ME ENGAÑASTE

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Desperté por culpa de una pesadilla, desperté llorando, reprimí todo recuerdo de la pesadilla pero todavía tenía la sensación de que estaba en el cuarto rojo siendo atada a una camilla nuevamente para otra docena de pruebas y quién sabe qué más.

Y me había afectado porque cuando me ataban así, lo más probable es que el vendría y sabía lo que pasaba.

Todavía tenía esa sensación en mis muslos.

Estaba llorando atacada, Kate me abrazaba contra su pecho, yo solo negaba con la cabeza para alejar las sensaciones.

—Lo siento — le dije a Kate entre sollozos.

—No tienes por qué. — me dejó un beso en la cabeza y yo me aferré a su cuerpo. — estás acá, ya se terminó. No vas a volver. No te va hacer daño. — empecé a asentir, tenía razón, el ya no estaba — necesitas algo.

—Quédate conmigo — fue lo único que le pedí. Como respuesta tuve su mano sobando mi espalda.

—Que sucedió? — escuché la voz de mamá, no se en que momento entró, no escuché la puerta abrirse o si quiera que entrara a la habitación.

Ahora eran dos manos acariciando mi espalda.

Kate le contó lo que sabía.

—Necesito ducharme — les dije — me siento sucia.

—Esa? — preguntó papá y yo solo asentí — iré a preparar el baño.

—Odio esto — dije mientras todavía me escurrían lágrimas por mis mejillas — lo odio.

—Ya todo está bien, no te volverá a hacer daño — me aseguró mamá — ni a ti, ni a nadie.

Mi respiración ya se había regulado y ya solo eran unas cuantas lágrimas las que corrían por mis mejillas, ninguna de las dos me soltó.

—Perdón — volví a pedir.

—Deja de pedir perdón — me dijo Kate — te dije que no me importaba.

—Ya está listo — dijo papá.

Me limpié la cara con la mano y me levanté, entré al baño y cerré la puerta detrás mío.

Papá ya había preparado la bañera, el agua tenía aroma a rosas.

Me quité todo y me sumergí en el agua. Abracé mis piernas mirando a la nada, odiaba tanto a ese hombre por quitarme todo en esta vida, algunas veces deseaba haber sido yo quien lo hubiera asesinado.

Me bañé con jabón alrededor de unas cinco veces especialmente las piernas. Estuve en la bañera hasta que el agua se había enfriado y por fin me sentía limpia.

Salí del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo.

—Avísame que vas a salir — dijo Kate tapándose los ojos.

Solté una risa.

—Algún día me vas a ver desnuda, no sé de qué te quejas. — Kate se puso roja — pero hoy no es tu día de suerte. — le pase la mano por la mejilla.

Saqué ropa deportiva, pensaba en ir a correr con papá. Volví nuevamente al baño y me cambié.

—Ahora vuelvo — le dije a Kate, le dejé un beso en la frente. — iré a correr con papá.

—Ten cuidado. — yo asentí y salí de la habitación.

Bajé las escaleras y papá ya estaba con su ropa deportiva esperándome.

—Lista corazón? — asentí. — espero me puedas seguir el ritmo. — me sonrió.

—Ya estás muy viejo, espero que tu puedas seguir mi ritmo — el rio y me dejó un beso en mi cabeza.

Jugando Entre Realidades |Romannoger Daughter & Kate Bishop X Female Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora