El príncipe Tweek despertó en una estancia desconocida, con la mente en blanco. La luz del sol que se filtraba por la ventana lo cegó momentáneamente, obligándolo a cerrar los ojos mientras se adaptaba a la claridad. Al abrirlos de nuevo, se incorporó en la cama con lentitud, estirando sus músculos entumecidos y tratando de despejar la bruma mental que lo envolvía.
No tenía ni idea de dónde se encontraba ni cómo había llegado allí. La habitación en la que se hallaba era pequeña y lúgubre, con paredes de piedra desnuda y un techo abovedado que acentuaba la sensación de encierro. La única fuente de luz provenía de una estrecha ventana ubicada en lo alto de la pared, que dejaba entrar un rayo de luz.
PRÍNCIPE. -¡Ugh! - se quejó con desagrado, mirando con desdén y desconfianza el lugar. - ¿Qué me pasó? - se preguntó al no poder recordar nada más que caminar por el bosque junto a Feldspar. - Sus ojos se movían de un lado a otro, tratando de encontrar algo familiar, pero todo le resultaba extraño. Al mirar a su costado, se percató de que el ladrón se encontraba dormido junto a él, semidesnudo. - ¡¡¡¿Pero qué mierda?!!! - se preguntó confundido.
Al mirarse a sí mismo se dio cuenta de que se encontraba completamente desnudo, con su cuerpo pegajoso y varias marcas en su piel.
PRÍNCIPE. - ¡Ah! ah ah, waah-ah-ah-ah-ah. - Gritó con una expresión de terror en el rostro. Cubriendo su cuerpo con una sábana.
El grito despertó a Feldspar de un salto, haciendo que este cayera al suelo, quedando aturdido.
FELDSPAR. - ¿Qué mierda te pasa? - Dijo somnoliento, mientras se levantaba con dificultad.
PRÍNCIPE. - Abrazando su pecho con fuerza y voz temblorosa, dijo. - ¿Qué me pasa? ¿Esa es tu pregunta? - Empuñando las manos, y viéndolo con odio, gritó. - Yo soy quien debería interrogarte. ¡Maldito! ¿Qué fue lo que me hiciste? ¡Eres escoria de lo peor! Me sentía mal, estaba enfermo y tú...
FELDSPAR. - interrumpiendo abruptamente con un tono consternado, dijo- ¡¿Qué?! ¡No, no, no, no! ¡Espera! Te estaba ayudando.
PRÍNCIPE. - ¿Ayudando? ¡No me trates como un imbécil! Te exijo que me digas qué me hiciste. - Gritó.
FELDSPAR. - Tranquilízate y trata de recordar lo que sucedió ayer.
Confundido y asustado, se frotaba la cabeza con fuerza, tratando de arrancar algún recuerdo de lo sucedido la noche anterior. De repente, imágenes fragmentadas de él mismo diciendo y haciendo cosas obscenas irrumpieron en su mente. Un escalofrío le recorrió la espalda y un grito escapó de sus labios.
PRÍNCIPE. -¡Oh, cielos! ¡Qué he hecho! -exclamó, avergonzado, con el rostro encendido de un intenso rubor.
FELDSPAR. - Suspiró con cansancio, murmurando entre dientes: "Qué fastidio". - Nada de lo que ha sucedido ha sido tu culpa. La verdad, no comprendo del todo lo que está ocurriendo, pero sí sé que el problema radica en el hechizo que tienes. Sus efectos irán en aumento mientras más tiempo permanezca contigo, haciéndote perder el control como anoche.
PRÍNCIPE. - Los recuerdos de la noche anterior se repetían una y otra vez en su cabeza, como un disco rayado que no podía dejar de sonar. Cada detalle, cada imagen, cada palabra, se reproducía con una claridad implacable, torturándolo. - ¡Ngh! Ahora que sé lo que pasó, preferiría no saberlo. ¡Mierda! siento cosas extrañas en mi estomago. ¿Qué significan? - Pensó.
- O sea, ¿me convertiré en un monstruo si no tengo sexo contigo?FELDSPAR. - Así es.
PRÍNCIPE. - Nervioso dijo. - Pero ayer tu y yo no tuvimos sexo. Entonces... ¿Por qué no me convertí en un monstruo? No logro comprenderlo.
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El hechizo del Príncipe Tweek
FanficTweek, es el príncipe y futuro heredero al trono. Pero era mayormente conocido por sus berrinches y constantes travesuras. Un mal día, fue atrapado por El Gran Brujo que lo tomó como su rehén. La noticia de que el Rey ofrecía una recompensa a quie...