Abril de 2020
Zackary Frigerio
Odio tener que irme de mi ciudad natal, he vivido en Ciudad real desde los cinco años. Naci ahí pero a los dos meses de vida mis padres me llevaron a Palermo, Italia de donde es originario mi padre, él debía hacerse cargo de los negocios de mi abuelo así que esa fue la principal razón para irnos de España. Viviendo en Palermo nació mi hermana Sophia, ella es solo tres años menor que yo.
Cuando mi hermana tenía dos años regresamos a España. Ahí crecimos juntos, solo éramos ella y yo. Hasta que llego Caleb nuestro hermano menor. El no nos molestaba en lo absoluto, al contrario, era lindo tenerlo porque ya no éramos un dúo, si no que ahora seriamos un trió inseparable.
O al menos eso nos duro unos años, ahora estábamos empacando para irnos otra vez de España y no específicamente por los negocios de papá, la razón ahora era Caleb. Mi hermanito menor había fallecido el día anterior, mis padres no podían aceptarlo y el estar en la casa donde Caleb había vivido los ocho años de su corta vida los destrozaba por completo.
Después del velatorio de Caleb mis padres decidieron cremarlo, no estaban dispuestos a dejar su cuerpo en el olvido. Para ellos lo mejor era tener sus cenizas en una urna que podrá permanecer con nosotros hasta que estemos listos para dejarlo ir por completo.
Veo hacia el rincón de mi habitación donde queda ya solo una estantería con figuras de los vengadores, ahí también se encuentra la fotografía del día que Caleb llego por primera vez a casa luego de estar tres días en el hospital. Shopia y yo estábamos sentados en el sofá de la sala de estar, yo sostenía la cabecita de Caleb y su pequeño cuerpecito reposaba en mis piernas mientras que Sophia dejaba unos besos en sus pequeños piececitos.
Al ver la fotografía no puedo evitar quebrarme. Las lágrimas empiezan a correr cada vez más rápido por mis mejillas empapándolas por completo, solo quiero llorar, mis piernas comienzan a fallarme caigo al suelo sin poder contenerme.
Mi madre entro a la habitación encontrándome tirado en el suelo, rápidamente se abalanzó sobre mí cubriéndome con sus brazos.- Zack, mi amor tranquilo aquí estoy, mamá está contigo-.Susurra en mi oído mientras me sigue abrazando con fuerza.
-El no puede estar muerto- Digo con la voz entrecortada-.
-Lose mi amor pero no podemos hacer nada-.
-Esto es mi culpa mamá, Caleb está muerto por mi culpa-.
Esas palabras hicieron que mi madre empezara a llorar, se que ella estaba intentando no quebrarse para que yo pueda ser fuerte pero aun así no puede evitar que las lagrimas salgan por sus ojos, esos ojos cafés que reflejan dolor puro, un dolor que yo provoque.
-Zackary, mirame-. Me dice mi madre mientras sostiene mis mejillas con ambas manos-. Esto no es culpa tuya, tú no tienes nada que ver los accidentes pasan y lo sabes-.murmuro.
-Si la tengo, si yo hubiera acompañado a la heladería ese auto no lo embestiría mientras intentaba cruzar la calle-.dije casi agritos-.Mi madre ya no dijo ninguna palabra solo continuo abrazándome y se estuvo ahí en el piso conmigo hasta que pude calmarme.
Después que mi madre salió de mi habitación yo ya estaba más calmado y así pude seguir guardando las últimas cosas que quedaban en mi habitación. -Zack- La voz de mi padre hizo eco mientras se adentraba a pasos cortos a la habitación-.Necesitas ayuda con algo campeón-.
-No, tranquilo pa ya acabe ahora solo tengo que bajar las cajas y llevarlas al camión-.murmure tranquilo.
-Pues entonces déjame ayudarte-.No tenía mucho equipaje, mi padre me ayudo a llevar las cajas hasta el camión de mudanzas.
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Eres mi perdición
قصص عامةAveces conoces chicas que te hacen perder la cabeza, pero no cualquiera hace que la pierdas de buena manera. Pero llegó una que con sólo escuchar su voz te domina por completo, aquella que te mantiene aferrado a ella, aquella que despertó todo sent...