⚠️ Advertencia ⚠️
El siguiente capítulo tiene referencias a: respuestas al trauma, ataques de ansiedad, pensamientos suicidas y medicamentos (benzodiacepinas/antidepresivos).
Se recomienda guardar discreción.
|| Capítulo cero ||
El terror invadía el lugar, solo se escuchaban gritos y lamentos desesperados.
Seres grotescos se alimentaban de la primera presa que encontraban.
Las aldeas estaban en llamas, el cielo normalmente naranja se veía teñido de un rojo tinto, semejante al alarmante color de la sangre.
Los pobladores se atacaban entre sí, robaban y destruían, demonios no eran los únicos monstruos que aterrorizaba la dimensión.
Recuerdas perfectamente salir de casa despavorido, escuchaste a alguien entrar por uno de los cuartos, no de la manera mas pacífica, pues el sonido de vidrios resquebrajarse debió haberse oído a medio kilometro a la redonda.
- Esto no puede empeorar más.
Apenas salieron esas palabras de tu boca el suelo empezó a temblar. Era como si tu palabra diera vida a cualquier tipo de desastre a tu alrededor.
No había lugar seguro ya, tu mundo se destruía ante tus ojos, así que corriste a la única construcción que conocías, manteniéndose aun en pie.
Una cara conocida te saludó desde fuera, indicándote que entres de inmediato. Sentías que el tiempo pasaba lento, casi deteniéndose.
Escuchabas pasos a tu atrás. Rápidos, muy rápidos.
A solo 10 metros de ti. Sabías que no eran «humanos». Algo te estaba persiguiendo.
Cerca de tu mejor amigo, las puertas de tu salvación están ante tus ojos. Pero nada puede detener a la bestia atrás tuyo.
Unas afiladas garras se aferraron a tu brazo. Caes al suelo, sientes que todo es un sueño, una horrenda pesadilla.
Y lo era.
Mayo despertó, levantándose de inmediato en su cama.
Sentía el sudor recorrer su frente, respiraba con fuerza, tratando de regular su pánico.
Su cuerpo temblaba sin control, trataba de respirar mejor, aún con su pecho oprimido y con dolor. Su atormentado cerebro solo acudía a más y más recuerdos traumáticos.¿Cuánto tiempo más iba a ser torturado por su propia mente? Cualquier memoria que se abriera paso en sus recuerdos solo lo hacía querer morirse.
Morir, tal vez eso es lo que debió pasar ese día, en vez de dejarlo con vida y severos traumas. Su hiperventilación no hacía mas que subir a cada segundo, el simple hecho de no poder respirar correctamente lo alarmaba más.
Se levantó de la cama como pudo, agarrando un vaso y llenándolo de agua, derramando una buena cantidad en el frío suelo. Así mismo busco en la oscuridad su frasco de pastillas, encontrándolo y tomando una junto al agua.
- Ya está Mayo - se decía a sí mismo. - Todo estará bien.
Solo tendría que esperar unos minutos a que el medicamento hiciera efecto, llevaba años con lo mismo, pesadillas y fuertes ataques por los traumas en la guerra. Problemas a los que nunca le vio más solución que tomar calmantes para su ansiedad y pastillas antidepresivas por la mañana.
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Mi Rubí || El Reino Perdido
FanfictionLas adaptaciones son difíciles, más si crees no conocer a quien te guía.