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Capítulo 13: Mentiras.

—Quería saber si podía llevarme a Neji Hyūga sólo un ratito, no tardaré mucho —dijo Temari.

—Ah, eso sería un problema —comentó Kurenai mirando el salón de clases.

—¿Por qué? ¿No puede salir aún? Si es así no se preocupe, puedo...

—El problema es que Neji no está aquí —contestó Kurenai—. Vino hace un rato para avisarme que no podría asistir a la clase por un conflicto personal.

—Oh... ya veo —Temari suspiró molesta—. Muchas gracias de todas formas, me tengo que ir, ¡nos vemos!

—¡Cuídate!

La puerta se cerró y Temari se marchó molesta.

«¡Con que Hyūga se fue!» pensó. «¿Habrá regresado a su casa a llorar por lo que le dijo Tenten? ¿O estará en un bar turbio drogándose porque su vida es deprimente?» se preguntó con una mano en el mentón.

Ella no era cercana a Neji, todo lo que sabía de él era gracias a sus amigas o a Shikamaru y jamás se había puesto a entablar una conversación real y concisa con él, más allá de una vez en la que él le alcanzó un lápiz que se le había caído en una clase de Historia. No tenía idea de dónde podría estar, pero sabía de alguien que sí. Sacó su teléfono y buscó el contacto de Shikamaru.

...

«Bien, si muevo el caballo a esta posición, ¡podré hacerle jaque mate!» pensó Shikamaru con la mirada atenta en el tablero. La jugada que realizó su oponente le dejó la victoria servida.

Sonrió a punto de realizar su jugada, pero se detuvo cuando escuchó su celular vibrar. Lo tomó para ignorar la llamada, pero cuando vio el número de Temari en la pantalla suspiró resignado.

—¿Me permites? —preguntó al chico contra el que estaba jugando. Él se limitó a asentir y Shikamaru se fue afuera para contestar.

Al fin, Nara, creí que jamás me responderías. ¿Acaso tu maldito teléfono está siempre en silencio? Estuve veinte minutos insistiendo.

—Sí, ¿y qué? Estaba en medio de una partida a punto de hacer jaque mate, agradece que se me dio por contestarte —dijo Shikamaru llevándose una mano al bolsillo.

Qué bueno, porque ahora vas a entrar, harás jaque mate y le vas a pedir al profesor que te deje irte de urgencia ya mismo contestó Temari con un tono de fastidio en su voz.

—¿Por qué haría eso? —cuestionó Shikamaru. Se oyó un suspiro desde el otro lado del teléfono.

—Te veré detrás de las gradas en cinco minutos. Ven o voy a volver a esparcir rumores asquerosos y mandarte al frente, ¿quieres eso?

—De acuerdo, dame un minuto —contestó resignado.

¡Excelente! Nos vemos.

La rubia cortó y Shikamaru suspiró otra vez. «Esta mujer problemática...» pensó.

Intentó convencer a su profesor de que lo dejara ir porque tenía una emergencia y, como era un alumno con muy buen rendimiento y no se ausentaba a las clases seguido, fue perdonado y consiguió irse.

Llegó a donde la rubia le dijo que lo esperaba y, en efecto, ahí estaba ella. Con su cabello rubio suelto, sus largas piernas vestían botas altas y un short de mezclilla, arriba una larga camiseta blanca con el logo de una banda de rock y una chaqueta de mezclilla celeste. Curiosamente, las últimas dos prendas pertenecían a Shikamaru, Temari se las puso en la mañana ya que había amanecido en la casa del Nara luego de una noche activa en la que tomaron provecho de la ausencia de sus padres por un vuelo de trabajo.

Yo NO me acosté con Shikamaru Nara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora