2. Equipo Azul

677 98 0
                                    


Después de que les enseñaron lo básico, otro niño vino a buscar a los hermanos de Awa'atlu.

– Lo siento, el recorrido termina aquí. –Tsireya sonrió disculpándose– Pero hay mapas por todas partes y todo lo demás está en sus folletos.

– Estoy seguro de que aprenderán todo a medida que avancen los días. Cubrimos algo cada día del campamento. –el otro chico, Rotxo, habló.

– Yo también puedo enseñarles, me alegro de volver a verlos. –aseguró Spider.

Neteyam asintió con la cabeza.

– Gracias, pero estoy seguro de que estaremos bien.

– Entonces los veré a todos en la cena. –Tsireya saludó con la mano.

– Nos vemos.

Lo'ak finalmente habló, ganándose también una mirada fulminante de Aonung.

– ¿Podemos explorar más? –Tuk también habló.

Aonung miró a Neteyam.

– Quédate dentro de la valla.

No dijo nada más cuando se fueron. Neteyam no estaba seguro de tomarlo como una advertencia o una amenaza.

Lo'ak fue el primero en expresar lo que todos estaban pensando.

– ¿Cuál es su problema?

– No sé, tiene un palo en el trasero. Parece que siempre es así.

Pero la rápida mirada que Spider le lanzó a Neteyam le hizo dudar de que siempre fuera así. Spider solo cambió de tema.

– De todos modos, ignóralo. Su hermana es linda, ¿verdad?

– Muy linda. –Lo'ak estuvo de acuerdo– ¿Cuántos años tiene ella?

– Creo que la misma que nosotros, ¿alrededor de diecisiete? El pendejo tiene dieciocho.

Neteyam captó la información, aunque no le importaba. Otro hermano mayor, ¿eh?

– Pueden ustedes dos concentrarse en algo más que juegos y chicas? –ríe Kiri.

– Ve a jugar en el barro.

– Lo'ak. –Neteyam advirtió, pero sabía que era sólo una broma.

– ¿Qué tal un partido de voleibol? –sugirió Spider– Todavía podemos desempacar y ducharnos antes de cenar.

Todos aceptaron y se dirigieron a la playa marcada donde se colocaron las redes. Un bonito juego de equipo para que se familiarizaran con todo.

La cena estuvo bastante animada. Les sirvieron muchos alimentos nuevos que la mayoría de los niños no habían comido antes. Ronal habló de comida poco saludable e insistió en que las cenas sean más tradicionales y saludables. Neteyam no se oponía al pescado y lo encontraba bastante refrescante en comparación con toda la carne roja que comían en casa.

También disfrutó de la variedad de frutas y llenó la mayor parte de su plato con ellas. Después de la cena, les sirvieron helado ya que Tonowari seguía las reglas del campamento de todos modos.

· No abandones el local.

· No nadar de noche.

· No beber ni fumar.

· No hay caminatas sin un consejero.

· Sin contacto físico ni travesuras románticas.

· No alimentar a los animales salvajes.

· No salir de las cabañas después de que se apaguen las luces a menos que sea una emergencia.

· No hay teléfonos durante las actividades del campamento.

Todo muy sencillo y fácil de seguir.

Luego leyó los equipos que hizo con un portapapeles que le había entregado su esposa. Neteyam maldijo en silencio, una sensación de temor se apoderó de él cuando se encontró con un par de ojos azul pálido al otro lado de la habitación. Aonung reflejó su mirada, su sonrisa cayó mientras pasaba de sus amigos a Neteyam. Salió del salón poco después y Neteyam decidió que no le agradaba en absoluto ese imbécil arrogante. Tendría que prestarle mucha atención, no fuera a ser que el niño decidiera meterse con sus hermanos por cualquier motivo.

Aonung había sido asignado al equipo de Neteyam, el Equipo Azul, junto con Tsireya, Rotxo, Spider y sus otros hermanos, afortunadamente. No estaba seguro de si Tonowari los estaba ayudando o iniciando algo parecido a un problema.

Lo'ak estaba más que feliz de tener a Tsireya en su equipo y Neteyam también sorprendió a Spider mirando a Kiri desde un costado. Se preguntó si al chico ya le había cogido cariño y si iba a tener que intervenir. Por otra parte, Kiri podía valerse por sí misma, pero él también los vigilaría por si acaso. A Tuk no le molestó en absoluto, excepto un poco desanimado porque no tenía un amigo de su edad en el grupo. Sin embargo, hizo algunos con otros niños de la mesa junto a la de ellos y podía jugar con ellos en cualquier momento fuera de las actividades del equipo. Las cosas estaban encajando para sus hermanos. Neteyam sólo tenía que recomponerse.

– Las luces se apagan a las 10 pm., comenzamos temprano a las 6 am. para el desayuno. ¡No lleguen tarde!

Todos se quedaron un rato después para jugar juegos de palabras con los consejeros hasta que sus hermanas decidieron irse a dormir. Besó la cabeza de Tuk y los acompañó a la cama mientras Lo'ak y Spider declaraban que ellos también se iban. Neteyam se quedó atrás para revisar el tablero de deberes.

...

DÍA 1 – LUNES

Aún sin acostumbrarse se levantó con seguridad para cumplir sus responsabilidades y vió como todos, al igual que él, comenzaron con sus tareas del día.

Él fue citado para ayudar con los preparativos de la cena dos días después, el miércoles por la noche, no estaba preocupado por eso, en su casa ya tenía ocupadas algunas de esas tareas mandadas, con el fin de apoyar a sus padres y cuidar a sus hermanos. Sin embargo, tomó nota para recordarles a Tuk y Kiri que mañana limpiarían el almuerzo del comedor. Quizás no debería, después de todo estaban aquí para aprender y estaba claramente indicado que tenían que revisar el tablero diariamente para no perder alguna actividad. Tal vez se lo recordaría sólo por esta vez, para evitar algunos problemas.

"Más vale prevenir que lamentar", recordó las palabras de su madre frente a alguna situación adversa, siempre tan correcta.

Salió del cálido comedor por una de las puertas laterales, mirando la arena mientras caminaba, perdido en su mente, sin ningún pensamiento en particular, su famila no iba a la playa a menudo y él todavía se estaba acostumbrando a sentirla entre los dedos de los pies. Con tiempo y calma.

Su hombro chocó con otro con tanta fuerza que le dejó sin aire. Sólo se tambaleó un poco antes de levantar la vista del pie al otro y comenzar a disculparse sin mirar figamente con quién chocó.

– Lo siento, no me-

– Ten cuidado.

Aonung apenas lo miró mientras pasaba a su lado.

Neteyam se tragó las palabras que quería decirle.

No merecía gastar saliva en un idiota.

Campamento Awa'atluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora