Lucifer fue junto a Zouhair hacia donde vive Leviatán para visitarlo, además de que Umbra también los esta acompañando; sonríe un poco, claramente sabe que lo hace para protegerlos, lo cual agradece profundamente.
Al estar ya en el lugar, ve como su hermano sube a Zouhair a sus hombros, y por lo que logra escuchar, su pequeño lanza pequeñas risas juguetonas, eso le dio el indicador de que le gusta la altura a la cual se encuentra y el paseo que están dando por los alrededores, viendo también el como Umbra empieza a perseguir pájaros mientras salta.
Suspira, sabe que ese paseo solamente va a durar una hora porque tienen que hacer sus deberes, él tiene que ir nuevamente a entrenar, y por lo que sabe de Leviatán, este tiene que ir a vigilar la entrada del infierno por si lanzaron a alguien nuevamente o por si entraron arcángeles/ángeles por su cuenta.
Ni siquiera estando en el infierno los dejan tranquilos.
Pero por lo menos en ese momento se puede distraer y pensar mejor en la conversación que tuvo con Belcebú hace dos días atrás.
Si se hubiera dado cuenta por si mismo y no hubiera dejado el tema tan de lado, piensa seriamente que su pequeño no hubiera tenido tanto tiempo aquel sentimiento de agobio, pero ahora agradecía que por lo menos hallan hablado del tema, por lo cual pudieron arreglarlo. Suspira un poco, claramente ahora va a estar mucho más atentó para que no ocurra nuevamente aquello, ya que eso es un peso que nadie debe de tener.
Sonríe después de unos segundos, igualmente se encuentra feliz de que la relación que tiene con Belcebú sea mucho mejor, además de que se siente un poco más alivianado después de todo.
—¿Tío favorito? —escuchó aquella pregunta por parte de Leviatán, por lo cual lo ve, fijándose que tiene el ceño fruncido.
—¡Si! ¡Tito favoto! —ve como su pequeño se abraza a la cabeza del alfa y se acurruca en esta.
La escena le da bastante ternura y al mismo tiempo le da gracia por la expresión de Leviatán, al cual le puede ver como no le deja de tiritar una ceja mientras tiene una sonrisa incómoda. Da una suave risa al respecto, como quisiera enmarcar ese momento para siempre.
Suspira, quisiera que esos momentos de felicidad sigan, pero sabe que eso no podrá ser posible por como han ido las cosas, además de que, por algún motivo, el día anterior su omega interno se había movido de forma inquieta, como si le dijera que algo malo había pasado.
Eso que sintió en su interior, como si sus corazones se apretaran con fuerza junto a un dolor en su vientre... Fue bastante extraño, por lo cual se llegó a preguntar que ocurrió para que tuviera esa sensación, porque sabía que eso no ocurrió por sus hermanos infernales, ya que estos los había visto en una pequeña reunión y estaban bien, ni por sus hijos porque estos estuvieron a su lado en todo ese día.
Es como si a sus hermanos celestiales les hubiera pasado algo grave.
Niega un poco al tener ese pensamiento, ya no los considera como sus hermanos, mucho menos a Miguel, pero su omega interno es un orgulloso y necio como él, haciendo que no entienda. Se aguanta el gruñido que quiso salir se sus labios, ya que al recordar a ese arcángel mayor, sintió una opresión en su interior, como diciéndole que lo vaya a ver.
"¿Porqué me pasa esto?"
—¡Mama! —lo mira después de escucharlo, viendo como ahora se encuentra entre los brazos de Leviatán— Hame.
Se acerca a los menores con una pequeña sonrisa para así ir a comer con estos, disipando lo que su omega interior quiere, porque enserio no considera a Miguel como hermano para seguir preocupándose por él como antes.
ESTÁS LEYENDO
A Su Debido tiempo (Omegaverse)
Fantasy𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕔𝕠𝕟𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠: -𝔸𝕓𝕦𝕤𝕠. -𝕄𝕒𝕟𝕚𝕡𝕦𝕝𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟. -𝔸𝕦𝕥𝕠𝕝𝕖𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤. -𝕄𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕕𝕖 𝕤𝕦𝕚𝕔𝕚𝕕𝕚𝕠. ~~~ Un omega, nació siendo de esa casta pero eso no impidió qué pudiera ser igual de importan...