegue a soltar un gemido cuando Félix mordió mi labio.

La adrenalina que sentimos al hacer ésto con sus padres a un piso de distancia incremento cuando la presión en sus shorts se hizo sentir.

Baje unas de mis manos hasta el inicio de sus shorts ingresando mis dedos y jugando un poco con la tira elástica de  sus boxers.

°Una Segunda Oportunidad° Lee FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora