Todo se me había olvidado en ese momento. No me importaba ni el lugar ni el momento. Daniela con tan solo su cercanía me hizo olvidarme de todo. Sabía que no debía. Sabía que estaba mal. Pero mi cuerpo me pedía a gritos que no se alejara de mí.
Sin soportarlo más, acerqué mis labios completamente a los de Daniela en un beso suave. Experimentando una mezcla de emociones al sentir los labios de Daniela sobre los míos. Eran adictivos. Eran suaves. Eran lo más delicioso que había probado en la vida. Dejándome casi sin aliento.
El beso continúo, y me dejé llevar por la intensidad del momento, con una pasión que ni yo misma esperaba. Mis manos instintivamente buscaron el rostro de Daniela, yendo hacia su cabello para acercarla más a mí, mientras ella posó sus manos en mi cintura, bajandolas lentamente, empujandome contra el escritorio. Me tenía acorralada contra su cuerpo.
Cada segundo parecía contener un universo propio, cargado de deseo y vulnerabilidad. A medida que el beso persistía, sentía cada vez más imposible el alejarme de Daniela. De soltar sus labios y quitar mis manos de su cabello.
Daniela besaba increíblemente bien, y lo sabía.
- si antes me gustabas, ahora me encantas, Maria Jose. - Daniela habló cuando se separó un poco en busca de aire, para volver a juntar sus labios con los míos.
Mientras Daniela y yo compartíamos ese momento de vulnerabilidad, ajeno a los ojos curiosos, no oímos cuánto la puerta de la sala se abrió.
- ¿poché? - habló alejo, haciendo que Daniela se apartara de mi, rápidamente.
- alejo, yo.. - intenté explicarle algo, pero las palabras no me salían. Seguía con la sensación de los labios de Daniela, siendo como una droga. - a ti no te puedo mentir. - suspiré, echando mi cabeza para atrás, rendida. Alejó entró por completo y cerró la puerta detrás de él.
- ¿ustedes...? - miré a daniela, quién se encontraba igual de perdida que yo. Sus labios estaban rojos, lo que me hizo sonreír, al saber que yo se los había dejado así. Un impulso de volver a besarla empezaba a ganarme, por lo que preferí quitar la mirada.
- te lo podemos explicar en otro momento, Valencia. Yo creo que María José se encuentra confundida ahora, al igual que yo. - daniela habló con total sinceridad.
- bien. Las dejaré conversar tranquilas.. pero tengan cuidado. Imagínense las veía alguien más. - asentimos ante la preocupación de alejo, y volvió a salir de allí, dejándonos a Daniela y a mi en un silencio cómodo.
- ¿tú también quieres volver a besarme? - Daniela sonrió, contagiándome de su linda sonrisa.
- tienes los labios rojos.. - comenté viendo aquel lugar que ansiaba volver a probar. Daniela de acercó un poco más a mí, haciendo mis ganas aumentar.
- no respondiste mí pregunta.
Como acto de repuesta, me puse de puntillas para dejar un pequeño pico en su boca, lo que no fue lo suficientemente para la castaña, volviendo a colocar sus manos en su cintura, pegando su cuerpo junto al mío.
Dejó una pequeña mordida en mis labios antes de separarse con una gran sonrisa.
- si te sigo viendo los labios, no vamos a salir de aquí nunca. - río y caminamos hacia la salida.
- ¡Garzón! Te dignas a aparecer. - Johann. Nuevamente Johann arruinando los buenos momentos.
- estaba algo ocupada. - sonreí falsamente y vi como Daniela se mordió el labio, ocultando una risa. - ¿y esta reunión? - me acerqué a todos, quienes se encontraban en una especie de junta.
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perdóname | caché
Mystery / ThrillerUn nuevo asesinato en Bogotá se vincula sentimentalmente con la detective Garzón. Quién jura tomar venganza contra el o los asesinos. Sin imaginar quienes estarían detrás de la verdad, teniendo que enfrentarse contra quién quiere y lo que debe. ¿ser...