Antes de llegar a su atardecer

5 0 0
                                    

El atardecer siempre será mi parte favorita del día, el cielo cambia de color en segundos, el sol desaparece. Lo mismo pasó con mi vida, fuiste mí atardecer, pero te marchaste como el sol.

El amor, es un sentimiento para muchos, para mí es el motivo de mi vida. Sueño con enamorarme de un caballero que me recite poemas, me haga cartas y me lleve flores a la puerta de mi hogar.

Entonces, ¿Qué es el amor? no lo sé, pero tú eras mi amor.

Soy Nabi y mi intensidad en el amor es proliferante, aun así, siempre he tenido mala suerte en él. Mi primer noviazgo duró poco, pero fue un amor lindo, ingenuo y preciso.

A mis dieciséis años, conocí a Pedro, él me enseñó lo que no quería vivir, era un chico muy manipulador, tóxico y sobre todo posesivo. Con él creía haber vivido el amor tóxico que todas las personas experimentan alguna vez en su vida.

Una tarde, después de haberlo pillado que me era infiel con una supuesta ''amiga de su mejor amiga'', lo increpé:

- ¿Por qué lo hiciste Pedro?

- Cállate estúpida

- Yo he dado tanto por ti, ¿Por qué me fallas así?

- ¿Vas a seguir?

- ¡Dame una explicación!

- Solo me deje llevar

- ¿Es en serio?

- Ya me tienes harto, ¡Terminamos!, levántate de mi cama y vete, ya no eres mi novia no tienes derecho a estar en mi cama.

- ¿Cómo me dices eso?

Pedro me agarra fuertemente del brazo, me lanza contra la pared y me bofetea. 

Mi corazón llora, se rompe en mil pedazos en cosas de segundo. 

Pedro me agarra nuevamente y se disculpa.

- Perdón, me salí de control, no volverá a pasar nunca más. Yo te amo, no quiero estar con nadie más.

- Me tengo que ir

- ¡No te vayas! (grita violentamente)

En ese preciso momento, temí por mi vida así que decidí ceder y hacerle entender que todo iba bien. Hicimos como que nada había pasado, salimos a comer, nos reímos, caminamos y disfrutamos de la noche, cuando logré llegar a mi hogar, le di termino a ese lazo tóxico.

Si alguien dice amarte ¿Por qué te humilla de esa forma?, no es tan solo una bofetada, es mi dignidad, mi valor, mi lealtad, soy yo, un regalo para este estúpido que se cree superior.

Pasaron los días, meses y Pedro hizo de todo para que yo volviera a caer en sus redes, se fue de su casa, hizo berrinches, hacía que su madre me llamara para preocuparme por él, pero yo había entrado a la universidad así que tenía muy buenos amigos que me ayudaban a comprender que solo era manipulación. 

Lo que amas, no lo rompes. 

Na-BiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora